Las Kellys de Benidorm denuncian sobrecarga laboral y quieren un sindicato
Publicada 21/09/21
Este verano han circulado en redes sociales fotografías de habitaciones de hotel en condiciones deplorables. Han sido las propias camareras de piso de Benidorm quienes las han publicado, cansadas de denunciar la situación a la que están sometidas cotidianamente en su trabajo. El 27 de septiembre, coincidiendo con el Día Internacional del Turismo, las Kellys de Benidorm han convocado una concentración contra la sobrecarga laboral y piden también que el convenio colectivo especifique, en forma clara, los temas de prevención de riesgos, exigiendo estudios ergonómicos psicosociales.
En seis horas una camarera de piso tiene que limpiar entre 23 y 25 habitaciones, trabajo que también incluye pasillos y ascensores y la desinfección de todo lo que pueda llegar a tocar un huésped, cumpliendo con los protocolos sanitarios que se han creado por la pandemia de COVID-19.
Las Kellys denuncian que los hoteleros “no han tenido en cuenta que la desinfección lleva un tiempo” y, lejos de reducir el volumen de habitaciones diarias, su trabajo se ha vuelto más pesado con la pandemia
“Los hoteles venden habitaciones limpias y las que limpiamos somos las camareras de piso, por eso consideramos que también hacemos posible que la industria turística funcione”, dice a HOSTELTUR noticias de turismo Yolanda García, portavoz de la Asociación Kellys Benidorm, sin embargo considera que su trabajo parece invisible porque las necesidades físico y psicosociales de las Kellys no son tenidas en cuenta.
A finales de octubre se firma un nuevo convenio colectivo y por eso están elevando su malestar: “Queremos un convenio donde se refleje la ley de prevención de riesgos laborales, donde quede en claro que es obligatorio hacer los estudios ergonómicos y psicosociales para calcular los ritmos de trabajo”, comenta Yolanda García.
A su vez, agrega que entre las peticiones de las camareras de piso de Benidorm, y de toda la Costa Blanca, figura que el nuevo convenio atienda el tema de la externalización.
Sobrecarga laboral
El número de habitaciones que cada camarera de piso tiene que realizar durante su jornada laboral “depende de cada hotel”, de su tamaño y de su categoría, pero en promedio ronda las 25. En jornadas de seis horas eso se traduce en una habitación cada 14,4 minutos.
Hace poco más de un mes en la cuenta oficial de Twitter las Kellys de Benidorm mostraban “algunas de las condiciones de las habitaciones que nos podemos encontrar” en un hotel de 4 estrellas, poniendo sobre la mesa el estrés que eso supone, ya que tienen un tiempo promedio para limpiar, ordenar y desinfectar.
“No es lo mismo un hotel de 4 estrellas que uno de 3, y no es lo mismo una habitación de salida que una de entrada. La ley de prevención de riesgos dice que en todos hoteles se tienen que hacer los estudios ergonómicos y psicosociales para calcular los ritmos y tener una planificación de trabajo para las camareras de piso. Lo que no se puede hacer es entregar un papel con 23 o 25 habitaciones ‘y apáñatelas como puedas’. Nadie te va a quitar habitaciones porque te encuentras una habitación en pésimas condiciones, que es lo más normal en verano, sino que tienes que cumplir con el parte de trabajo”, cuestiona García.
“Un técnico tiene que determinar cuánto tiempo lleva hacer una habitación para luego establecer el número total y que el trabajo no termine lesionándonos y creando una enfermedad crónica”. Esta es una de las principales peticiones de las camareras de piso de cara al nuevo convenio de trabajo que, tendría que haberse firmado en 2020 pero se pospuso un año por la pandemia, regirá por los próximos cuatro años.
Según un estudio del Invassat citado por la vocera de las Kellys de Benidorm, “el 65% de las camareras de piso terminamos con dolencias crónicas, eso es mucho. Con 10 años de trabajo estamos destrozadas, tenemos compañeras operadas de hombres, manos y todo eso sin hablar del estrés”.
Por eso, plantea que el número ideal de habitaciones por jornada laboral debería ser de 15, es decir unas 10 menos que ahora
“Antes de la pandemia la carga de trabajo ya era una de nuestras quejas principales. Fui invitada a la mesa por la reconstrucción social en el Congreso de los Diputados y expuse que no podíamos volver a la nueva normalidad con esta carga y ha pasado lo que temíamos: ha quedado en nada”, comenta Yolanda García.
El miedo a la externalización
Por otra parte, Yolanda García reconoce que en Benidorm “el tema de la externalización está yendo más despacio, pero está y no queremos que eso crezca".
"Somos las que limpiamos la habitación y hacemos posible que el hotelero las venda, entonces por qué no nos quieren en sus plantillas”, se pregunta y plantea la necesidad de que el próximo convenio colectivo de trabajo se asemeje al de Tenerife o las Islas Baleares, "donde todos los empleados del hotel deben estar contratados directamente".
Camino al propio sindicato
La Kellys de Benidorm quiere seguirle los pasos a sus colegas de Barcelona y crear su propio sindicato, porque consideran que UGT y las Comisiones Obreras "no han luchado lo suficiente" en favor de los reclamos de las camareras de piso, y eso pasa porque "la mayoría no sabe ni cómo se hace una habitación".
“Como asociación hay cosas en las que estamos muy limitadas y como sindicato podríamos tener más opciones y capacidad de actuación dentro de los propios hoteles”, comenta Yolanda García, remarcando que “estamos buscando abogados laboralistas que nos respalden”
En el convenio que se firmará el mes próximo dependerán de lo que negocien los sindicatos actuales, pero confían que para el próximo ya tendrán peso propio.
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