¿De verdad Pololikashvili quiere llevarse la sede de la OMT a Riad?
Siguen sonando fuerte los rumores de un posible cambio de ubicación: ¿se trata de filtraciones interesadas o realmente hay algo más que una ofensiva diplomática y la voluntad política de Arabia Saudí?
Publicada 01/09/21Análisis/ Los medios generalistas españoles siguen dándole vueltas a la posibilidad de que la sede de la Organización Mundial del Turismo (OMT, UNWTO por sus siglas en inglés) cambie Madrid, donde se instaló en 1975, por Riad, la capital de Arabia Saudí. A principios de agosto fueron La Razón, con un artículo de Germán Porras, exdirector de Turespaña, y El País. Ahora han sido El Mundo y Voz Pópuli. En el otro plato de la balanza, dos artículos de Ignacio Vasallo, fundador y primer director general de Turespaña, primero en El Economista y ahora en HOSTELTUR, dando su visión sobre que realmente Riad tiene muy pocas opciones de que el cambio se produzca. Sin embargo, según Voz Pópuli, el actual secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, quien obtuvo el apoyo de España en su reelección, está de acuerdo con el cambio de sede. HOSTELTUR se ha puesto en contacto con la OMT para preguntarles sobre todo ello, pero de momento no hemos obtenido respuesta.
¿Hay algo cierto en los rumores repetidos e insistentes de que la OMT podría trasladar, tras su asamblea de finales de año, la sede de la organización de Madrid a Riad? Es difícil de asegurar.
Por un lado la OMT no ha respondido a las preguntas de HOSTELTUR sobre esta posibilidad y si es cierto o no que el secretario general, el georgiano Zurab Pololikashvili, esté de acuerdo con el cambio de sede de España a Arabia Saudí.
Lo que sí sabemos es que en este momento, en el orden del día de la Asamblea General de la OMT, que tendrá lugar en diciembre en Marrakech, no figura ningún punto relativo al cambio de sede. Repito, al menos en este momento porque la asamblea es soberana y podría debatir allí mismo la modificación del orden del día para incluir un punto nuevo. Igual que podría decidir si una votación se hace a mano alzada, como es usual, o bien en secreto. Sea como sea, ambas posibilidades no son lo habitual, pero existen.
Riad va a por todas
Sin embargo, también sabemos que la voluntad política de Riad es convertirse en el hub aéreo entre Oriente y Occidente, y revertir su realidad actual de una economía basada en el petróleo para convertirla en una economía basada en el turismo, actividad que según los planes del príncipe heredero Mohamed Bin Salman deberá pasar del 1% del PIB actual al 10% en un plan que va hasta 2030.
En este artículo pueden leer los detalles del proyecto de infraestructuras que tiene el país ¿Riad lo tiene difícil para llevarse la sede de la OMT de España?, con 3.000 millones de dólares a invertir en los próximos años en la construcción de hoteles, aeropuertos, viviendas y hasta ciudades enteras, con la futurista NEOM como avanzadilla.
Lo que vienen publicando los medios generalistas suena, en ocasiones, a ganas de darle una patada al Gobierno de Pedro Sánchez, pero utilizando para ello el trasero de la OMT
Las supuestas razones
Según Voz Pópuli, el nuevo ministro de Exteriores José Manuel Albares estaría intentando "apagar un incendio" diplomático provocado por la falta de visión de las ministras de Turismo, Reyes Maroto, y de la ex responsable de Exteriores, Arancha González Laya, quienes apoyaron la reelección de Pololikashvili en la OMT sin saber, ni sospechar, que éste ya tenía en mente el cambio de sede de Madrid por Riad, siempre según este periódico.
La estrategia de Arabia Saudí ya ha dado resultados parciales, puesto que en mayo, cuando empezaron la ofensiva diplomática, "ya consiguieron que se instalara allí el Centro Regional de la OMT para Oriente, el primero que se crea", según Ignacio Vasallo
El artículo del citado medio se pasea por varios errores del Gobierno que nada tienen que ver, en realidad, ni con la OMT ni con el cambio de sede, como "la falta de iniciativa española para la recuperación del turismo", y el error de la ex secretaria de Estado, Isabel Oliver, con los sellos Covid. Oliver, por cierto, trabaja ahora en la OMT.
