"Todo parece indicar que tendremos el certificado verde digital en junio"
Manuel Muñiz, secretario de Estado de la España Global, asegura que el turismo es muy importante para nuestra imagen y para nuestra proyección económica internacional
Publicada 11/04/21- "Quien no tenga el certificado verde podrá viajar, pero deberá seguir unos requisitos sanitarios de los que se exime a quienes los portan"
- "Soy incapaz de encontrar ningún factor estructural o sistémico que reduzca el atractivo de España como destino por la pandemia"
- "Hay un fenómeno particular español que es la severa autocrítica que nos hacemos y la dificultad que tenemos para valorar nuestros activos"
Manuel Muñiz, secretario de Estado de la España Global, departamento que sustituyó a la Marca España y que pertenece al Ministerio de Asuntos Exteriores, participó en las negociaciones con la Unión Europea para establecer los corredores turísticos y más recientemente en las relacionadas con el certificado verde digital destinado a promover una movilidad segura. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, gran parte de su trayectoria profesional se ha centrado en la investigación académica, también ha sido asesor de diferentes gobiernos y organizaciones internacionales. Una de sus principales responsabilidades ahora es mejorar la imagen y la reputación de España en el extranjero, en la que, según señala, el turismo juega un importante papel.
¿Qué papel juega el sector turístico en la estrategia de Acción Exterior de España?
El turismo es un sector clave para nosotros. Es un sector competitivo y muy importante para nuestra imagen y para nuestra proyección económica internacional. Somos conscientes de lo afectado que está, sobre todo por las restricciones a la movilidad internacional. Desde el principio de la pandemia, cuando detectamos que la movilidad iba a ser uno de los temas más afectados, hemos mantenido importantes negociaciones en la Unión Europea. En junio alcanzamos un acuerdo para restituir la libre circulación en el espacio Schengen, aunque se disolvió el consenso a mediados de agosto cuando Reino Unido impuso cuarentena al regreso. En otoño empezamos a trabajar en un marco común europeo, con el establecimiento de los semáforos por regiones. Y ahora estamos en una negociación para aprobar y constituir un certificado verde digital que recoja información sanitaria y facilite la movilidad en el espacio Unión Europea-Schengen.
¿El certificado estará listo en junio como se ha propuesto la Comisión Europea?
Todo parece indicar que sí. La Comisión Europea ha elegido el instrumento jurídico del reglamento comunitario para ese certificado, y los reglamentos, una vez aprobados, son válidos automáticamente en todo el territorio de la Unión, no hace falta importar la legislación al marco jurídico nacional. El reglamento se aprueba a través de un proceso de consultas con el Parlamento europeo y el Consejo, que suele ser más laborioso, pero el Parlamento ha decidido tramitarlo por el procedimiento de urgencia. Eso es muy buena señal porque significa que los plazos de tramitación nos pueden llevar a tenerlo en junio.
La Unión Europea ha optado por la definición de certificado y no de pasaporte.
Es más correcto hablar de certificado porque no otorga o detrae derechos. La idea del pasaporte lleva a una percepción equivocada: si no estoy en posesión de un pasaporte, no tengo derecho a un desplazamiento internacional. Y eso no es así en el caso del certificado, que busca facilitar la libre circulación dentro del espacio de la Unión Europea o con terceros países. Quien no cuente con él va a poder seguir viajando, pero va a tener que atender a otros requisitos sanitarios de los que se exime a aquellos que sean portadores del certificado. Probablemente se tendrá que hacer pruebas diagnósticas o cumplir con otros requisitos. Es un tema terminológico, pero es importante porque se ha intentado construir una herramienta que no sea discriminatoria.
Francia y Alemania eran más reacias a aprobar el certificado por esa razón…
Sobre el debate ético, era muy importante que la vacuna fuera gratuita, pública y universal. Dos, que el certificado no sea necesario y obligatorio para viajar, sino complementario. Tres, que en principio el certificado sea gratuito y lo expidan las autoridades públicas. Cuatro, que una vez haya pasado la emergencia sanitaria, deje de operar porque ya no va a estar justificado. Cinco, circunscribir su utilidad en principio al ámbito de la movilidad internacional, que no se pueda exigir, por ejemplo, en el entorno laboral.
Construido este perímetro de uso, estamos satisfechos y convencidos de que el instrumento no es discriminatorio y que lo que va a hacer es exclusivamente facilitar la movilidad segura. Ha habido un debate profundo sobre sus límites para que no sea discriminatorio
En concreto, ¿qué información va a incluir el certificado?
El proyecto de la Comisión Europea, que está muy alineado con las propuestas que España estaba haciendo, plantea que el certificado contenga información de tres cuestiones, además de la identificación de la persona: vacuna del titular, qué vacuna, qué fecha, si se ha completado la pauta completa o no, es decir, una o dos dosis; si la persona ha superado la enfermedad en un plazo reciente y por tanto tiene una inmunidad adquirida, y, tercero, si ha tenido algún tipo de prueba diagnóstica de infección activa de la enfermedad, una PCR o una prueba de antígenos.
Aparte de facilitar la movilidad, ¿podría utilizarse para otros fines, como puede ser el acceso a un espectáculo o un concierto?
