La llegada de turistas de cruceros norteamericanos a España, principalmente a Barcelona, ha descendido en un 70% desde el pasado mes de enero debido a la guerra de Irak, lo que se compensará con el aumento de europeos, y ha obligado a las compañías a realizar importantes rebajas de precios.
La llegada de turistas de cruceros norteamericanos a España, principalmente a Barcelona, ha descendido en un 70% desde el pasado mes de enero debido a la guerra de Irak, lo que se compensará con el aumento de europeos, y ha obligado a las compañías a realizar importantes rebajas de precios.
Según ha explicado a Efe el director de Latitud 4, Antonio Wangüemer, cuando parecía que el sector ya se había recuperado de las consecuencias del 11 de septiembre "se empezó a hablar de la amenaza de una guerra contra Irak y, aunque la guerra ha durado unas semanas, llevábamos meses hablando de ella". El conflicto de Irak ha provocado un cambio en el perfil del crucerista que sale de Barcelona y viaja por el Mediterráneo, de forma que mientras que el año pasado los americanos representaban un 60% de los turistas y el resto de pasaje se completaba con europeos y españoles, ahora estos últimos ocupan el 80% de los barcos y los americanos el 20% restante. A pesar de que el descenso de norteamericanos se compensará con europeos y el número de cruceristas de este año será similar al de 2002, las compañías se han visto obligadas a rebajar "considerablemente" los precios para atraer clientes. "El objetivo de las compañías es llenar los barcos y han tenido que bajar los precios, debido también a que la economía no pasa por un buen momento, lo que repercutirá en los resultados de estas empresas", señala Wangüemer. Los cruceros son un mercado emergente en España, el que registra un mayor crecimiento de Europa, y se está imponiendo como una nueva manera de hacer vacaciones. Hace algunos años hacer un crucero era algo reservado para unos pocos privilegiados y hoy la diversidad de ofertas lo pone al alcance de la mayoría de la población. El director general de Costa Cruceros, una de las principales navieras que trabaja exclusivamente con cruceristas españoles, Lluís Grau, ha dicho a Efe que durante la primera semana de guerra en Irak las reservas de los turistas de crucero españoles cayeron un 40%, pero que en los últimos días el sector se está recuperando poco a poco. Grau también ratifica que el mercado de cruceros ha evolucionado bastante en los últimos años y que ahora hay turistas durante todo el año, con un perfil de lo más variado. "En verano viajan más familias y novios, mientras que en invierno los clientes son de edad más avanzada, profesionales y clientes con mayor poder adquisitivo", señala Grau, cuyos barcos navegan por el mediterráneo, norte de Europa, Canarias y Caribe. Una de las reclamaciones del sector es la necesidad de que un organismo oficial realice una clasificación de los cruceros que determine, por ejemplo, las características tiene que cumplir un crucero de lujo. "Ahora mismo se anuncian cruceros de lujo por 400 euros y eso no puede ser", dice Wangüemer, que pide que se unifiquen criterios para diferenciar las distintas categorías de los cruceros.
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