Aplicaciones del internet de las cosas en los hoteles

La tecnología e internet en sí han cambiado. El ancho de banda aumenta de manera exponencial con crecientes conductos de los proveedores de la red y la incorporación del 4G, así como la caída de precio en los costes de los componentes, están haciendo que la conectividad se haya convertido en un elemento estándar, incluso para los procesadores que cuestan menos de una libra (1,20 euros).

Prueba de esta creciente conectividad está el hecho de que en 2013 había aproximadamente un dispositivo conectado a internet por persona en el planeta, pero para 2020 este ratio se incrementará hasta nueve aparatos por persona con una población mundial de 8.000 millones de personas ese año. Actualmente 80 aparatos se conectan a internet cada segundo, mientras que en 2020 lo harán 250.

Estas cifras pueden parecer bastante desalentadoras para un hotel que está luchando para mantenerse al día con las demandas de banda ancha de sus clientes, pero no son malas noticias del todo para estos establecimientos.

Utilidades del internet de las cosas aplicado a la vida cotidiana. Fuente: HOSPA.

Por ejemplo, la utilización de nuevos frigoríficos inteligentes significará que los hoteles no se puedan quedar sin existencias, ya que el propio aparato tendrá la habilidad de hacer un nuevo pedido cuando se agote el producto, sin necesidad de interacción humana, permitiendo así al chef concentrarse en lo que sabe hacer mejor. Asimismo el frigorífico conectado podrá avisar al cocinero a través de su smartphone cuando la temperatura se haya elevado por encima del nivel normal para prevenir así que los productos se estropeen.

En esta misma línea, los minibares conectados podrán autoabastecerse cuando el producto se haya retirado, avisando de la necesidad de recarga, y almacenar luego los datos en el perfil del cliente para asegurarse de que sus bebidas favoritas se encuentran disponibles en su habitación para su próxima visita, o incluso ayudar a crear la versión del IoT del servicio de habitaciones que cada hotel está intentando reinventar.

Wearables

La tecnología ‘wearable’, como los relojes y las gafas inteligentes, permitirá mejorar la experiencia del cliente porque el dispositivo puede detectar quién es utilizando reconocimiento facial tan pronto como entre en el hotel, informando a su personal, por ejemplo, de cuándo realizó su última estancia, a qué hora quiere que le despierten, si prefiere comunicarse en su idioma o si es miembro del club de fidelización; pudiendo presentarle así ofertas personalizadas basándose en esta información.

El internet de las cosas une a las personas, procesos, datos y cosas para hacer conexiones de red más relevantes y valiosas que nunca, y el impacto en los hoteles no es diferente al que ejerce en tu casa, tu puesto de trabajo o tu coche. A través del IoT la información se convierte en acciones que crean nuevas capacidades, experiencias de cliente más enriquecedoras y oportunidades económicas sin precedentes para los hoteles.

La industria hotelera debería trabajar para beneficiarse del IoT, ya que está en la vanguardia de utilizarlo para mejorar la experiencia del cliente y aumentar la eficiencia operativa. Pero el primer paso, según apuntan desde HOSPA (Hospitality, Revenue and IT Professionals), es conseguir un servicio “decente” de wifi gratis en todos los hoteles y después conseguiremos alcanzar el “internet de las cosas en hoteles”.