Qantas y sus trabajadores van al arbitraje vinculante

La compañía aérea, la Asociación Australiana de Pilotos Internacionales (AIPA, en sus siglas en inglés) y el sindicato de Trabajadores del Transporte, que representa al personal del servicio de equipaje y tierra, serán las partes que se sometan al arbitraje, mientras que el de los mecánicos seguirá con las negociaciones.

El consejero delegado de Qantas, Alan Joyce, dijo que "la opción preferida de Qantas habría sido resolver la controversia en las negociaciones", pero que, dado el resultado, "había llegado el momento de llevar el asunto a su fin".

"Estamos satisfechos de aceptar la intermediación del arbitro independiente, después de seis meses de negociaciones y más de 20 reuniones, porque queremos proporcionar seguridad a nuestros clientes", añadió.

La decisión sobre el nuevo pacto entre empresa y trabajadores estará en manos del Fair Work Australia (FWA), el órgano mediador en disputas laborales que ordenó a finales de octubre a los sindicatos que cesaran en sus huelgas después de que la aerolínea australiana dejara en tierra a toda su flota por estos conflictos.

FWA ha indicado a los sindicatos que no podrán tomar ninguna acción durante el período de arbitraje ni hasta que lo determine este organismo de intermediación, algo que puede alargarse hasta cuatro años.

Por su parte, el vicepresidente de la AIPA, Richard Woodward, destacó la "frustración" del colectivo de pilotos por el fracaso de las negociaciones. "Comenzamos en agosto del año pasado con la intención de alcanzar un acuerdo, pero Qantas ha sido poco ejemplar en las negociaciones, y les ha faltado compromiso", afirmó.

La disputa entre Qantas y los representantes sindicales alcanzó su punto álgido el último fin de semana de octubre, cuando la aerolínea anunció su decisión de suspender indefinidamente todos sus vuelos nacionales e internacionales mientras continuasen las huelgas de mecánicos, pilotos internacionales y personal de tierra; una medida que afectó a unos 80.000 pasajeros que se quedaráon ‘varados’ en todo el mundo. El Gobierno pidió entonces la intervención de la agencia en disputas laborales.