Cuba trabaja por un turismo de paz, de salud y de seguridad para todas las edades, aseguró Ibrahim Ferradaz, ministro del sector, quien informó que el año pasado uno de cada ocho vacacionistas que recibió el país tenía 60 años o más, por lo cual las entidades turísticas se preparan para atender una cantidad mucho mayor de visitantes en ese segmento de edad.
Cuba trabaja por un turismo de paz, de salud y de seguridad para todas las edades, aseguró Ibrahim Ferradaz, ministro del sector, quien informó que el año pasado uno de cada ocho vacacionistas que recibió el país tenía 60 años o más, por lo cual las entidades turísticas se preparan para atender una cantidad mucho mayor de visitantes en ese segmento de edad. Al intervenir en el Congreso Internacional sobre Longevidad Satisfactoria, en el que participan cerca de 160 delegados de 11 naciones en La Habana, dio a conocer los preparativos de la Isla para dar respuesta y satisfacer una nueva tendencia en la industria turística mundial: la participación de cada vez superior de personas de mayor edad en los viajes. "Los proyectos de remodelación y de nuevas instalaciones deben eliminar todas las barreras arquitectónicas, diseñar muebles ergonómicos, incrementar la iluminación en pasillos, restaurantes y habitaciones, así como en áreas de acceso", dijo. Apuntó Ferradaz que entre 1997 y el 2001 la tasa de crecimiento anual de los turistas mayores de 60 años fue del 10% y quintuplicó el ritmo de incremento del flujo total de viajeros. También subrayó que en esa dos terceras partes del crecimiento global de turistas lo aportaron las personas mayores de 60 años, quienes aumentaron su participación del 17 al 22%. "En Francia, Canadá, Estados Unidos y Japón, la participación de los llamados turistas seniors (mayores de 60 años) se encuentra entre el 27 y el 30% del total de los turistas que emiten." Acotó que aunque el flujo de viajeros internacionales retrocedió por la combinación de crisis económica, los atentados en Nueva York y la guerra en Afganistán, "no sucedió así con los turistas mayores de 60 años", cuyo número continuó creciendo, pasando de 136 millones en el 2000 a 149 millones en el 2001, en tanto los vacacionistas menores de 60 años se contrajeron en 21 millones. Ferradaz llamó a que la labor promocional del turismo cubano no puede diseñarse sin tomar en cuenta el segmento creciente de viajeros de mayor edad, e enfatizó en que la capacitación del personal resulta clave para satisfacer los requerimientos de los vacacionistas seniors. Entre las acciones que ya ha tomado Cuba destacó la comercialización del turismo de larga estancia, una medida de carácter general, pero muy apreciada por personas jubiladas que deseen pasar largas vacaciones en la Isla. (HOSTELTUR/Cuba)
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