Francia quiere prohibir vuelos domésticos a favor de trayectos en tren

Volar desde París a Lión, Nantes o Burdeos, entre otras ciudades, podría ser imposible en Francia si el Senado aprueba la ley que este fin de semana ha validado la Asamblea Nacional de Francia. El objetivo es eliminar los vuelos interiores que cubran trayectos que puedan ser realizados en tren en menos de dos horas y media.

El objetivo es reducir en un 40% las emisiones de gases contaminantes hasta 2030, y la prohibición de esos vuelos, menos lo de conexión, sería parte del ambicioso programa impulsado por Emmanuel Macron. Se trata de favorecer el ferrocarril frente al avión para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Pero aunque la Asamblea Nacional ha aprobado la nueva legislación, las críticas llegan de ambos lados del arco político. Para los ecologistas el objetivo previsto es poco ambicioso y prefieren la propuesta inicial de que los vuelos prohibidos sean aquellos que puedan cubrirse en trayectos de tren de menos de cuatro horas. Con esta medida más restrictiva, también sería imposible volar entre París y Marsella, Niza y Tolosa, entre otras.

Otros sectores acusan al Gobierno de impulsar una medida que tendrá un elevado coste en puestos de trabajo de la aviación, en un momento en que la pandemia tiene al sector aéreo de rodillas, con una drástica reducción del número de vuelos y la inyección de dinero público en las aerolíneas (vea: Air France recibirá 4.000 M € y Francia ya controla el 30% de Air France KLM).

Para el Gobierno el tren y el avión son medios de transporte complementarios y el ministro de Transportes, Jean Baptiste Djebbari, ha pedido a la sociedad y a la oposición que "desdramaticen el debate".