Por el precio de una película en DVD, usted tendría desayuno, almuerzo, cena y cama en un hotel de la Playa de Palma. Este chollo lo han podido disfrutar muchos de los clientes de establecimientos hoteleros de dos y tres estrellas de la zona del Arenal, durante estos días de Semana Santa, que han pagado una media de entre 10 y 12 euros por persona y día, todo incluido.
Por el precio de una película en DVD, usted tendría desayuno, almuerzo, cena y cama en un hotel de la Playa de Palma. Este chollo lo han podido disfrutar muchos de los clientes de establecimientos hoteleros de dos y tres estrellas de la zona del Arenal, durante estos días de Semana Santa, que han pagado una media de entre 10 y 12 euros por persona y día, todo incluido.
Toda una bendición para el bolsillo de los visitantes que se han beneficiado de los temores y pésimos augurios que para estas fechas vacacionales tenían en sus agendas todos los agentes económicos, hoteleros y turoperadores que trabajan en Playa de Palma, y que han obligado a tirar los precios a la baja a los empresarios con tal de recuperar un mínimo de actividad. Para no perder mercado, los que han abierto, el 60% de los establecimientos de la zona de Playa de Palma, lo han tenido que hacer con precios por debajo del coste en la mayoría de los casos, dirigiendo su oferta a un mercado con escasa capacidad adquisitiva lo que ha arrastrado a la baja también a toda la oferta complementaria. Según los datos que se manejaban la semana pasada en este sector - bares, restaurantes, cafeterías, tiendas de regalos - se observaba un descenso de un 15% en el nivel de las ventas de estos cuatro días de Pascua respecto al ejercicio anterior. Pero al menos, los empresarios hoteleros que han abierto sus puertas en el Arenal, han podido llenar sus establecimientos a un 80% de su capacidad, durante estos cuatro días de Pascua, aunque algunos establecimientos deberán cerrar sus puertas esta misma semana. En la zona del levante mallorquín la reducción de precios ha sido menor que en la Playa de Palma y se sitúa entre un 3 y un 7% de las tarifas del pasado año. A pesar de estas ofertas, y de la promoción que han efectuado durante estas últimas semanas, la ocupación ha descendido en esta zona del litoral mallorquín entre un 6 y un 9% respecto a la Pascua del pasado año. El frenazo que desde hace varios meses han sufrido los principales turoperadores europeos ha hecho que los hoteleros menorquines, por su parte, retrasen el inicio de la temporada turística. Tan sólo un 10% de la planta hotelera, alrededor de 4.500 plazas, ha abierto sus puertas durante estas vacaciones de Semana Santa, mientras que el resto de los establecimientos esperará a hacerlo en mayo. Aunque el ente público Aena ha cifrado en algo más de 31.000 los pasajeros que pasarán por el aeropuerto de Menorca durante este paréntesis festivo, las agencias de viajes advierten que ha descendido un 20% el número de visitantes respecto a la Semana Santa del año pasado. A la espera de que en mayo comiencen a operar los mayoristas británicos y alemanes, el turista nacional constituye el principal cliente de los alojamientos que permanecen abiertos, algunos de los cuales han tenido que echar mano de los viajes organizados de la tercera edad para conseguir unos niveles aceptables de ocupación, que en estos momentos ronda el 70%. De poco ha servido la reiterada petición de los hoteleros ante los ayuntamientos para que todo esté a punto coincidiendo con el inicio de la temporada y se extreme la limpieza en las playas, donde ayer el tiempo invitaba más a pasear que a darse un baño. Los primeros turistas se han encontrado la avenida principal de la urbanización Cala en Blanes (Ciutadella) abierta con zanjas, mientras que en Cala en Porter (Alaior) tienen que descender a la playa por una angosta escalinata en obras que bordea el acantilado. Cala en Bosch (Ciutadella), S'Algar (Sant Lluís) y Santo Tomás (Es Migjorn) son otras de las urbanizaciones que han comenzado a recibir visitantes, aunque buena parte de la oferta complementaria aún tiene echado el cierre. Tras los malos resultados del pasado año, empieza a cundir el desaliento en el sector pues no terminan de despejarse las incertidumbres sobre este verano, que pueden traducirse en nuevas presiones de los turoperadores para rebajar los precios de los contratos. Pero la principal inquietud es cómo va a afectar esta situación al empleo temporal, pues buena parte de la plantilla de los hoteles que en otras circunstancias ya habría comenzado a trabajar todavía no sabe cuándo se incorporará. Para salvar la cuenta de resultados, las empresas han recortado a la mínima expresión las inversiones que tenían previsto efectuar durante el pasado invierno en reformas y obras de mejora de sus establecimientos, lo que ha pasado factura a la construcción.
Lleno total. Así es como los hoteleros ibicencos definieron ayer la situación en sus alojamientos turísticos durante los días de Semana Santa. «Podríamos hablar de una tasa de ocupación del 95% por no decir del 100% de las plazas hoteleras que están abiertas actualmente», aseguró el presidente de los empresarios de establecimientos turísticos de Sant Antoni, Joan Bufí. Sus palabras fueron corroboradas por el presidente de la Federación hotelera de Eivissa y Formentera, Pedro Matutes. «Se puede decir que el tercio de la planta que está abierta ha tenido durante estos cuatro días una ocupación muy elevada», indicó el hotelero ibicenco, quien también añadió que estos datos eran «lo normal y lo esperado», sobre todo teniendo en cuenta el escaso porcentaje de hoteles que decidió adelantar el comienzo de la temporada al mes de abril. «Si la tasa de ocupación es tan alta es porque hay poca planta abierta. Hace dos años la Semana Santa se celebró también en abril y el 25% de los hoteles abrió sus puertas. (I.R./R.G./M.A.R., Diario El Mundo-El Día de Baleares, 21/04/03)
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