Menorca, la escapada imprescindible de este verano
Destinos Publicada 24/06/21
Este verano, Menorca es el destino ideal para recobrar la ilusión, las ganas de viajar y de disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Más cerca que nunca gracias al mayor número de conexiones aéreas con las principales ciudades españolas, la isla Reserva de Biosfera desde hace casi 30 años cuenta con un entorno natural único para desconectar y relajarse o para vivir intensas experiencias de turismo activo; compartir charlas en torno a una buena mesa y degustar la cocina y los productos locales; vibrar con los numerosos eventos culturales y musicales del verano menorquín; o embelesarse contemplando una puesta de sol o su cielo estrellado.
La isla y su gente también se ha preparado a conciencia para recibir al viajero con todas las garantías de seguridad y, de hecho, Menorca es el único territorio de España que, a día de hoy, se encuentra en parámetros de ‘Nueva Normalidad’ gracias a sus buenos datos sanitarios.
En familia, con amigos o en pareja, las propuestas para incluir en el plan de viaje son de lo más variadas y apetecibles.
Ahora, más que nunca, necesitamos conectar con la naturaleza, respirar aire puro, rodearnos de verde… Menorca nos lo pone fácil con su biodiversidad y la gran variedad de espacios naturales que alberga. El Parque Natural S’Albufera des Grau, con bosques, humedales y zona marina, es un buen sitio para empezar. Y, para cambiar completamente de ambiente, nada mejor que un paseo por algún barranco de la zona sur como el majestuoso Barranc d’Algendar.
No sólo el patrimonio natural es inmenso. También las formas de disfrutarlo son infinitas. La isla es un destino inmejorable para senderistas y para practicar deporte al aire libre y vivir intensas experiencias. Para los amantes del mar, sean avezados marineros o principiantes, no hay nada mejor que una ruta en kayak, practicar windsurf, stand up paddle o vela. Con unas sencillas gafas de buceo y un tubo es posible maravillarse contemplando el mundo que se esconde en el fondo marino. En tierra firme, recorrer el Camí de Cavalls a pie, en bicicleta o a lomos de un caballo es una de las mejores formas de conectar con total armonía con el paisaje. Y para los más intrépidos, el trail running es sin duda la mejor opción.
Las playas merecen un capítulo aparte. ¿Hay algo más liberador y revitalizante que zambullirse en las aguas transparentes de Menorca? En sus 216 quilómetros de litoral, existen unos ochenta arenales, además de numerosas calas y caletas, donde disfrutar de placenteras jornada de mar y de sol. La misma geología que divide la isla en dos mitades es también la responsable de que las playas de la costa norte y la costa sur sean tan distintas. Los tonos tierra, ocres y dorados, con paisajes más salvajes y agrestes del norte, contrastan con las aguas turquesas y arenas blancas del sur. Las playas vírgenes son auténticos paraísos naturales, pero incluso en las más urbanas y con todo tipo de servicios se goza de un entorno espectacular.
De Menorca se dice, y con razón, que es un museo al aire libre. El patrimonio cultural es único en el mundo. Con más de 1.500 yacimientos por todo el territorio declarados Bien de Interés Cultural –probablemente la mayor densidad de BICs en España– este impresionante legado arqueológico de la Menorca talayótica le ha valido una candidatura a Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2022. Visitar alguno de estos yacimientos es una cita imprescindible para adentrase en el rico legado cultural de la isla.
Su enclave estratégico en el Mediterráneo ha hecho de la isla lugar de paso y refugio para navegantes a lo largo de la historia. Las numerosas construcciones fortificadas que hay repartidas por todo su litoral son la manifestación más evidente. Torres, atalayas de vigilancia, fortalezas, castillos y baterías militares hablan de ese pasado agitado y nos invitan a descubrirlo. La lista de lugares singulares en Menorca es amplia: desde Lithica, una antigua cantera de extracción de marés reconvertida en espacio lúdico y cultural, hasta la posibilidad de sentirse como un auténtico espeleólogo en Sa Cova de S’Aigua: una cueva natural recién acondicionada donde encontramos un lago interior y formaciones de estalactitas y estalagmitas que alcanzan los cien metros de largo.
La inauguración, el próximo 17 de julio, de la galería Hauser & Wirth en el emblemático espacio de la Isla del Rey en el puerto de Maó situará Menorca en el circuito mundial del arte contemporáneo a la vez que consolida la isla como destino cultural de referencia. La prestigiosa galería de arte Suiza se suma a la apuesta que, en 2018, ya hicieron los hermanos Cayón cuando abrieron un espacio de arte en el antiguo cine Victoria en el núcleo histórico de Maó, a la vez que surgen nuevas iniciativas como el recién estrenado centro de arte contemporáneo de Alaior, LÔAC, con la colección más espectacular de obras de arte contemporáneas que ha habido hasta ahora en Menorca.
Menorca también se disfruta por su sabor y por sus excelentes productos agroalimentarios como el queso con Denominación de Origen Mahón-Menorca, el vino de la tierra, los embutidos antiquísimos como la ‘carn i xua’ o la sobrasada, su variado repertorio de pastas dulces y saladas y, cómo no, su pescado y marisco frescos. Gastronomía, cultura y turismo van de la mano en Menorca, y así lo certifica su reciente designación como Región Gastronómica Europea 2022. Y como no hay mejor manera para amar un territorio que conocerlo a fondo, lo recomendable es visitar alguna de las fincas productoras de queso, vino o miel… y poner rostro a las personas que hay detrás de cada producto. Destaca también la oferta de restaurantes con una carta basada en platos elaborados con productos de la tierra y actualizando el recetario tradicional de la isla.
Las noches de verano en Menorca también tienen ritmo. Con todas las medidas de seguridad pertinentes, la isla intensifica la agenda de conciertos y espectáculos con una interesante programación de festivales como Cranc, Pedra Viva, Splendid o la cartelera del Teatre des Born y el Teatre Principal en Maó, por citar solo algunos ejemplos. No menos espectacular es contemplar el cielo nocturno de Menorca. Primera isla del Mediterráneo en ser Reserva y Destino Starlight, el astroturismo gana terreno y cuenta ya con una amplia oferta en la materia. Hoy es posible alojarse en alojamientos especializados en la observación astronómica; participar en una ruta guiada nocturna para la observación de las estrellas en los yacimientos de la Menorca Talayótica; o saborear una deliciosa cena temática bajo el manto estrellado de Menorca.
Sea cual sea la experiencia elegida; visitar Menorca, vivir Menorca es, sin duda, una elección que bien merece la pena.
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