El sector estratégico de la economía mallorquina, el turismo, ha arrancado la temporada a medio gas. El índice de ocupación media turística en los establecimientos hoteleros de la Isla durante la pasada Semana Santa apenas ha alcanzado un 60%, según datos que ayer se manejaban en la Federación Hotelera de Mallorca. En el principal enclave turístico balear, Playa de Palma, el nivel de actividad se eleva a un 80% de ocupación, pero con el 40% de la oferta existente, sobre 50.000 plazas, cerrada en estos días de Pascua. Unos datos muy similares a los del sector de levante de la Isla, desde las Calas de Mallorca a Capdepera pasando por la zona de la Bahía de Cala Millor y Porto Cristo donde uno de cada cinco hoteles no ha abierto sus puertas. Los que lo han hecho, el 80% de un total de 85.000 plazas, han registrado un nivel de ocupación durante estos días de entre un 68 y un 80%.
El sector estratégico de la economía mallorquina, el turismo, ha arrancado la temporada a medio gas. El índice de ocupación media turística en los establecimientos hoteleros de la Isla durante la pasada Semana Santa apenas ha alcanzado un 60%, según datos que ayer se manejaban en la Federación Hotelera de Mallorca. En el principal enclave turístico balear, Playa de Palma, el nivel de actividad se eleva a un 80% de ocupación, pero con el 40% de la oferta existente, sobre 50.000 plazas, cerrada en estos días de Pascua. Unos datos muy similares a los del sector de levante de la Isla, desde las Calas de Mallorca a Capdepera pasando por la zona de la Bahía de Cala Millor y Porto Cristo donde uno de cada cinco hoteles no ha abierto sus puertas. Los que lo han hecho, el 80% de un total de 85.000 plazas, han registrado un nivel de ocupación durante estos días de entre un 68 y un 80%.
Las malas cifras de Baleares contrastan con las que se están registrando estas fechas en lugares como Tarragona, Costa del Sol, Comunidad Valenciana, Murcia y Canarias donde se habla de una ocupación de entre el 75 y el 85%. En el caso de la zona de levante los que han aguantado la oferta existente, recogiendo el guante de las promociones efectuadas, han sido curiosamente los turistas mallorquines. En Playa de Palma, además de un indeciso y raquítico mercado alemán e inglés, han sido excursiones de estudiantes y turismo peninsular los que han protagonizado las principales reservas hoteleras. De todas formas en la comarca del levante, los empresarios turísticos cifran la caída de la ocupación respecto a las fiestas de Pascua del pasado año entre un 15 y un 20%. Los datos confirman, por tanto, un panorama plagado de nubarrones para trabajadores y empresarios de Baleares de cara a una temporada turística que empezará el próximo 1 de mayo, pero que en muchos establecimientos han optado por adelantar a estas fiestas, a sólo diez días del arranque oficial. Se salva de este panorama el turismo de interior, según las impresiones que ayer se recogían en la Federación Hotelera de Mallorca, aunque al ser sus protagonistas personas con residencia en la Isla, los datos tienen escasa relevancia para los índices de ocupación. A pesar de la similitud entre los índices de ocupación de la Pascua del 2002 y 2003, los datos de este año son más preocupantes por el hecho de que la Semana Santa del año pasado fue a finales de marzo. Según el vicepresidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Ignasi Esteve, la ocupación prevista para mayo es de apenas un 50%, con la paradoja de que una parte de los hoteles, entre 15 y 20% van a seguir cerrados, y los empresarios deberán jugárselo a una carta en los meses de junio, julio, agosto. Los índices de actividad turística de la Semana Santa del presente año se encuentran, en una primera valoración, en una horquilla similar a la de 2002 cuando los hoteles de Mallorca registraron una ocupación media en torno a un 63%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La gran diferencia entre los datos de uno y otro año, está en el hecho de que la Semana Santa del pasado año fue a finales de marzo, del 25 al 31, tan sólo 72 horas después de acabado el invierno. Por contra, este año la Pascua ha caído bien avanzada la primavera cuando todos los resortes del turismo de sol y playa, desde el buen tiempo a las campañas de promoción turística, ya se habían activado y consolidado. El pasado año Mallorca registro en el mes de marzo, durante la Semana Santa, las tres cuartas partes de las pernoctaciones registradas en Baleares, con casi 1,5 millones sobre el total de 1,9 millones. Fue el turismo nacional, del que se registraron un total de 36.500 pernoctaciones en los hoteles de Mallorca, el principal factor de que el índice de ocupación no registrara en la principal de las Islas una mayor magnitud ya que el descenso respecto al 2001 fue cifrado en torno a un 2,9%, un descenso de casi 54.000 pernoctaciones. En el conjunto de Baleares la caída de la actividad hotelera fue de en torno a un 5,9% respecto al mes de marzo del 2001 en contra de la media española que registró un ascenso de un 7,7% .(I.R/R.G., diario El Mundo-El Día de Baleares, 21/04/03)
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