Los británicos tienen otra vez ganas de viajar. Dos semanas después de la entrada de las tropas norteamericanas en Bagdad y el final de la guerra, el mercado turístico del Reino Unido ha vuelto a recuperar el pulso. Las reservas para el verano se realizan ya al ritmo que tenían antes del conflicto y la perspectiva para el verano es optimista, según han adelantado a este periódico fuentes de los principales touroperadores británicos.
Los británicos tienen otra vez ganas de viajar. Dos semanas después de la entrada de las tropas norteamericanas en Bagdad y el final de la guerra, el mercado turístico del Reino Unido ha vuelto a recuperar el pulso. Las reservas para el verano se realizan ya al ritmo que tenían antes del conflicto y la perspectiva para el verano es optimista, según han adelantado a este periódico fuentes de los principales touroperadores británicos.
En sólo dos semanas el paisaje ha cambiado por completo. Ya no se escucha 'el mercado está muerto', la frase que más se repetía tras cada consulta mientras caían las bombas en Bagdad. Todo indica que este verano habrá más turistas británicos que en 2002. La cifra de ventas acumuladas para el verano es mejor que la del año pasado a pesar de que los efectos de la guerra sobre las reservas en marzo y la primera semana de abril fueron devastadores. Durante marzo, las ventas de paquetes cayeron en general un 16 por ciento, con una bajada de las reservas hacia España del 11 por ciento. Las caídas fueron más graves en los tres principales competidores: Grecia perdió el 22 por ciento; Chipre, el 51, y Turquía, el 70. Sin embargo, las ventas del pasado invierno ya habían sido buenas, mucho mejores que las del invierno anterior, muy afectadas por los atentados del 11 de septiembre. Ello permitió que el acumulado para el verano no presentara número rojos en ningún momento a pesar del freno en las reservas provocado por la guerra. Los informes de la consultora ACNielsen -un verdadero manual de consulta para los ejecutivos comerciales de los touroperadores- señalan en el acumulado de ventas hasta marzo una subida del 3 por ciento sobre el año pasado en todo el mercado. Si se consideran sólo las ventas hacia destinos españoles, el crecimiento es del 8 por ciento. Los mejores resultados los ofrece la Península, con la Costa del Sol en primer plano, donde la subida de las reservas es del 16 por ciento. Canarias crece un 6 por ciento y Baleares, un 5. Las cifras serían todavía mejores si no fuera por el parón de marzo. Seguramente a finales de abril el balance será mejor. La mejora no es general. Los tres principales países competidores en este mercado presentan caídas en las ventas acumuladas. España sale reforzada de la crisis, ya que ha conseguido aumentar su peso turístico en el Reino Unido. De las más de cinco millones y medio de reservas realizadas hasta marzo para el próximo verano, 2.280.000 lo han sido para destinos españoles. (H.B., diario Sur, 24/04/03)
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