David Rico: “Las fórmulas alternativas de financiación no son baratas"

Tras más de un año de pandemia, el avance de la vacunación abre la esperanza de recuperación al sector turístico. ¿Cómo será la próxima temporada estival, según las previsiones de CaixaBank?

Las previsiones de CaixaBank Research sitúan al PIB turístico de 2021 en un nivel de aumento del 80% respecto a los datos de 2020. Eso supone un gran avance, aunque aún se situaría un 40% por debajo de los niveles pre-COVID. Estas previsiones están vinculadas con el avance de los planes de vacunación. Al margen del resultado final de este año 2021, lo importante es ver la tendencia al alza y que gracias a las vacunas pronto alcanzaremos la ansiada orilla de la recuperación.

¿Qué impacto tendrá la mejora del turismo en la economía española en los próximos meses?

Según nuestras previsiones, esta recuperación contribuiría al crecimiento de la economía española en un 1,9% de manera directa. Hay que destacar que según datos del INE, en 2019 las actividades turísticas generaron alrededor del 12,4% del PIB nacional.

A diferencia de la recesión económica de 2008, las empresas del sector llegaron a la crisis provocada por la COVID-19 mejor capitalizadas y con bajos niveles de deuda. Sin embargo, la larga duración de la crisis, con ingresos cero en muchos casos, obliga a estas compañías a buscar financiación. ¿Qué respuesta recibirán de los bancos, ya que muchos empresarios aseguran que han tenido dificultades para que les concedieran créditos durante el último año?

Debemos distinguir dos fases durante esta pandemia. En una fase inicial, que podemos cifrar desde marzo hasta octubre de 2020, el sector hizo acopio de liquidez. Esa liquidez se consiguió a través de financiación directa, a través de los ICO y de las moratorias y carencias hipotecarias.

Con la llegada de la segunda y sucesivas olas así como con el arranque lento del plan de vacunación, el sector redobló sus esfuerzos por controlar los gastos. La solicitud de financiación se redujo considerablemente en este periodo

En esta segunda etapa, las carencias hipotecarias o las novaciones de los ICO han sido una vía para facilitar liquidez. Aunque en algunos casos se ha podido agotar la capacidad de endeudamiento de algunos clientes, no se ha producido una negativa a la concesión del crédito por parte de las entidades financieras, que en general han atendido como se merecía al sector turístico.

David Rico asegura que en el último año CaixaBank ha puesto a disposición de los clientes del sector turístico medidas específicas de apoyo.

¿Qué estrategia ha seguido CaixaBank para respaldar al sector turístico durante este año?

CaixaBank materializa su apoyo al sector a través de su línea de negocio Hotels & Tourism, que tiene como objetivo el impulso del mercado turístico a través de un modelo de especialización y proximidad con las empresas y negocios hoteleros. Esta especialización y conocimiento del ámbito del turismo, ha permitido que la entidad en este último año haya puesto a disposición de los clientes del sector turístico medidas específicas de apoyo, entre las que destacan la concesión de líneas de liquidez y la moratoria o carencias en los créditos hipotecarios, con el fin de preservar al máximo la liquidez de las empresas.

La Organización Mundial de Turismo se hizo eco de nuestro esfuerzo y nos otorgó un reconocimiento por el apoyo y contribución al sector turístico durante esta etapa en su Asamblea Plenaria de Miembros Afiliados celebrada en Madrid el pasado noviembre

Muchos empresarios han optado - y otros lo estudian- por la venta de activos para obtener liquidez. Además, no descartan buscar fórmulas alternativas para financiarse. ¿La pandemia supondrá un cambio en el esquema tradicional de financiación?

A pesar de la intensidad de la crisis, con muchos hoteles cerrados desde marzo 2020, su duración va a ser relativamente corta en comparación con anteriores. De esta manera, aunque se han producido o se han estudiado algunas ventas, en general la mayoría de hoteleros van a alcanzar la salida sin necesidad de vender activos, o al menos sin la necesidad de rebajar mucho los precios.

Las fórmulas alternativas de financiación están ahí, pero no son baratas. Tenemos que recordar que este sector es muy intensivo en capital y requiere niveles importantes de deuda. Si aplicamos unos tipos de interés elevados, esas fórmulas alternativas de deuda pueden llegar a acabar con el capital de las compañías, por lo que hay que medir bien su utilización y duración. Por todos estos motivos, no consideramos que la pandemia cambie radicalmente los esquemas de financiación.