Albania: un destino europeo "aún por explotar"

Con motivo de la celebración del Día de su Independencia, el 28 de noviembre, la agencia de viajes MTGlobal y el embajador albanés Gazmend Barbullushi, y la colaboración de la agencia local Travel in Albania, presentaron en Madrid su oferta turística, que las autoridades del país intentan desarrollar atrayendo capital extranjero.

Aprovechando estas ventajas, la cadena española Meliá Hotels International suma ya tres hoteles en el país y tiene un cuarto proyecto en marcha.

Meliá se mantiene como la única hotelera española con establecimientos en Albania. El Grupo Iberostar ha mostrado interés en invertir también, pero a día de hoy no tiene ningún hotel abierto.

Las visitas ineludibles en Albania.

Señalado por Booking.com en 2019 como uno de los diez destinos emergentes, ese año lo visitaron unos 25.000 españoles, pero supuso un crecimiento meteórico si se tiene en cuenta que solo ocho años antes recalaron solo 2.000.

La pandemia ha truncado esta proyección, aunque este año calcula Barbullushi que mantendrán el 90% de esos visitantes. A día de hoy, es suficiente estar vacunado contra la COVID-19 o presentar una PCR negativa para cruzar la frontera.

La oferta de vuelos desde España es muy amplia, dado que se puede llegar desde Barcelona (a diario) o desde Madrid (tres frecuencias semanales) tanto directamente hasta su capital Tirana, como vía Skopje (Macedonia) o Podgorica (Montenegro), con Easyjet, Ryanair o Wizzair.

La localidad de Berat, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Con una extensión similar a la de Galicia, el país balcánico presume de un "contraste espectacular de paisajes", desde las playas de la Riviera en el mar Jónico hasta los Alpes pasando por los fiordos albaneses o el lago Ohrid, según destacó Arenc Shalsi, director del DMC de MTGlobal.

En la actualidad, sus principales mercados emisores son los italianos y los escandinavos que visitan sobre todo el país en la temporada alta, en los meses de julio y agosto.

Shalsi insistió en que "es un destino aún por explotar" y calcula que todavía tiene "entre cuatro o cinco años por delante" antes de que se transforme en un reclamo para el turismo de masas.

Esto lo convierte por el momento en una propuesta "mucho más económica" que destinos vecinos como Croacia, ya sea para viajes de incentivos como vacacionales, con una gastronomía diversa y distintas ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, como Berat, Gjirokastra y Butrinto.