Mercado británico 2022: hay que mirar pernoctaciones, no llegadas

¿Cuál es ahora el estado de ánimo entre los operadores turísticos del mercado emisor británico?

Ahora mismo euforia, pero hace solo tres semanas los ánimos estaban por los suelos. Y es que todo depende de las medidas que se van tomando por parte del Gobierno británico fundamentalmente. Lo último que han aprobado es que ya no es necesario hacer el test de entrada; mantienen el test del segundo día aunque lo pasan a antígenos con lo cual es más barato; y por lo que respecta al aislamiento también se suaviza. En definitiva las medidas que ha tomado el Gobierno británico permiten viajes menos caros y de menor incertidumbre. Había mucha gente que con las anteriores medidas descartaba ir de vacaciones porque si le daba positivo el test obligatorio de regreso, tenía que quedarse en el destino.

¿Y cuál es el estado de ánimo de los consumidores del Reino Unido?

Múltiples encuestas confirman que las ganas de viajar permanecen intactas y que España continúa siendo el destino más deseado. De hecho, todos los turoperadores y aerolíneas siguen apostando por nuestro país. Hay mucha gente que lleva uno o dos años sin salir de vacaciones y, por el hecho de vivir en un país como el Reino Unido, echan mucho de menos los destinos de sol y playa. Por dicho motivo en cuanto la incertidumbre se reduce y las condiciones vuelven a ser las de antes, el mercado se recupera sin problemas, si pensamos en el verano de 2022.

¿Qué me dice de destinos competidores?

Grecia y Turquía son destinos potentes, pero la variable fundamental en 2022 va a seguir siendo las restricciones a los viajes.

¿Y en qué situación se encuentran los operadores turísticos?

La situación financiera del sector británico no aguanta más bromas o decisiones erráticas y de hecho estamos viendo cómo turoperadores y aerolíneas del Reino Unido están haciendo una presión mucho más coordinada, como lobby, frente al gobierno. Esto hace prever que en 2022 haya menos vaivenes en la toma de decisiones del ejecutivo británico, decisiones que ha vuelto locos a los consumidores y a la industria por el daño económico que causan. Una lección que deja la pandemia es que el sector ha aprendido a tener una interlocución de más peso con el Gobierno británico. Son aspectos que se tienen que trasladar a otros países.

¿Qué perspectivas hay para el verano entonces?

Teniendo en cuenta el avance de la vacunación y que la variante ómicron es menos agresiva, creo que los altibajos en la demanda que hemos visto hasta ahora irán teniendo una amplitud de onda cada vez menor. Habrá baches, pero se irán amortiguando pues tendemos a que los países convivan con la COVID-19. En resumidas cuentas, soy moderadamente optimista para la próxima temporada de verano y considero que nos podríamos ir acercando a las cifras de 2019, sin descartar algún susto en cuanto a la toma de decisiones.

Manuel Butler, director de la Oficina Española de Turismo en Londres.

¿Los consumidores reservarán igual que antes de la pandemia?

En 2021 ya hemos visto una tendencia importante y opino que en 2022 también sucederá lo mismo. Me refiero a que la gente fracciona menos sus vacaciones y pasa temporadas más largas en el destino. En otras palabras, continuaríamos viendo un menor número de llegadas internacionales respecto a 2019, pero si medimos el número de pernoctaciones podríamos ver cifras que se acercarán más a las de ese año.

¿Por qué piensa que esa tendencia -fraccionar menos las vacaciones- se mantendrá en 2022?

Porque para muchas personas, el hecho de volar en plena pandemia produce mucha tensión. Un gran estrés. La gente no sabe si tiene los papeles correctos, si podrá embarcar, si le saldrá positivo y no podrá volver a casa… Aparte del dineral que suponen los test. Por eso la gente que use el avión como medio de transporte en 2022 intentará amortizar su viaje al máximo, pasando más días en el destino.