Hosbec exige un ERTE especial y protección fiscal para los trabajadores

El gobierno ya había anticipado que los ERTE se prorrogarán más allá del 31 de mayo en una fórmula similar a la actual, pero la patronal sostiene que “no es admisible, en estos momentos, que la industria del alojamiento hotelero y turístico no tenga un tratamiento especial en la próxima negociación del sistema de ERTE”. Lo que exigen es una bonificación diferencial para quienes hayan estado imposibilidades de abrir sus puertas durante casi 15 meses.

En concreto, plantean que los hoteles que estuvieron sin actividad desde el comienzo del estado de alarma, el 14 de marzo del 2020, y que tengan que seguir cerrados por los efectos de la pandemia sobre la actividad turística nacional e internacional, “tienen que ver bonificadas sus cotizaciones sociales para todos los trabajadores que estén en ERTE al 100%, independientemente del tamaño de la empresa”, sin hacer distinción entre los que tienen más o menos de 50 trabajadores.

De esta forma, creen los empresarios, “se evitará entrar en procesos masivos de concursos de acreedores, quiebras o planteamiento de ERE extintivos por incapacidad para sostener los puestos de trabajo”, y esa ayuda será vital mientras se alcanza una recuperación de la movilidad y del turismo.

Por otra parte, solicitan que los trabajadores sujetos a un ERTE por Fuerza Mayor “tengan un mejor tratamiento fiscal”

“Si ante una situación extraordinaria hay que tomar decisiones extraordinarias, es el momento de considerar al SEPE y a la empresa como un mismo pagador a efectos de aplicar el límite de 22.000 euros para no presentar declaración de la Renta”, han planteado.

Los hoteleros advierten que sus trabajadores van a sufrir una triple discriminación: están sin trabajo desde hace más de un año, con una merma más que considerable de sus ingresos y van a tener que pagar por IRPF lo que en otros años no pagaban. Por eso, remarcan que “es de justicia tributaria que no se vean perjudicados de esta manera”.

Si se considera el SEPE como segundo pagador, el límite de rendimiento de trabajo pasa de 22.000 euros anuales a 14.000 euros, razón por la cual los sindicatos han exigido esa modificación e incluso, como publicaba HOSTELTUR, en la plataforma Change.org se están juntando firmas para que se pongan en marcha “medidas fiscales excepcionales para la próxima declaración de la renta 2020”.