El turismo de aventura rechaza un nuevo embalse en Huesca

El río Gállego acogió el pasado año unas 80.000 actividades de aventura, según las empresas del sector, que han comenzado esta segunda quincena de marzo la temporada 2011. Rafting, kayak, canoas, hidrospeed, senderismo, escalada, paintball, tirolinas o puentes tibetanos son algunas de las actividades ofrecidas.

La actividad turística entorno a las aguas bravas del río Gállego es "motor de desarrollo" de la economía local y permite el asentamiento de la población en la zona rural, según expone el presidente de la Asociación Gállego Activo (AGA), Gustavo Ortas.

A su juicio, la construcción del embalse de Biscarrués, en cualquiera de sus cotas, destruiría por completo el único sector emergente del Reino de los Mallos y uno de los pocos de Aragón que ha sido capaz, por el momento, de frenar los procesos de despoblación rural.

Ortas insiste en que es "impensable" acabar con las actividades de turismo deportivo en el Gállego y "con ello, eliminar más de 300 puestos de trabajo", al tiempo que considera que existen "alternativas viables" a la obra de Biscarrués que permitirían satisfacer las demandas hídricas y dejarían un futuro a la Galliguera y su industria turística.

Inversiones turísticas en marcha

Según recuerda esta asociación, en Murillo de Gállego se pone en marcha este año una nueva empresa de turismo de aventura, se construye un hotel-spa y se proyecta abrir una nueva casa de turismo rural.

El proyecto de Biscarrués acumula varios retrasos y también ha alimentado polémicas vinculadas al impacto medioambiental y las concesiones hidroeléctricas. Los grupos ecologistas también han mostrado su rechazo a la construcción del embalse.