Los destinos de costa mejoran en rentabilidad gracias al turismo nacional
Los ingresos del verano fueron un 40,4% inferiores al nivel previo a la crisis, con Canarias, Baleares y la costa catalana como las zonas más perjudicadas por la caída de las ganancias en los hoteles
Publicada 12/11/21- En los meses de verano los destinos del litoral mediterráneo, Baleares y Canarias aún experimentaron una caída del 37,8% en sus ingresos
- El 18,6% de la planta hotelera estuvo cerrada en verano y la ocupación media de los establecimientos abiertos fue del 57,4%
- Algunas zonas del norte de España con mayor presencia del mercado nacional registraron ingresos superiores a los del verano de 2019
El pasado verano supuso el inicio de la recuperación de la normalidad, según destaca Exceltur, aunque los ingresos turísticos, teniendo en cuenta los datos de los establecimientos hoteleros, estuvieron un 40,4% por debajo de los registrados en 2019 -agosto fue el mes más favorable, cuando dicho índice estuvo un 23,7% por debajo de los niveles previos a la crisis sanitaria-, de acuerdo con el Barómetro de la Rentabilidad y el Empleo de los Destinos Turísticos Españoles, elaborado por el citado lobby turístico, con datos de junio a septiembre, comparados con la temporada estival anterior a la crisis sanitaria. Las zonas más perjudicadas fueron Canarias, Baleares y la costa catalana, muy expuestas a la evolución de la demanda extranjera.
La positiva evolución de los ingresos se apreció de forma más intensa en los destinos vacacionales, con un descenso del 37,8%, mientras en los destinos urbanos, la caída fue del 46,7%. La mejora de tarifas en los enclaves de mayor presencia española favoreció a los lugares de costa.
El 18,6% del total de la planta hotelera de los destinos analizados -84 frente a los 105 que suelen integrar habitualmente el barómetro de Exceltur- se mantuvo cerrada en verano y la ocupación media de los establecimientos abiertos fue del 57,4% frente al 75,8% registrado antes de la pandemia de la COVID-19, con un RevPAR medio (ingreso medio diario por habitación disponible) de 58,3 euros, lo que supuso una reducción del 23,2%.
En los destinos con mayor presencia del mercado nacional, como Andalucía y Comunidad Valenciana, la apertura de hoteles fue casi total, mientras fue más reducida en destinos de la costa de Cataluña, en Baleares y Canarias.
Los destinos vacacionales afrontaron un verano con una tónica de recuperación. El mes más favorable fue agosto, cuando la reducción de los ingresos fue del 23,7%, el nivel más cercano a la normalidad desde que comenzó esta situación.
Asimismo, algunas zonas del norte de España con mayor presencia del mercado nacional registraron niveles de ingresos superiores a los del verano de 2019, como es el caso de la Costa Verde asturiana (+9,5% ingresos) o la Costa A Mariña lucense (+4,1%) y las Rías Baixas gallegas (-4,5%). Los destinos vacacionales del País Vasco presentaron un nivel de ingresos inferior al prepandémico, pero con caídas menos intensas que en los destinos vacacionales.
Los hoteles vacacionales que abrieron en verano registraron un nivel de RevPAR agregado inferior al prepandemia (73,5 euros, un 20% por debajo de 2019), con una ocupación un 28% menor. Sin embargo, los precios fueron un 11,2% más elevados, debido a la venta de productos de mayor coste gracias a una notable demanda puntual de turistas de alta capacidad adquisitiva, que han incrementado sus niveles de ahorro durante los meses de pandemia.
Las zonas más perjudicadas por la caída de sus ingresos en los meses de verano fueron Canarias, Baleares y la costa catalana, muy expuestas a la evolución de la demanda extranjera, cuya llegada estuvo muy limitada por las restricciones en los países de origen
Así, Alemania en agosto volvió a incorporar a España a sus zonas de alto riesgo, y Reino Unido no comenzó a desbloquear sus cuarentenas hasta el 19 de julio. Esta situación provocó que los establecimientos en estas zonas prolongaran su cierre, con la consiguiente disminución del volumen de empleo y el movimiento de trabajadores a otros sectores, lo que está generando dificultades para encontrar personal en una situación de progresiva reapertura.
Los destinos urbanos acabaron el verano con una progresiva apertura de su oferta alojativa de cara al otoño, dentro de una mejoría de la ocupación y moderación de la caída de los ingresos
De las 46 ciudades analizadas entre junio y septiembre, seis experimentaron caídas en sus ingresos por encima del 40%; 35 de entre el 40% y el 0% y las cinco restantes se situaron en un crecimiento positivo con respecto a 2019
En un contexto de cierta incertidumbre y de restricciones para la demanda extranjera, en este verano las ciudades registraron un descenso del 46,7% en sus ingresos con respecto a los niveles anteriores a la pandemia del coronavirus, alcanzado su menor caída en agosto (-28,8%) y un gran retroceso en septiembre(-41,5%).
Estos lugares optaron por abrir de forma progresiva sus instalaciones, pasando a una apertura del 78% de las plazas habituales en junio al 92% en septiembre, con una ocupación media en el periodo del 59,5%.
La apertura se produjo de forma desigual. Mientras algunas ciudades aún mantuvieron una parte relevante de sus plazas cerradas, como Granada, Barcelona o Madrid, otras apostaron incluso por la apertura de nuevas plazas, especialmente a partir de septiembre, como se hizo en San Sebastián, Bilbao o Cádiz.
Los niveles de RevPAR se mantuvieron por debajo de sus niveles habituales en los hoteles urbanos que estuvieron operativos, con ingresos medios por habitación en el periodo analizado de 53 euros (-38% respecto a 2019), debido a ocupaciones un-25,6% por debajo de lo habitual y con caídas de precios del 16,4%.
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