Solo dos de cada 10 cadenas hoteleras mantienen sus proyectos sin retrasos
Con la pandemia se acelera la tendencia de contratos variables
Publicada 22/12/21 11:48h- Más de la mitad de las cadenas hoteleras reconoce que acumula demoras en sus proyectos como consecuencia de la pandemia
- Las dificultades de financiación y los problemas de capital son las dos principales razones por las que se han paralizado algunos proyectos
- Las cadenas hoteleras consideran Madrid y Málaga como los destinos más interesantes para su desarrollo de negocio
Las cadenas hoteleras que operan en la Península Ibérica, y que juntas agrupan 1.700 hoteles y 127.000 habitaciones, han visto que las previsiones optimistas que tenían en 2020 no se han confirmado y ahora creen que la actividad se recuperará en 2022 en ciudades muy concretas y destinos de montaña y costa, pero que para alcanzar los niveles prepandemia habrá que esperar al 2023, de acuerdo al informe Hotel Operator Beat, elaborado por Cushman & Wakefield Hospitality. Solo el 20% de las compañías mantuvo sus planes sin retrasos y la decisión de paralizarlos responde a dificultades para obtener financiación y por problemas de capital.
Según la encuesta realizada por la consultora, Madrid es el destino en el que los hoteleros depositan más confianza “ya que un 81% considera que recuperará el ritmo turístico en 2023, mientras que solo un 37% confían que eso pase en Barcelona”. En base al comportamiento que se ha observado en la temporada de verano, los directivos creen que los destinos vacacionales se recuperarán con mayor velocidad, de hecho un tercio (34%) confía en que en el año próximo obtendrán cifras óptimas.
El 38% de los encuestados prevé que en 2022 el mercado se recuperará en destinos de montaña, el 34% en los de costa y apenas el 3% dice que los resultados serán buenos en Barcelona. Para el 2023 las perspectivas son buenas para Madrid, Lisboa y los destinos de costa y del interior.
En concreto, “un 65% de las cadenas piensan que recuperarán las cifras de 2019 entre 2022 y 2023 en los destinos de interior. Un porcentaje similar en los destinos de montaña, un 63%”
Planes ralentizados
Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, el desarrollo de las cadenas hoteleras se ha ralentizado. De hecho solamente el 21% dice que ha mantenido sus planes sin ningún tipo de retraso, mientras que el 51% reconoce acumular demoras de hasta un 30% y un 16% ha comentado que más del 50% de los proyectos se han visto afectados.
“La situación es completamente excepcional por lo que no puede sorprendernos que haya proyectos que se retrasan aunque es significativo que la gran mayoría de las cadenas siguen adelante con la mayoría de planes a pesar de las dificultades, aunque sea a un ritmo más lento”, destaca Albert Grau, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España.
En cuanto a los motivos de los retrasos en los proyectos, la dificultad para obtener financiación es la principal razón en un 30% de los casos y otro 15% dice que por problemas de capital.
Otros motivos importantes son los cambios en las situaciones comerciales (26%) y el incremento en los costes del proyecto (19%)
A pesar de todo, Bruno Hallé, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España, destaca que “las cadenas hoteleras están haciendo un esfuerzo por mantener sus planes de negocio, pero la situación del mercado, la financiación y la disponibilidad de capital son los grandes desafíos que deben afrontar para poder llevarlos a cabo”.
En cuanto al foco de crecimiento, las cadenas consideran que Madrid, Málaga, Sevilla, Lisboa y Oporto son los destinos más interesantes y “por detrás queda Barcelona que acusa un desgaste con una puntuación del 3.8, una décima inferior a la del año pasado, cuando el resto de las ciudades han crecido en interés durante este ejercicio 2021”.
La opinión de los operadores hoteleros sobre Barcelona contrasta con la de los inversores, ya que en el último informe Investor Beat señalaban la capital catalana como la más interesante de Europa para la inversión hotelera, como se publica en El 40% de los inversores prevé comprar más hoteles tras la COVID-19.
Contratos más flexibles
Las cadenas hoteleras han reconocido que, por la incertidumbre de la pandemia, en las negociaciones de renovación o en los nuevos contratos se ha impuesto la tendencia de ofrecer una mayor flexibilidad “de manera que el riesgo se equilibre entre todas las partes”. En este sentido, la mayoría de los contratos han introducido cláusulas “pandémicas” con el objetivo de que, tras la experiencia vivida, no sea necesario reabrir negociaciones, en caso de falta de visibilidad como sucedió a partir de marzo de 2020.
La consultora señala que estas tendencias se reflejan en las nuevas tipologías de contrato, donde crecen los de renta variable. Según las cadenas hoteleras entrevistadas, este tipo de contratos está creciendo en un 63% mientras que los de renta fija están en descenso por la necesidad de flexibilización por parte de los operadores.
Y Albert Grau asegura que “esta tendencia se va a mantener porque, de hecho, ya se estaba evolucionando hacia este tipo de contratos hoteleros, pero la pandemia no ha hecho más que acelerar esta transformación”.
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