Reserva para volver
Destinos Publicada 14/06/21
Tierra de gran diversidad, La Rioja se define como un mágico rincón de España en el que la heterogeneidad de elementos naturales, culturales e históricos permiten al visitante cambiar de mundo a cada paso sin hacerlo de territorio. En apenas 200 kilómetros de oeste a este y escasamente 60 kilómetros de norte a sur, La Rioja acoge siete valles singulares con pueblos en los que abandonarse de la urgencia diaria y que invitan a desconectar en sus protegidos espacios naturales.
Cubierta por un mar de viñas infinito e inabarcable, por un paisaje que se transforma a través de las estaciones y que sirve de hilo conductor para conocer este excepcional destino, los espectaculares parajes que componen el entorno de La Rioja la convierten en un auténtico regalo para los sentidos. A pie, en bicicleta, a caballo o en globo, la tierra con nombre de vino muestra su singular atractivo entre caminos repletos de viñedos y frutales, huellas de dinosaurios, monasterios y castillos milenarios. Punto de encuentro, los visitantes también pueden conocer uno de los símbolos más preciados de esta tierra con la visita a los monasterios de Yuso y Suso en San Millán de la Cogolla, Patrimonio de la Humanidad y cuna del español por ser el lugar donde se registraron las primeras palabras de la lengua castellana.
La región de los siete valles, es mediterránea y alpina; el Ebro y sus afluentes definen el paisaje a través de sus limpias aguas como un destino de naturaleza que, junto a su variado patrimonio, así como a las deliciosas opciones gastronómicas o auténticas experiencias vitivinícolas que ofrece-seña de identidad de la más pura tradición de esta región- la convierten en un lugar idóneo para quienes buscan desconectar de la tecnología y las prisas diarias, disfrutar del reposo y tomarse un respiro para reconectar sin interrupciones con esas pequeñas cosas que siguen emocionándonos.
Los diferentes ecosistemas, su inmensa biodiversidad y la riqueza ecológica del paisaje componen las sorprendentes historias de las sierras y montañas riojanas, de las interminables gargantas y desfiladeros que se encuentran a lo largo y ancho de La Rioja en lugares como la Sierra de la Demanda con el Pico San Lorenzo (2.271 metros) y la pista de esquí de Valdezcaray a sus pies, los Obarenes, la Sierra de Cantabria o el Toloño, el Cañón del Río Leza, Peña Isasa, Matute y Tobía o Sierra Cebollera.
Como parte de su característica identidad, en La Rioja también se asientan espectaculares valles que atesoran espacios naturales protegidos, rincones verdes incluidos en la Red Natura 2000 y Reserva de la Biosfera, arboledas singulares, vías verdes sobre trazados que marcaron los ferrocarriles o bosques de robles y hayedos en los valles altos de los ríos Najerilla, Iregua, Leza y Oja. Lugares que permiten descubrir, además, el elevado valor de vegetación, flora y fauna de este reino de pura naturaleza que acoge la nidificación de diferentes tipos de aves rapaces. Sin olvidarnos de la visita obligada a algunos de sus peculiares y exclusivos recursos naturales como son las Cuevas de Ortigosa de Cameros para observar sus galerías de estalactitas, estalagmitas y otras columnas calcáreas de espectaculares formas o las o ciudades celtíberas talladas que posee Contrebia Leucade en Aguilar del Río Alhama.
Pero, además, a través de su pequeña gran diversidad esta región de generosa materia prima también nos ofrece la posibilidad de disfrutar de deliciosas preparaciones culinarias. La alianza de su abundante recetario, herencia de generaciones de madres y guisanderas, con la con¬fluencia de reconocidos cocineros, así como la irrupción de elaboradores que apuestan por ensalzar las raíces y la identidad del producto de cercanía, convierten a La Rioja en un territorio con una cocina de gran calidad en la que conviven a la perfección los platos de siempre con la gastronomía de vanguardia. Esto da lugar a una gastronomía donde hay tradición y hay innovación, con una voluntad de crear desde las raíces ensalzando el producto de proximidad y con una cocina cargada de sabores que varía al ritmo del calendario.
Sus reconocidos bares de tapas, así como sus restaurantes referentes por su cocina tradicional permiten que se reivindique como territorio gastronómico propio y como la región de España con más estrella Michelin por habitante.
Los amantes del turismo de aventura, activo o deportivo también encuentran en los paisajes riojanos diversas opciones para explorar rincones únicos en los que desarrollar múltiples actividades deportivas. Desde practicar senderismo, caminar y sentir el placer de conocer y recorrer caminos moldeados por la fuerza de la naturaleza, que ofrecen sosiego y tranquilidad al aire libre; hasta practicar deportes en alguno de sus ríos o disfrutar de opciones de aventura y agua en el Club Náutico de El Rasillo. Y para los visitantes más aventureros, incluidos los más pequeños exploradores con vocación paleontológica, en el pueblo de Enciso se puede disfrutar en familia de las instalaciones y actividades del parque El Barranco Perdido para, a través de mucha diversión, conocer todos los secretos de los dinosaurios.
Destino de acogida; La Rioja es un lugar para descubrir, pero sobre todo para vivir, sentir, disfrutar y reconectar con este excepcional refugio natural que hay que recorrer con calma.
Datos de contacto:La Rioja
360 Grados Avanza
Sociedad de promoción de La Rioja S.A.U.
Tlf: +34 941 27 62 00
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