Aragón: el personal ocupado en hoteles cae un 28%

En la hostelería, la afiliación media en Aragón a la Seguridad Social pasó de 40.511 personas en 2019 a 33.818 en el primer semestre del 2021, un 16% menos.

Según explicaron en la presentación del informe la secretaria general de la Federación de Servicios del sindicado, Marta Laiglesia, y el secretario de organización, Gerardo Montori, los ERTE han contribuido a mantener en buena parte la afiliación.

Sin embargo, el informe también muestra datos como los del personal ocupado en hoteles aragoneses, que pasaron de 3.648 trabajadores en junio de 2019 a 2.622 en el mismo mes de este año, es decir, un 28% menos.

De hecho, el impacto de la COVID-19 ha condicionado en grado sumo la actividad turística durante 2020 y lo que llevamos de 2021, aunque de forma desigual en los distintos subsectores del alojamiento.

Mientras los campings, los apartamentos turísticos y los establecimientos de turismo rural han mantenido datos aceptables en los periodos estivales, los hoteles no han conseguido en ningún momento acercarse a cifras previas a la crisis.

Por eso, a pesar de la paulatina reactivación, el sindicato alerta en su informe de que todavía se mantiene un número considerable de ERTE, especialmente en el alojamiento hotelero, donde a finales de julio se contaban 524 expedientes (85 en Huesca, 95 en Teruel y 344 en Zaragoza).

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Concentración de las asociaciones empresariales de Aragón en la estación de esquí turolense de Valdelionares, el pasado 12 de diciembre.

Bares y restaurantes

Por otra parte, los establecimientos de bebidas aglutinan una buena parte de los ERTE del sector, con 918, seguidos por los restaurantes y puestos de comida, con 692 expedientes.

Como señalan en el informe, en este escenario, en el que las fórmulas suspensivas y de reducción de jornada han evitado un "impacto mucho mayor", resulta estratégico garantizar que el sector turístico y sus trabajadores tengan soporte económico suficiente para "aguantar el tirón".

Con la llegada de los ERTE, uno de los grandes problemas que ha encontrado el sindicato es que muchos empleados de bares y restaurantes estaban cotizando un 20-30% menos de horas que las de trabajo real, cuya diferencia pagaban la mayoría de las veces en B.

"Todas esas personas han pasado a cobrar en los ERTE el 70%, pero de lo que se les cotizaba. Entonces, la disminución de sus ingresos ha sido todavía más acusada y nos hemos encontrado con situaciones realmente dramáticas", ha relatado Laiglesia, quien urge la profesionalización del sector para que deje de ser un lugar "de paso".

Falta de mano de obra

En cuanto a la falta de mano de obra en algunas partes de Aragón, la secretaria general de la federación ha señalado que va unida a las condiciones de trabajo y la precariedad del sector, en el que, ha recalcado, también trabajan profesionales que llevan "toda la vida".

Entre las prácticas que encuentran en la asesoría de CCOO se encuentran modificaciones de horarios de un día para otro, recepción de horarios por WhatsApp de la semana el domingo por la noche o contratos que estipulan el Salario Mínimo Interprofesional para, por ejemplo, un jefe de cocina, que debe ser mejor remunerado.

"Tenemos un espectro de incumplimientos laborales en el sector de la hostelería que se ve en muy pocos. Son muchos los empresarios, sin embargo, que hacen bien las cosas y se tienen que dar cuenta de que sus compañeros que no lo hacen son competencia desleal, al contar con una masa salarial menor", ha señalado por su parte Montori, en referencia al "desprestigio del sector" que suponen estas malas prácticas.

En este sentido, recientemente, CCOO ha suscrito un acuerdo en el convenio colectivo de hostelería de Zaragoza que recoge un compromiso mínimo de incremento salarial del 0,6 % para el año 2022, pudiendo llegar hasta el 1,5 % en función de variables de crecimiento económico de la hostelería.