"La sostenibilidad tiene que impactar en la estrategia de las compañías"
Mónica Chao, presidenta de Women Action Sustainability (WAS) y directora de Sostenibilidad de Ikea
Publicada 21/11/21- "Tiene que estar presente en el consejo de administración con una persona que tenga la capacidad de afrontar los desafíos"
- "En este momento de transformación y recuperación económica, la sostenibilidad tiene que formar parte del cambio"
- "Hay que ser valientes, ser conscientes de los recursos, de las capacidades y del conocimiento para que la acción pueda ocurrir"
Pasar de las palabras a la acción. Es lo que hicieron en marzo de 2020 un grupo de 23 mujeres cuando constituyeron WAS (Women Action Sustainability), una asociación para poner en práctica valores de sostenibilidad que con frecuencia se quedan en el papel. Su presidenta y directora de Sostenibilidad de Ikea, Mónica Chao, afirma que "es importante el conocimiento y la experiencia en la materia" para poder actuar. Asegura que "hace 20 años la gente no sabía qué significaba esa palabra, yo tenía que explicar a qué me dedicaba porque no se entendía", mientras que ahora " la usa todo el mundo sin saber muchas veces de qué está hablando". Chao cuenta con una experiencia de más de 20 años en este campo. Trabajó en PwC como consultora senior, ha sido directora para España de Carbon Clear, de Medio Ambiente en Mapfre, directora corporativa de Sostenibilidad de NH Hotel Group y directora de Sostenibilidad y Comunicación de Intu - compañía propietaria de grandes espacios comerciales en Reino Unido y España-. Un año después de su creación, más de 100 directivas forman parte ya de dicha agrupación, que ha elaborado una hoja de ruta, con unos objetivos muy claros, y ha publicado diversos informes. Incluso han tenido la oportunidad de presentar su proyecto a la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y a diversas empresas e instituciones.
¿Cómo surgió la idea de crear Women Action Sustainability (WAS)?
De repente había mucha gente hablando de sostenibilidad, había una especie de debate en la calle en el que se planteaba si es una cuestión de derechas o de izquierdas, si es de los activistas, de los jóvenes en la calle… pero tenía la sensación de que no se estaba escuchando a los profesionales. Empecé a plantear a algunas amigas del sector que teníamos que hacer algo para que de verdad haya un cambio y un año más tarde, el 2 de marzo de 2020, nos constituimos como asociación, con 23 socias fundadoras y un propósito muy definido, que era que la sostenibilidad esté en la alta dirección y contando para ello con el liderazgo profesional femenino. Aprovechamos el confinamiento para hacer un manifiesto con cinco áreas que abarcan la sociedad en su conjunto, no solo el mundo de la empresa.
¿Qué contiene?
En este momento de transformación que viene para la recuperación económica, planteamos que la sostenibilidad tiene que formar parte del cambio. Por eso abarca desde la gobernanza, la economía, el empleo y el territorio, hasta generar confianza y optimismo. Es decir, dando una visión de que se pueden hacer cosas, pero hay que contar con los expertos.
¿En qué medida influye la sostenibilidad en esa transformación?
En la sociedad se está produciendo una transformación que viene por la sostenibilidad, pero no todos somos conscientes de donde viene. Hay un cambio en la estructura económica, que viene por cambios a nivel normativo y eso hace que surjan nuevas oportunidades de negocio. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con el reciclado y con los nuevos materiales es una nueva oportunidad de negocio; como todos los nuevos negocios que han nacido en torno a la movilidad compartida.
¿Se entiende de manera adecuada qué es la sostenibilidad?
Hace 20 años la gente no sabía qué significaba esa palabra, yo tenía que explicar a qué me dedicaba porque no se entendía. Recientemente he leído que la sostenibilidad se está quedando vacía de tanto usarla, pero lo que ocurre es que la usa todo el mundo sin saber muchas veces de qué está hablando. Hay mucha información que no es correcta y esto es un riesgo porque están desinformando. Yo suelo diferenciar entre valentía y osadía. Un osado es alguien que se enfrenta a un desafío con buena voluntad, pero sin tener los recursos, la capacidad ni el conocimiento. Pero hay que ser valientes, es decir, afrontar el desafío, siendo conscientes de los recursos, de las capacidades y del conocimiento para que la acción pueda ocurrir.
