La Comisión Europea decidió ayer pedir formalmente a Francia que transponga en su derecho nacional las reglas europeas sobre el reconocimiento de las cualificaciones profesionales de los guías turísticos. El Ejecutivo de Bruselas hizo esta petición mediante un llamamiento "dictamen motivado", la segunda etapa de un procedimiento de infracción previsto por el Artículo 226 del Tratado de las Comunidades Europeas.
La Comisión Europea decidió ayer pedir formalmente a Francia que transponga en su derecho nacional las reglas europeas sobre el reconocimiento de las cualificaciones profesionales de los guías turísticos. El Ejecutivo de Bruselas hizo esta petición mediante un llamamiento "dictamen motivado", la segunda etapa de un procedimiento de infracción previsto por el Artículo 226 del Tratado de las Comunidades Europeas.
Si las autoridades francesas no dan una respuesta satisfactoria en el plazo de dos meses desde la recepción de este dictamen motivado, la Comisión Europea podrá dirigirse al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. El hecho de que Francia no haya aplicado correctamente las directivas comunitarias supone que los guías que han obtenido sus calificaciones profesionales en otro Estado miembros corren el riesgo de tener serias dificultades para trabajar en Francia, según indica el Ejecutivo de Bruselas en un comunicado. Las directivas comunitarias en cuestión pretenden garantizar la libre circulación de un gran número de profesiones reglamentadas en el seno de la Unión. Francia, por su parte, ha preferido proceder a la transposición de esas dos directivas con la adopción de una legislación específica para cada profesión o grupo de profesiones reglamentadas y ha comunicado por lo tanto a la Comisión un cierto número de esas reglamentaciones específicas. Pero Francia no ha comunicado hasta el día de hoy una reglamentación de ese tipo para la profesión de guía turística. La legislación francesa impone para las visita de ciertos museos y lugares históricos la posesión de una documento profesional, que es ofrecido a los titulares de un diploma francés de guía-intérprete o de conferenciante nacional, o de un diploma francés de guía-intérprete regional. Además, la legislación francesa prevé la posibilidad de otorgar ese documento profesional a los ciudadanos comunitarios. Sin embargo, no precisa las modalidades para su obtención, y por consecuencia, las modalidades del reconocimiento profesional, para los ciudadanos comunitarios que han obtenido su diploma en otro Estado miembro. Por lo tanto, la Comisión considera que esta legislación no constituye una transposición de las directivas en cuestión.
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