Claro que "el turismo es una industria clave para España", como concluye el artículo, pero esto no tiene nada que ver con la OMT o con el hecho de que la sede de este organismo de la ONU esté en Madrid o en Tombuctú. Y como dice Ignacio Vasallo, el hecho de que esté en Madrid no convierte a la capital de España en la capital del turismo mundial...
La capital mundial del turismo
Asegura Vasallo en este artículo publicado en HOSTELTUR, La capital mundial del turismo:
"Desde un punto de vista turístico el asunto es intrascendente. El sector, tanto internacional como español, no se siente concernido por este asunto. Tan solo el presidente de la Mesa del Turismo, de escasa representación, ha señalado que sería un fracaso, puesto que, entre otras cosas, perderíamos la capitalidad mundial del turismo.
La prensa conservadora aceptó ese argumento que no se basa en la realidad
Ni España se convirtió en la capital mundial del turismo cuando obtuvo la sede en 1975 -la necesitaba por cuestiones de imagen al final del franquismo-, ni Riad lo sería en el caso -improbable, en mi opinión-, de que lograra el cambio.
Y es que la sede de un organismo internacional es solo un lugar geográfico donde trabajan los funcionarios y se reúnen las comisiones. En su localización influyen más factores logísticos e históricos que los relacionados con el contenido de su área de actuación".
Fin de la cita.
¿Preocupación en Europa?
Por su parte, el reciente artículo de El Mundo recoge la supuesta "preocupación" que "ha llegado a Europa", aunque en realidad se refiere al grupo liberal del Parlamento Europeo, formado por un centenar de diputados y llamado "Renew Europe".
El portavoz de Transporte y Turismo del grupo, y diputado español de Ciudadanos, José Ramón Bauzá, firma en nombre de todos ellos una carta enviada a Josep Borrell, jefe de Política Exterior de la UE, y a Thierry Breton, comisario de Mercad Interior, pidiendo que el cambio de sede de la OMT "se evite a toda costa" pues "supondría un golpe terrible para la economía europea".
"Ni Europa ni España pueden permitirse perder la sede de la OMT", asegura el escrito, y recuerda, según este medio, que "Europa tiene tres de las cinco potencias turísticas del mundo, como son España, Francia e Italia", por lo que "es impensable que la sede no siga estando en Madrid. No podemos asumir riesgos y éste es real", asegura.
Bien, otra cosa que sabemos sobre esto en concreto es que Estados Unidos, una de las potencias turísticas del mundo que no están en Europa, tampoco está en la OMT. Igual que no son miembros algunos de los grandes emisores de turistas del mundo: Gran Bretaña, Irlanda, Bélgica y los cinco países nórdicos.
¿Un error de quién?
Al margen de todo ello, política y diplomáticamente, ciertamente sería un gran fallo del Gobierno de España dejar que la OMT se llevara su sede no ya a Arabia Saudí, sino a cualquier otro país.
Irse a Riad, en este caso, sería un error histórico también, pero atribuible solamente a la OMT y sus miembros, en caso de votar el cambio de sede a un país que es acusado anualmente en los informes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch de violación de derechos humanos, con frecuentes denuncias a su política respecto a las mujeres, como recoge Ignacio Vasallo.
El sector y la OMT
El sector, la industria turística, no está directamente implicada en la OMT. Son dos caminos paralelos que se acercan en múltiples ocasiones en eventos, en el estudio de informes y estadísticas, en programas concretos, pero que seguirán marchando en paralelo tanto si la OMT se queda en Madrid como si se va.
Desde luego, prefiero que se quede, es lógico y coherente que la sede de este organismo esté en España, ya que es donde se instaló en 1975. No veo motivos para que, en ningún caso, esto tenga que cambiar
No puedo dejar de pensar, ante tanto revuelo, que si la sede de la OMT estuviera en Francia, por ejemplo, nadie cuestionaría desde dentro su permanencia, ni pondría palos en las ruedas, ni fomentaría rumores favorables a su traslado, aunque fuera para luego erigirse en abanderado de su permanencia.
En España, como yo lo veo, a veces somos poco patriotas, tenemos poca visión de Estado y el bien común suele quedar relegado bajo otros intereses, y mientras a nuestro adversario le vaya mal, la cuestión de cómo nos va a todos, cómo le va al país, no nos interesa demasiado. Nos gusta jugar con fuego, aunque salgamos chamuscados.
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