República Checa, primer país europeo en exigir la tercera dosis para viajar
Publicada 27/12/21 17:31h
Los extranjeros que lleguen a República Checa tendrán que presentar un test PCR reciente, a no ser que hayan recibido ya la dosis de refuerzo contra la COVID-19. La medida, que pretende frenar la expansión de la variante ómicron, ha entrado en vigor este lunes.
Estarán exentos de este requisito los ciudadanos checos, los residentes en el país -temporales o permanentes- y los menores de 18 años. Para ellos será suficiente con la pauta completa de inmunización.
La obligación de haber recibido la tercera dosis, o un PCR en su defecto, pretende limitar la expansión de la variante ómicron del coronavirus y se aplica a las llegadas desde todos los países.
Quien no esté vacunado deberá presentar un segundo test PCR a más tardar siete días después de haber entrado en el país.
Por otro lado, el Gobierno checo ha decidido también que entre el 29 de diciembre y 2 de enero no podrán reunirse más de 50 personas en celebraciones o reuniones y que solo cuatro personas, sanadas o vacunadas de la COVID-19, podrán sentarse en la misma mesa en los restaurantes, a no ser que pertenezcan a la misma familia.
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