"Es muy importante que los fondos europeos lleguen cuanto antes"

¿En qué consiste su labor en el Consejo Social de la Universidad Complutense?

El objetivo del Consejo Social es ser representante de la sociedad en la universidad. Es un vínculo importantísimo porque sociedad y universidad tienen que ir de la mano y tener un objetivo común. ¿Cómo? Apoyando y ayudando a nuestros estudiantes en su incorporación al mundo laboral, buscando el vínculo con las empresas, con el fin último de encauzar un futuro para cada generación de jóvenes. Además, el Consejo Social tiene entre sus funciones la de dar viabilidad a los presupuestos de la universidad y a las nuevas titulaciones que se pudiesen plantear.

En definitiva, el Consejo Social es el puente entre la universidad y la sociedad. Y para muestra, está el curso sobre turismo que hemos desarrollado en El Escorial, donde han confluido empresa y sociedad con instituciones públicas y con estudiantes. Estoy feliz de poder ayudar a mi universidad. Es una forma de devolver, tanto a la universidad donde estudié, como a la sociedad, las diversas oportunidades que he tenido en la vida.

Los Cursos de Verano de El Escorial han dedicado por primera vez unas jornadas al Turismo, en un momento muy delicado para este sector.

En estos momentos era un curso necesario e imprescindible. Con el título “Turismo, el impulso de España”, hemos pretendido poner en valor al sector, darle la importancia que merece y ver cómo entre todos salimos de este tsunami que nos ha caído.

Tras más de 30 años en la industria turística, se incorporó al ámbito académico, pero sigue estando presente en la misma a través de empresas como Hesperia.

Después de dejar la empresa en la que estuve 31 años, en enero de 2020, tenía claro que quería seguir haciendo cosas. Primero me ofrecieron trabajar con la universidad y luego me incorporé también a Hesperia, como senior advisor, y a otra serie de empresas. Estoy feliz de estar trabajando en diferentes sectores. Con la crisis me he encontrado a muchas compañías bloqueadas y creo que con mi experiencia puedo ayudarlas a reflexionar sobre su futuro, a tomar decisiones, pero siempre desde el punto de vista del asesoramiento a la alta dirección, no de la gestión. Colaboro con una serie de empresas que están en fase de transición familiar o de crecimiento. Los jóvenes son muy importantes, pero a los mayores, en España, a veces se les aparta y creo que hay que aprovechar la experiencia.

Con frecuencia se dice que hay mucha distancia entre la formación y las exigencias de la empresa a un trabajador.

No es admisible que el 38% de los menores de 25 años esté en el paro. Eso significa que el talento se va a ir. Sin olvidar que, con el paso del tiempo, el talento no ejercitado se marchita.

Tenemos las generaciones mejor preparadas, pero no encuentran un trabajo a su nivel. Es la primera vez en la historia que nadie puede garantizar que estudiando se va a progresar. Es una de las grandes lacras

El Gobierno ha elaborado un plan hasta 2050, donde uno de los pilares son los jóvenes y se propone reducir el paro entre los menores de 25 años al 14% para esa fecha. Ojalá que ocurra porque con la mochila de deuda del país que van a tener que soportar, si, además, los jóvenes tienen una situación tan complicada, veo muy difícil que este país se adapte.

Jesús Nuño de la Rosa, en los Cursos de Verano de Escorial de la Universidad Complutense, que este año han dedicado por primera vez unas jornadas al sector turístico.

¿La formación se ha adaptado al creciente proceso de digitalización de la sociedad?

La digitalización es imprescindible, pero también la formación dual, si ésta ha sido siempre muy importante, ahora lo es más que nunca. Tiene que ser un plan establecido y serio. Las empresas tienen que tener un plan de formación dual, es vital si quieren tener una plantilla en línea con las expectativas de futuro, y las universidades tienen que insistir en la importancia de la tecnología y la digitalización.

El sector turístico está sufriendo la peor crisis de su historia. ¿Cómo debe afrontar esta situación?

