“Si no ponemos en valor el mar y su conservación, la economía no irá bien”
Publicada 27/11/21
Entrevista/ "El mar es nuestro principal activo en creación de empleo y la gente que viene a Canarias, de momento, lo hace fundamentalmente por sol y playa. Si no tenemos un enfoque de puesta en valor del mar y su conservación, nuestra economía no irá bien", asegura Andrés Caballero, jefe de la unidad técnica de Ciudad de Mar de Las Palmas de Gran Canaria, al remarcar la importancia que tiene para el Ayuntamiento contar con una estrategia de economía azul. Según Caballero, que el próximo día 30 de noviembre participara en la jornada online sobre “Turismo azul, concepto y oportunidades”, organizada por Las Palmas de Gran Canaria y Hosteltur, hacer una apuesta por el turismo azul permite conseguir "dinero sostenible, que no contamina y es una línea interesante más allá del sol y playa".
¿Qué es el turismo azul y qué estrategia tiene Las Palmas de Gran Canaria?
La Unión Europea identificó en 2014 las líneas de crecimiento en relación al mar. La estrategia de crecimiento azul aglutina el enfoque que tienen hacia el mar en cinco líneas: biotecnología marina, energías azules, minería, transporte logístico y turismo costero o turismo azul. El impacto de la economía azul en Canarias está en torno al 4% del PIB. En Las Palmas, donde tenemos una consejería del mar, vamos por la segunda estrategia. La primera fue el Pacto por el Mar 2014-2020 y ahora estamos en la estrategia Ciudad del Mar 2020-2030.
El concepto de economía azul se ha expandido y esto es bueno porque implica un enfoque que antes no existía. Hasta ahora teníamos un enfoque segmentado y eso lleva al caos. Las respuestas deben ser más integradas e integrables
¿Cuáles son los objetivos de la estrategia Ciudad del Mar?
Tratamos de alcanzar cuatro objetivos en 10 años. En primer lugar, compensar la huella de carbono del litoral y su entorno urbano más próximo; duplicar el número de empleo relacionado con la economía azul y hacer que todo el litoral sea accesible. Un cuarto objetivo es duplicar el número de practicantes habituales de actividades relacionadas con el mar en el ámbito local, lo que sería desarrollar la cultura de mar.
¿Por qué es estratégico mirar el mar y qué aporta tener una política al respecto?
El mar tiene que estar limpio, no tiene que haber vertidos, tenemos que tener una gestión proactiva de conservación de los recursos naturales. En Las Palmas el principal empleador directo es el puerto, que tiene 12.000 empleos directos. Luego, si incluimos todo lo que tiene que ver con el turismo, con diferencia el mar sería nuestro principal activo en creación de empleo. La gente que viene a Canarias, de momento, lo hace fundamentalmente por sol y playa. Si no tenemos un enfoque de puesta en valor del mar y de su conservación nuestra economía no va a ir bien.
¿Cómo se acompaña (y se empuja) al sector privado a desarrollar una estrategia de economía azul?
Una vez la estrategia está definida, hacemos colaboración público-privado. En 2014 hicimos el “Pacto por el mar”, donde incluimos al sector público y privado, y en la estrategia 2020-2030 estamos yendo a proyectos compartidos. Yo creo que la sensibilización existe, ahora hay que ponerse a andar. Aterrizar las palabras a lo concreto.
¿Qué nuevos productos turísticos se pueden desarrollar?
Todo lo que tiene que ver con actividades de ocio o turismo activo: vela, surf, kayak, piragua, buceo, snorkel. Todas esas actividades, hace 10 años, en Las Palmas apenas existían y hoy tenemos unas 42 empresas, con una media de cuatro empleados por empresa, que generan en torno a 10 millones de euros.
Es dinero sostenible, que no contamina, que se queda aquí, que aporta valor y es una línea muy interesante más allá del sol y playa, porque además hace que la gente repita. Gracias a esto, por ejemplo, están viniendo equipos de otros países a entrenar en forma recurrente y ese era un mercado en el que antes no estábamos
¿Qué se debe hacer para utilizar los recursos de mar como motor económico y que eso no choque con la sostenibilidad?
Desde lo público lo que hacemos es tratar de compensar la huella de carbono. Desde el 2020, en todos los concursos que hacemos obligamos a que quien gane compense su huella de carbono. En lo que tiene que ver con el mar, desde el Ayuntamiento, este año estamos midiendo la huella de carbono que generamos y hemos esbozado proyectos para generar paneles solares en las cubiertas para que también contribuyan en la reducción. Tenemos la certificación ISO 14001 en las playas y estamos trabajando para que, en el 2022, todo el ecosistema alrededor de las playas compense su huella de carbono a nivel individual. Para ello, los hoteles o las pequeñas pymes deberán inscribir su huella de carbono en el registro que tiene el ministerio. El objetivo para el 2022 es empezar a medir y se empiecen a establecer estrategias para ayudar.
¿El turista está valorando estas acciones?
No hemos hecho ninguna encuesta, pero hay datos que confirman que sí. Primero, el hecho de que Booking y Google hayan incluido hoteles sostenibles, como una pestaña de monitorización. Cada vez hay más viajeros que no quieren tomar aviones por la huella de carbono que genera, solo en Suecia alcanza el millón de personas y en mercados como el británico hay 1,5 millones. El tercer punto es que el cambio climático es imparable, y la afectación climática ya es un factor más en el proceso de toma de decisiones cuando eliges un destino.
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