Retrasos y 30 € más por pasaje, efectos de la liberalización de las torres

Los representantes de USCA se reunieron con directivos de las cámaras de Comercio de La Coruña, Santiago y Vigo para trasladarles datos "profesionales y rigurosos" de Aena y Eurostar que demuestran que la situación planteada.

El pasado 28 de septiembre, el Consejo de Administración de Aena Aeropuertos adjudicó a Ferronats -consorcio creado por Ferrovial y la británica NATS-- el servicio de control de las torres de A Coruña y Vigo, en dos lotes que incluían a otros ocho aeropuertos. El lote 3 se adjudicó a Saerco, primera empresa privada en obtener la certificación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), como proveedor de servicios de tránsito aéreo, que prestará el servicio en Lanzarote, Fuerteventura y La Palma.

El sindicato de los controladores aéreos españoles ha venido realizando encuentros con dirigentes políticos y empresariales de distintas regiones. En Galicia se entrevistaron con diversos grupos partidistasy en Canarias, Baleares y Valencia con representantes sector turístico.

"Estamos informando de cuáles pueden ser las consecuencias, de forma que, por lo menos, los agentes interesados reflexionen y puedan exigir al Ministerio de Fomento y a Aena Aeropuertos den explicaciones de por qué la liberalización se está haciendo con tanto apuro", ha destacado portavoz nacional de USCA, Javier Zanón.

Incremento de 28 tasas

USCA advierte de que una de esas "probables consecuencias” de la liberalización será el incremento de 28 tasas, salvo la de navegación que, según el presidente de Aena, se va a reducir casi un 15%, una disminución que el sindicato calcula en unos 58 céntimos por billete. "Se está olvidando de que hay otras 28 tasas más que son las que han cambiado en un Real Decreto y a partir de ahora pasan a ser de Derecho Privado". En este caso, USCA calcula que el aumento será del 400% que tendrá una incidencia en las tarifas aéreas de entre 15 y 30 euros por billete.

Por otra parte, USCA destaca como segundo efecto de la liberalización de las torres de control es el colapso del sistema de navegación aérea “si el proceso se desarrolla de esta manera tan rápida", lo que no permite a su vez una rápida contratación de los controladores de torre "que han salido de la nueva hornada” para sacar a controladores que están ahora en las torres y poder llevarlos al centro de control, que es donde se generan las demoras.

Fomento y Aena cerraron el espacio

En relación con el juicio que se sigue por el cierre del espacio aéreo en diciembre de 2010, Javier Zanón ha referido que, “al estar imputados, podemos defendernos y presentar ingente documentación que va a demostrar que nosotros no tuvimos nada que ver en ese asunto y que hubo un cierre patronal como la copa de un pino que efectuaron Fomento y Aena".

Puntualizó expresando su convencimiento de que los trabajadores serán exculpados.

Según los controladores

Retrasos y 30 € más por pasaje, efectos de la liberalización de las torres según los controladores

USCA responsabiliza a Aena del cierre del espacio aéreo

La liberalización de torres de control provocará mayores retrasos como consecuencia de un "probable colapso" del sistema aeroportuario en 2012 y un incremento de hasta 30 euros por pasaje; según la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA).

Los representantes de USCA se reunieron con directivos de las cámaras de Comercio de La Coruña, Santiago y Vigo para trasladarles datos "profesionales y rigurosos" de Aena y Eurostar que demuestran que la situación planteada.

El pasado 28 de septiembre, el Consejo de Administración de Aena Aeropuertos adjudicó a Ferronats --empresa creada por Ferrovial en alianza con la participada británica NATS-- el servicio de control de las torres de A Coruña y Vigo, en dos lotes que incluían a otros ocho aeropuertos.

El lote 3 se adjudicó a Saerco, la primera empresa privada en obtener la certificación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, AESA, como proveedor de servicios de tránsito aéreo, que prestará el servicio en Lanzarote, Fuerteventura y La Palma.

El sindicato de los controladores aéreos españoles ha venido realizando encuentros con dirigentes políticos y empresariales de distintas regiones. En Galicia se entrevistaron con diversos grupos partidistasy en Canarias, Baleares y Valencia con representantes sector turístico.

"Estamos informando de cuáles pueden ser las consecuencias, de forma que, por lo menos, los agentes interesados reflexionen y puedan exigir al Ministerio de Fomento y a Aena Aeropuertos den explicaciones de por qué la liberalización se está haciendo con tanto apuro", ha destacado portavoz nacional de USCA, Javier Zanón.

Incremento de 28 tasas

USCA advierte de que una de esas "probables consecuencias” será el incremento de 28 tasas, salvo la de navegación que, según el presidente de Aena, se va a reducir casi un 15%, una disminución que el sindicato calcula en unos 58 céntimos por billete. "Se está olvidando de que hay otras 28 tasas más que son las que han cambiado en un Real Decreto y a partir de ahora pasan a ser de Derecho Privado". En este caso, USCA calcula que el aumento será del 400% que tendrá una incidencia en las tarifas aéreas de entre 15 y 30 euros por billete.

Por otra parte, USCA destaca como segundo efecto de la liberalización de las torres de control es el colapso del sistema de navegación aérea “si el proceso se desarrolla de esta manera tan rápida", lo que no permite a su vez una rápida contratación de los controladores de torre "que han salido de la nueva hornada” para sacar a controladores que están ahora en las torres y poder llevarlos al centro de control, que es donde se generan las demoras.

Fomento y Aena cerraron el especio

En relación con el juicio que se sigue por el cierre del espacio aéreo en diciembre de 2010, Javier Zanón ha referido que, “al estar imputados, podemos defendernos y presentar ingente documentación que va a demostrar que nosotros no tuvimos nada que ver en ese asunto y que hubo un cierre patronal como la copa de un pino que efectuaron Fomento y Aena".

Puntualizó expresando su convencimiento de que los trabajadores serán exculpados.