La incógnita del verano 2021

Reino Unido busca medidas más suaves para el verano respecto a los test

Ante las críticas por el coste de las PCR y que sean necesarias hasta para volver de destinos verdes

Publicada 21/04/21 11:18h
Reino Unido busca medidas más suaves para el verano respecto a los test

El Gobierno británico está considerando una aproximación más laxa a la estrategia de testeo de los viajeros para este verano, según ha dicho el secretario de Transportes, Grant Shapps. Así, está considerando si los viajeros podrían hacerse en casa un test de antígenos antes de partir, en lugar de tener que hacerse una PCR, mucho más cara. Las críticas del sector turístico al sistema de semáforo y test anunciado para el verano se han oído ya en el Reino Unido, porque la exigencia de un test PCR hasta para volver de los países verdes encarecerá mucho los viajes (vea: Semáforo británico: críticas a la exigencia de PCR para destinos en verde).

"Estamos considerando medidas como la de que la gente se lleve su propio test", ha dicho Shapps en un webinar. Se trataría de utilizar un test de antígenos más barato y sencillo en casa, antes de irse, o incluso de llevárselo en el viaje para utilizarlo más adelante, "como cuando uno se lleva su propia botella de agua", según recoge TTG.

Este cambio de estrategia pretendería acallar las críticas de la industria sobre el alto coste de los test PCR, entre las 100 y las 60 libras por test y persona, que pueden encarecer mucho el viaje al extranjero de una familia. Shapps entiende la preocupación del sector, pero defiende, epidemiológicamente, la conveniencia de las PCR: "En este momento, las PCR nos ponen más cerca de la verdad".

Desde la asociación británica de agencias de viajes ABTA ya han reclamado que los test para los destinos verdes se supriman, en tanto que una encuesta revela que los ciudadanos quieren que los viajes a estos países incluidos en la lista verde no tengan restricciones

Grant Shapps también ha anunciado que un proveedor está en proceso de acreditación para ofrecer test PCR a 45 libras. En el Reino Unido los proveedores de test han de obtener una acreditación especial antes de poder poner su producto en el mercado. Eso encarece los test, porque no se trata de un mercado libre sino controlado oficialmente y con pocos actores en juego.

La encuesta de EasyJet

Un sondeo de EasyJet revela que el 61% de los británicos quiere viajar hacia y desde países de la lista verde sin restricciones de viaje este verano.

Además, un 55% de los encuestados afirma que no podrá irse de vacaciones este verano si las costosas pruebas PCR se imponen a los pasajeros de países de nivel verde de bajo riesgo

Asimismo, casi tres cuartas partes (un 74%) considera que si los test siguen siendo un requisito para viajar a países de nivel verde por su bajo riesgo, deben sustituirse por las pruebas de flujo lateral que ya se utilizan para la reapertura del resto de la economía del Reino Unido en lugar de las más complejas y caras pruebas PCR.

Grant Shapps, el controvertido secretario de Transportes del Gobierno de Boris Johnson.

Cierre repentino de destinos

Otra de las preocupaciones que ha manifestado el sector británico de los viajes es que el sistema de semáforos pueda cambiar su apreciación de un destino de un día para otro, de manera que los turistas que pasan allí sus vacaciones se han ido del Reino Unido a un destino verde, pero luego regresarán desde un destino ámbar o rojo.

Al respecto, el secretario de Transportes ha dicho que crearán una lista de seguimiento de los países, para intentar evitar cambios de estado o cierres sin previo aviso, como estuvo ocurriendo el verano pasado

"Intentaremos tener una lista de seguimiento de los países en verde, para poder darle a la gente más de una indicación si hay posibilidades de que la situación empeore y acabe en una cuarentena", ha dicho Shapps.

"No tenemos en este momento una lista de seguimiento de color ámbar porque los viajeros ya están obligados a pasar una cuarentena a su regreso de esos países", ha matizado.

Lo que quizá nos espera

El Gobierno del Reino Unido ha recibido numerosas críticas de su industria de viajes por la poca claridad de las medidas que anuncia, el hecho de no poner fechas, de no planificar con un calendario en la mano y explicar cuáles serán los criterios de clasificación de los países en ese famoso semáforo que regirá el destino de los viajes internacionales a partir del 17 de mayo.

Todo ello ha generado dudas sobre la auténtica intención del Gobierno de Boris Johnson, que parece debatirse entre la evidencia de las ganas de los británicos por volver a viajar y la necesidad de la industria de que se reactiven los viajes, y la tentación de intentar desalentar a la gente para que no reserve y se quede a pasar sus vacaciones en casa.

Todo esto lo hemos explicado extensamente en Semáforo británico y staycations: ¿se repetirá lo del verano de 2020?

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