Las aerolíneas europeas de bajo coste han aumentado su cifra de pasajeros en un 46 por ciento medio anual y han cambiado los patrones de la demanda vacacional de destinos tradicionalmente estivales, según un estudio elaborado por la consultora KPMG.
Las aerolíneas europeas de bajo coste han aumentado su cifra de pasajeros en un 46 por ciento medio anual y han cambiado los patrones de la demanda vacacional de destinos tradicionalmente estivales, según un estudio elaborado por la consultora KPMG.
Dicho estudio, que ha analizado el impacto que las compañías aéreas de bajo coste en el turismo tradicional ha concluido también que estos vuelos están cambiando la oferta hotelera estacional y está estimulando el desarrollo de nuevos hoteles en las áreas circundantes a los aeropuertos secundarios de toda Europa. No obstante, la gran movilidad en la demanda de este tipo de vuelos ha hecho que los hoteleros vean estos nuevos destinos como una inversión de riesgo, por lo que el estudio recomienda a inversores y promotores que "observen" los mercados que proporcionen una "demanda local sostenible" con independencia del aumento de demanda generada por estas aerolíneas. Asimismo, la investigación de KPMG revela que la mayoría de los pasajeros de estas compañías aéreas viajan por ocio y han jugado un papel significativo en el creciente interés del consumidor por la flexibilidad, los paquetes vacacionales y los de fin de semana. El estudio indica que destinos tan populares de Europa como la Costa Brava, Ibiza, Alicante y Gerona, cubiertos tradicionalmente por vuelos chárter, se están beneficiando ahora del crecimiento de vuelos de bajo coste. Los datos sugieren que los hoteles de algunos destinos de temporada estival estén aumentando sus niveles de ocupación anual al incrementar la demanda en temporada baja (de noviembre a abril), como consecuencia de la bajada de los precios y la disponibilidad de vuelos durante todo el año. El crecimiento de las aerolíneas económicas ha sido "catalizador" para el mercado inmobiliario de las denominadas "segundas residencias" ya que estos mercados tienen durante todo el año una disponibilidad que puede verse cubierta de forma más eficaz con este tipo de compañías. El estudio indica que estas aerolíneas baratas podrían llegar a captar no sólo a viajeros de ocio, sino también a viajeros de negocios, cuando las compañías de vuelos regulares comiencen a ofrecer importantes reducciones en los precios de vuelos de corto recorrido y billetes con mayor flexibilidad. Se espera que el sector de las aerolíneas de bajo coste en Europa continúe creciendo entre un 20 y un 30 por ciento anual, aunque existe cierto escepticismo de que el crecimiento continúe al mismo ritmo. Ante esta situación, las compañías que ofrecen vuelos chárter han reaccionado ofreciendo precios más flexibles en vuelos de un solo trayecto a destinos como Palma de Mallorca o Málaga, y del mismo modo, los tour operadores están lanzando sus propios programas con tarifas muy económicas. KPMG estima que en el futuro, podrían establecerse alianzas entre estas compañías y los hoteles, aunque no se producirán a corto plazo "a no ser que los hoteles desarrollen atractivos programas con mínimos costes para las aerolíneas". El estudio hace referencia a que las aerolíneas de bajo coste "están liderando" el cambio de comportamiento del cliente en cuanto a reservas se refiere ya que el noventa por ciento de sus reservas las realiza directamente por internet. En la investigación han participado compañías hoteleras, aerolíneas, aeropuertos de toda Europa y, en España, Barceló Hoteles & Resort, el aeropuerto de Gerona, la patronal de Turismo de la Costa Brava y Prestiges Hotels de Gerona.
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