En 2019, cuando el sector turístico en España siguió batiendo récords, creíamos que éramos invencibles y esto hizo que nos relajásemos y se pospusieran muchas cosas. Sin embargo, de repente, ocurrió algo, como si fuese un meteorito, que nos hizo darnos cuenta de la fragilidad. El turismo es una industria muy importante y hay que tomar las medidas para que vuelva a ser líder mundial, en competitividad lo somos. Tenemos los mejores profesionales, empresarios, instalaciones, infraestructuras, playas… y tenemos que resetear muchas cosas y ponerlas en marcha de nuevo.

¿La pandemia ha evidenciado la importancia del turismo para la economía española?

Ha ido de menos a más. Al principio, parecía que la caída de la economía era por culpa del turismo y, de hecho, gran parte de la caída del PIB ha sido por nuestra industria, pero se ha debido a unas circunstancias excepcionales. Con el paso del tiempo, en estos 18 meses, se han dado cuenta de que el turismo no es el problema, es la solución, o una de las soluciones, y en eso hay que trabajar. Las industrias somos complementarias, no sustitutivas. No tienen que sustituir el turismo por otra industria y, además, este sector es uno de los más transversales de España.

¿Cómo podrán ayudar los fondos europeos a las empresas y al sector, en general?

Es importantísimo que lleguen cuanto antes. Tan importante como la cuantía es el tiempo. Aceptando que los 3.400 millones que se destinarán al turismo quizá se queden cortos, teniendo en cuenta el peso del sector en el PIB, le doy más importancia a que lleguen cuanto antes y de una forma equitativa, ágil, fácil y accesible para todos.

Hay que darse prisa porque, aunque 2021 va a ser mejor que 2020, va a ser todavía un año muy difícil. De ésta tenemos que salir todos juntos, con una cooperación férrea público-privada

Hay que aprovechar bien los 140.000 millones de euros que van a llegar a España porque nos estamos endeudando, se está endeudando el país y estamos dejando una mochila a nuestros hijos. Si lo aprovechamos bien, en todos los sectores, no solo en turismo, podemos salir fortalecidos.

¿Qué opina de los procesos de concentración que se están produciendo en el sector de las agencias de viajes y turoperadores en España?

Somos un país muy competitivo en todas las industrias, pero nos falta tamaño para poder ser más competitivos y, para ello, las pymes tienen que ser un poco más grandes. Por tanto, la concentración es necesaria, aunque tiene también sus pros y sus contras. Me preocupa que signifique el despido de empleados, cierre de establecimientos, que se pasen barreras relacionadas con el control de la distribución…

Es necesario que haya concentración porque los turoperadores en España son demasiado pequeños, necesitan tamaño, no tienen fuerza para tener una estructura para montar más aviones o más establecimientos a precios adecuados con el producto que el cliente quiere. Con frecuencia se ha dicho que España necesita un turoperador potente

¿Y las agencias?

Creo que la concentración es buena, pero no sé cómo va a afectar al sector de las agencias de viaje. Espero que no se haga con la destrucción de las pequeñas, sino que haya fórmulas para que subsistan. Son vitales, dan una gran permeabilidad y no las debemos perder. Si se ayuda a la concentración, hay que ayudar también a las pequeñas. Las agencias llevan un año y medio casi sin ingresos, están poniendo dinero de sus familias para mantenerse abiertas. Nos falta tamaño, pero me da miedo que esos tamaños que se están tomando se coman a otros modelos que tienen menos recursos y están sufriendo mucho.

En la pasada edición de Fitur recibió el distintivo turístico Matilde Torres. Con ello CEAV ha reconocido su labor profesional y su experiencia en el sector, en particular en el ámbito de las agencias de viajes. ¿Un broche de oro para su carrera en turismo?

Supone mucho para mí porque la conocí y vi el entusiasmo que ponía. Era una verdadera enamorada de los viajes. Que te den el reconocimiento de una persona que yo valoraba tanto, como Matilde Torres, para mí es un orgullo, y sí, un broche de oro.

¿Seguirá vinculado al sector?

Voy a trabajar toda mi vida para el turismo, ayudándole, a veces no directamente como ejecutivo. Siempre que me pida algo, voy a estar a su lado. Me gusta este sector. Yo había estudiado Económicas y empecé por casualidad en este sector, pero me ha enamorado, le debo lo que soy.