Con su clásica melena plateada, en un tono didáctico, y exquisitamente educado, Miquel Fluxà exhibió ayer, en el ciclo de conferencias organizado por Privatur, un inequívoco puente al futuro, entregado al diálogo «con el nuevo Govern» que salga tras el 25-M. Pero lo que más sorprendió de su discurso, de una hora de duración y largamente ovacionado, fue su «respeto y agradecimiento» al personal que trabaja en hostelería. «Siento que haya falta de trabajo en ciertos meses, pero les prometo que lucharemos para dar soluciones si el nuevo Gobierno nos apoya para llevar a las Islas al mismo camino que antes».
Con su clásica melena plateada, en un tono didáctico, y exquisitamente educado, Miquel Fluxà exhibió ayer, en el ciclo de conferencias organizado por Privatur, un inequívoco puente al futuro, entregado al diálogo «con el nuevo Govern» que salga tras el 25-M. Pero lo que más sorprendió de su discurso, de una hora de duración y largamente ovacionado, fue su «respeto y agradecimiento» al personal que trabaja en hostelería. «Siento que haya falta de trabajo en ciertos meses, pero les prometo que lucharemos para dar soluciones si el nuevo Gobierno nos apoya para llevar a las Islas al mismo camino que antes».
El dueño y presidente del grupo Iberostar resaltó que su intención era que las Islas «prosperan de verdad». «Muchos», explicó, «tenemos negocios fuera, pero nosotros somos de aquí y defendemos la calidad y el reconocimiento internacional defendiendo a estas Islas en cualquier caso y que siga siendo faro del turismo mundial». Fluxà también ofreció otras pistas sobre el futuro de la compañía turística. No saldrá a Bolsa «Somos una empresa familiar y no nos lo planteamos», aseguró. También planteó que las empresas que se dedican al turismo debían estar en Internet, pero «hasta dentro de siete o diez años no creo que cambie mucho nuestro negocio». Eso sí, apuntó que las cadenas hoteleras no deberían tener tanta dependencia de los grandes conglomerados turísticos, una tendencia, que parece extenderse por los círculos relacionados con el turismo dentro y fuera de Baleares. «No hay que dejarnos apretar demasiado por los turoperadores», enfatizó, aunque admitió que los turoperadores continúan controlando «el 80 o el 90% del tráfico de nuestras islas». Miquel Fluxà, que estuvo acompañado de los principales representantes del sector turístico de Baleares, tampoco dejó pasar la ocasión para criticar la ecotasa: «Fue impuesta a los hoteleros sin el debate prometido. La ecotasa es discriminatoria y es de una gran irresponsabilidad el que exista». Insistió Fluxà en su acérrima crítica a la ecotasa: «Ha sido un accidente doloroso y el Govern se ha empecinado en mantenerla». También se preguntó por qué Baleares «tendría que ser los tontos de la clase» cuando Jordi Pujol y Manuel Chaves defendieron la ecotasa, pero se disculparon por no aplicarla ni en Cataluña ni en Andalucía. Asimismo, lamentó la «mala» imagen de Mallorca y que no se hubiera convertido en «destino refugio», todo lo contrario que Canarias, durante la pasada Guerra de Irak. «Hace falta una potente campaña de marketing inteligente para relanzar nuestra imagen porque mantener nuestra calidad es el principal reto». (A.R., diario El Mundo-El Día de Baleares, 06/05/03)
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