Por ahora, el instrumento no está diseñado para eso, está diseñado para facilitar la movilidad internacional. Entiendo que las actividades que se realicen en un territorio determinado, si hay conciertos o si se abren los espacios culturales, las terrazas o los restaurantes en determinados aforos, va a estar condicionado por el nivel de incidencia acumulada en ese territorio.
¿Cómo se percibe desde el exterior la imagen de España tras el fuerte impacto de la COVID-19?
Nuestro país fue uno de los más afectados al principio, pero en estos momentos España tiene una incidencia acumulada reducida en relación a los países de su entorno. Es un problema dinámico que se ha ido desplazando por los distintos países y que ha sido un reto enorme de gestión para los mejores sistemas sanitarios del mundo y para las administraciones públicas más capaces del mundo. España no sufre ningún impacto en su percepción internacional, de acuerdo con las conclusiones de una serie de informes cuantitativos, con datos empíricos serios.
Qué van a pensar los franceses de nosotros si se están enfrentando a un reto de mayor escala que el que tenemos nosotros, con una incidencia entre tres y cuatro veces superior, o cómo nos van a ver los alemanes que han tenido una tercera ola durísima. Nos ven con solidaridad y con comprensión en relación a un reto muy difícil que estamos gestionando todos.
El debate de la reputación país lo tenemos que vivir con mucho más sosiego y con un nivel de autoconfianza en los valores y las fortalezas de la imagen de España muy superior al que tenemos
De hecho, sigue existiendo un gran interés por venir a España por parte los principales mercados emisores...
Soy incapaz de encontrar ningún factor estructural o sistémico que reduzca el atractivo de España como destino turístico por la pandemia. Nuestra cultura persiste y lo hará nuestra lengua, nuestra gastronomía, nuestras playas, nuestras infraestructuras...
No hay ningún motivo para pensar que nuestro país ha perdido atractivo en relación al que tenía en 2019 cuando recibimos más de 80 millones de personas. En el momento en el que seamos capaces de superar el reto sanitario y la incertidumbre que produce, no tengo la menor duda de que vamos a volver a ser un país líder en turismo
En la parte de diplomacia económica de la que yo me ocupo, entiendo mi responsabilidad como trabajar para intentar facilitar canales y herramientas que nos permitan tener movilidad segura internacional porque es intentar gestionar las consecuencias de esta crisis.
No obstante, aunque la reputación de España en el mundo se ha mantenido sólida, el Ministerio de Asuntos Exteriores acaba de lanzar la segunda fase de la campaña Spain for sure.
La imagen de España es muy buena, se construye sobre factores estructurales, pero no nos puede llevar a la autocomplacencia. Tenemos que seguir haciendo un trabajo de comunicación de esas fortalezas. En la primera edición de la campaña, que fue el año pasado, contamos con personalidades nacionales [Rafa Nadal, Patricia Botín, Pau Gasol…], en esta segunda parte contamos con personalidades internacionales que viven en España y que son referencia en el campo de la cultura, del deporte o de la empresa [el presidente de Seat, Wayne Griffiths; Cholo Simeone, Ara Malikian, Caterina Biscari, directora del acelerador de partículas Alba Synchrotrón de Barcelona...] y buscamos que expliquen por qué España es el gran país que es. Es útil para la difusión de la campaña, pero también queríamos que hablasen a los españoles de su país.
Nuestro país es de los pocos del mundo en el que la percepción que tenemos de nosotros mismos es sistemáticamente peor de la que se tiene fuera de nuestras fronteras
Hay un fenómeno muy particular español que es la severísima autocrítica que nos hacemos y la dificultad que nosotros mismos tenemos, a veces, para valorar los activos que tiene este país.
¿Qué papel juega la sostenibilidad en la diplomacia económica de la que se ocupa?
En el área de la diplomacia económica, lo que hacemos es poner en valor aquellos asuntos en los que nuestras empresas son una referencia y en el ámbito de la sostenibilidad y de los objetivos de desarrollo sostenible son de las más responsables que hay en el mundo. Eso es muy útil, nos da entrada y acceso a muchos mercados. Acabamos de hacer un informe sobre cómo las empresas españolas contribuyen en el mundo a avanzar la sostenibilidad y eso también es así en el caso del sector hotelero, de agencias de viajes o de las aerolíneas.
La Estrategia de Acción Exterior 2021-2024, pendiente de aprobarse por parte del Consejo de Ministros, recoge las prioridades y los objetivos de la acción exterior. ¿Cuáles serán las principales líneas de actuación?
Es un documento que elabora Exteriores, pero tiene contribuciones de todos los ministerios porque es la acción exterior de España y recoge la huella entera de nuestra actividad exterior en todos los campos, economía, medio ambiente, seguridad…
El mensaje clave del documento es que en los últimos 15 o 20 años, uno de los hechos definitorios de las relaciones internacionales ha sido el ascenso del nacionalismo, el ataque al multilateralismo, el debilitamiento de la arquitectura internacional tal y como la conocíamos. Esto tiene varias manifestaciones, como el bloqueo de la Organización Mundial del Comercio o la marcha atrás en procesos de integración regional, siendo el Brexit tal vez el caso más claro, y luego una cierta regresión en derechos y libertades.
Y la estrategia lo que viene a decir que, ante esta tendencia de hacer un mundo cada vez más cerrado y más nacionalista, España alinea todas sus herramientas de la acción exterior para sostener un orden internacional abierto, tolerante, diverso, democrático y multilateral.
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