Barcelona viaja a Moscú para reconectar con el turismo ruso

Obtener los visados para viajar a Rusia no fue fácil en el momento actual, teniendo en cuenta que los viajes entre la UE y la Federación Rusa están muy restringidos debido a la pandemia.

Esta ha sido la primera misión comercial en el extranjero que Turisme de Barcelona realiza desde que comenzó la pandemia en marzo del año pasado y la elección de Rusia no fue en absoluto un disparo a ciegas.

“Llevamos seis meses monitorizando el comportamiento de los mercados emisores y Rusia está muy por delante de Estados Unidos, China y Oriente Medio en cuanto a disposición a viajar en el mismo momento en que se levanten las restricciones de viajes”, explica Marián Muro.

Por ejemplo, “durante el primer trimestre de 2021, Rusia ha sido uno de los mercados que más reservas de vuelos internacionales ha realizado. Y según los datos de búsqueda de alojamiento, Barcelona ocupa la 15ª posición a nivel internacional, siendo el primer destino español preferido, seguido de Madrid (nº42)”, indica la directora de la oficina de turismo de la Ciudad Condal.

Un acto de promoción de Turisme de Barcelona en Moscú, la semana pasada. Marián Muro y el director de promoción del consorcio, Mateo Asensio, presentaron a las agencias de viajes rusas la ciudad y su estilo de vida mediterráneo.

Objetivo: segmentos Premium y MICE

Durante el viaje a Rusia, el equipo de Turisme de Barcelona llevó a cabo presentaciones y entrevistas con agencias de viajes rusas especializadas en segmentos Premium y MICE, encuentros con medios de comunicación, así como reuniones con los responsables de la oficina de turismo de Moscú, pues ambas ciudades trabajan en un proyecto de promoción conjunta. Marián Muro destaca también el apoyo prestado por las delegaciones en Moscú de la Agencia Catalana de Turismo y de Turespaña.

Durante estas presentaciones, “hemos explicado Barcelona antes, durante y después de realizar el viaje y que este no sea consumir diferentes recursos turísticos, sino que en su conjunto ofrece un relato y significa una vivencia experiencial en sí misma", indica Marián Muro.

De este modo, se ha puesto el acento en el estilo de vida de la ciudad (shopping, gastronomía, salud y deportes), la creatividad (cine, cultura, museos, música, literatura, diseño), la innovación (en ciencia y tecnología), así como en la infraestructura, servicios y equipamientos para el turismo MICE.

Repercusión mediática

Además, “el hecho de haber sido de los primeros destinos que realizan un viaje de promoción en Rusia desde que comenzó la pandemia nos ha dado una gran difusión allí. Hemos tenido una cobertura espectacular, que no habríamos podido pagar, en los medios de comunicación turísticos”. Ver por ejemplo la noticia publicada en el canal de noticias de ATOR, la asociación de turoperadores de Rusia.

El viaje de promoción a Rusia coincide además en un momento en que se intensifican las campañas de vacunación y la Unión Europea ultima los detalles del certificado verde digital, un documento que facilitará la movilidad internacional.

“En las presentaciones también hemos explicado con detalle cuál es la situación sanitaria aquí. Aunque Barcelona se percibe como una ciudad segura y de referencia a nivel médico, la velocidad con la que logremos vacunar influirá para que baje la presión sanitaria, lo que a su vez debería facilitar que se levanten las restricciones de viajes”, apunta Marián Muro.

Datos del turismo ruso en Barcelona

Antes de la pandemia, el turismo ruso ocupaba la novena posición en Barcelona, con 195.000 visitantes y 486.000 pernoctaciones durante 2019. En total, la ciudad recibió uno de cada cinco turistas rusos que viajaron a España ese año.

“Durante su estancia en Barcelona, el visitante ruso gasta en total 446 euros por persona, sin contar alojamiento y transporte, muy por encima de la media de los visitantes en general, que se sitúa en 345 euros”, informa Turisme de Barcelona.

MITT de Moscú

Cabe recordar que el pasado mes de marzo se volvió a celebrar de manera presencial la feria turística MITT de Moscú, que fue suspendida el año pasado a pocas horas de su apertura a raíz del coronavirus.

No obstante, las restricciones de viajes imposibilitaron la presencia en la feria de numerosas delegaciones internacionales. Y es que desde marzo del año pasado los viajes turísticos entre Rusia y la Unión Europea no están permitidos a raíz de las restricciones impuestas tanto por Moscú como por Bruselas.

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