El certificado COVID digital UE sale adelante con una solución intermedia

En caso de que un Estado miembro considere que esas medidas son necesarias debido al deterioro de su situación epidemiológica de acuerdo con los datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), el Gobierno nacional en cuestión tendrá 48 horas para comunicar a la Comisión Europea y a los demás Estados miembro su intención de imponer restricciones extraordinarias.

El Parlamento Europeo está listo para aprobar el acuerdo en la próxima sesión plenaria, con un debate ya programado para el 9 de junio. El texto también tendrá que pasar por el Consejo de la UE, donde se requerirá una mayoría cualificada, pero está previsto que pueda empezar a utilizarse a partir del 1 de julio, como anunció Pedro Sánchez en Fitur (España permite entrar a vacunados de cualquier país desde el 7 de junio).

En la misma presentación la ministra de Sanidad, Carolina Darias, destacó el “hito” de que en sólo tres meses se haya conseguido la coordinación de los diferentes sistemas sanitarios de la UE, algo que en condiciones normales hubiera tardado más de un año. Asimismo se refirió al “intenso” trabajo que está haciendo el Gobierno español junto con la Comisión Europea para poder extender el certificado digital a terceros países.

El eurodiputado José Ramón Bauzá, en el stand de Hosteltur en esta edición de Fitur tan atípica.

Sin embargo José Ramón Bauzá ha echado de menos que “España, que como país receptor de turismo es el primer interesado en que no se puedan imponer restricciones a la movilidad, no haya liderado esta opción y se haya alineado con otros países como Alemania por un certificado con una mera recomendación a no aplicarlas, al contrario de lo que ha hecho Italia”.

“El objetivo del certificado de facilitar la movilidad en todos los ámbitos se va a ver minimizado por la posibilidad de que los Estados miembro puedan imponer restricciones, aunque sea con limitaciones y en casos muy concretos”, según ha asegurado José Ramón Bauzá

Esta toma de postura, en palabras del eurodiputado, “lamentablemente va en en consonancia con la dinámica del Gobierno de falta de reconocimiento del turismo como sector estratégico, que en 2008 ya fue el que sacó a España de la crisis y ahora tenemos la oportunidad de que vuelva a hacerlo, pero desde luego no gracias al Gobierno”.

Porque además, concluye, “ha sido el más penalizado por las consecuencias de la pandemia, pero está claro que para el Ejecutivo no es una prioridad, como lo demuestra la falta de ayudas directas que sí se han aprobado en otros países. No existe implicación ni estrategia por su parte para el motor de la economía española”.