La sostenibilidad no está todavía realmente en la alta dirección, entonces las personas que tienen los recursos, el conocimiento y las capacidades tienen que dar su visión
¿Por qué es tan importante que la sostenibilidad esté en el primer nivel de la toma de decisiones de las empresas e instituciones?
Para que pueda impactar en la estrategia de la compañía. La sostenibilidad tiene que estar presente en el consejo de administración con una persona que tenga la capacidad para afrontar los desafíos que sean necesarios y tomar las decisiones adecuadas y también en el comité de dirección. Cada vez hay una conexión más fuerte entre las estrategias de las compañías y sus resultados con todo lo que tiene que ver con sostenibilidad, todo lo que es no financiero, cuando antes no tenía tanto peso. Al mismo tiempo, las personas que trabajamos en este ámbito tenemos que tener cada vez más background financiero para poder entendernos bien con el negocio.
¿Cómo se lleva a la práctica?
Hay que tener en cuenta a qué se dedica la compañía e identificar qué es relevante para el negocio. Por ejemplo, en la estructura de costes de un hotel tiene un impacto relevante todo lo que tiene que ver con el consumo de recursos, de energía. En el ámbito de la alimentación se tiene que plantear qué estrategia va a seguir, que sea más saludable o ecológica, de dónde vienen los productos, si va a trabajar con proveedores locales, cómo le cuenta a su cliente las acciones que está tomando o incluso qué impacto tiene en el precio. Todo esto tiene que ver con la sostenibilidad.
Hay que tener en cuenta qué queremos hacer como compañía y qué palancas tenemos para ser más sostenibles, creando un impacto positivo en la sociedad a la vez que generamos valor para la compañía porque esto no es ‘buenismo’
Además, es fundamental tener las métricas adecuadas, que podamos tener indicadores, saber definir la visión y los objetivos para llegar a esa visión y hacer un seguimiento de los mismos.
Dentro de su responsabilidad en Ikea, ¿qué criterios marcan su trabajo?
En Ikea tenemos una visión que es crear un mejor día a día para la mayoría de las personas y para ello tenemos tres palancas. Una es affordability, que tiene que ver con los precios, que la mayoría de las personas se los pueda permitir; accessibitilty, cómo pueden llegar a nuestra oferta de productos, y sostenibilidad. Dentro de éste tratamos de favorecer el uso de materiales sostenibles en nuestros productos y servicio; en la parte de food, por ejemplo, tenemos un estándar interno que se llama better chicken para que el pollo sea criado con unos criterios de bienestar.
Además, estamos trabajando en descarbonizar el área de logística, un 14% de los envíos que hacemos ya son neutros en carbono y tenemos el compromiso de llegar al 100% en 2025. Utilizamos paquetes planos que al ocupar menos volumen reducen el transporte y la huella de carbono. En la parte de circularidad se ha llegado a reducir el número de piezas con lo que baja el número de materiales en el producto. En nuestras instalaciones hemos introducido placas solares, el 8% de nuestro consumo ya viene de la energía que generamos nosotros. En el ámbito social, trabajamos con proyectos que favorecen a familias y a colectivos desfavorecidos.
Volviendo a la constitución de WAS, ¿por qué está integrada solo por mujeres?
Por unir los dos desafíos, el de la sostenibilidad y el de la igualdad y liderazgo femenino. Hay muchas mujeres trabajando en el ámbito de la sostenibilidad y podría ocurrir que, ahora que parece que toma peso, las mujeres no sean quienes ocupen estas posiciones. Tiene que ver también con las nuevas formas de liderazgo. Venimos de un modelo que primaba unas variables y ahora vamos a otro en el que parece que las nuevas generaciones quieren trabajar más de forma colaborativa, con más empatía.
¿Qué se exige para ser socia?
Hay que tener 15 años como directiva en temas de ESG [terminología inglesa que hace referencia a los factores medioambiental, social y de gobierno corporativo] y hay que tener el aval de dos de las socias fundadoras.
¿Cómo se financian?
Las socias pagan una cuota, pero nos financiamos con patrocinios de empresas que colaboran con nosotros.
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