Polémica por la restricción de autobuses turísticos discrecionales en Barcelona

De acuerdo con la futura normativa, los autocares de transporte discrecional de pasajeros ya no podrán aparcar junto a los puntos de interés turístico de la ciudad.

De este modo, el consistorio pretende obligar a los autocares a dejar y recoger sus pasajeros a más distancia del Parque Güell, Ciutat Vella, la Sagrada Familia y la montaña de Montjuïc.

Esta medida, según los operadores, será un "impedimento" para los visitantes y pondrá en riesgo su seguridad viaria, ya que en algunos casos deberán realizar trayectos a pie de ida y vuelta "atravesando vías de alto tránsito". En otros casos, según prevé el Ayuntamiento, será necesario recurrir al transporte público.

Los cruceros, los más perjudicados

La Asociación Catalana de Agencias de Viajes (ACAV), la Asociación Profesional de Informadores Turísticos (APIT), la Asociación de Autocares discrecionales de Cataluña (AUDICA) y la Unión Catalana de Agencias Viajes (UCAVE), se han posicionado ya en contra de la propuesta del consistorio.

"Uno de los sectores más sensibles a estas medidas serán los cruceros, ya que el aumento del tiempo necesario para llegar a la Sagrada Familia puede hacer inviable la visita", apuntan las citadas asociaciones turísticas.

Estas asociaciones reclaman una reunión urgente del Pacto por la Movilidad de Barcelona para debatir las propuestas y encontrar una solución de consenso.

De momento, el Ayuntamiento barcelonés no convoca dicho fórum de debate, alegando que está buscando medidas complementarias a su propuesta.

Según datos municipales, los días de mayor afluencia entran en Barcelona cerca de 1.200 autocares, de los que 800 permanecen una media de cinco horas en la ciudad.