Hostelería: las cifras de una recuperación que no llega

En el marco de la celebración de FITUR 2022, Competur requiere al Gobierno que actúe con urgencia para tomar las medidas necesarias a través de un Plan de Impulso al Sector Turístico que garantice la estabilidad fiscal del sector y el fomento del consumo y que favorezca la canalización de las ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con sensibilidad hacia el sector turístico y con el compromiso de establecer una participación activa de mismo en el diseño de las diferentes convocatorias para favorecer que el principal ámbito económico afectado por la situación sanitaria del país recupere su vigor.

Según datos del Observatorio de Hostelería de España, en lo referente a la creación de puestos de trabajo en hostelería, las cifras de 2021 se mantienen congeladas con respecto a las del año anterior, ofreciendo un resultado de 1,5 millones de trabajadores, frente a los 1,7 millones registrados antes de la pandemia.

Al cierre del año en 2021, el 30% sobre el total de trabajadores, unos 37.000 profesionales, se encuentra bajo la figura del ERTE

Estas cifras van acompañadas del descenso del nivel de facturación de la hostelería con respecto a 2019 a pesar de una leve recuperación con respecto al año anterior. Mientras que en 2019 el sector facturó más de 130.000 millones de euros, el número alcanzado en 2021 desciende hasta los 91 mil millones de euros, produciendo una diferencia de 39 mil millones de euros. Por su parte, el índice Smart Observatory, de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que mide la evolución de la industria hotelera en España, marca para este invierno 2021/2022 un valor de 0,63, que si bien supone prácticamente el doble que en el mismo periodo del año anterior, aún se sitúa a medio camino de los niveles de 2019.

El documento atribuye la mejora del índice para el invierno 2021/2022 con respecto al periodo anterior al incremento de la confianza del turista, tanto para el mercado nacional como internacional, a excepción del británico. Estos niveles de confianza tienen su reflejo en la intención de viaje del turista, superando en el mercado nacional los valores prepandemia y alcanzando, en el internacional, los registrados en el invierno 2019-2020, excluyendo Reino Unido -cuya recuperación se espera que sea más lenta-.

Del mismo modo, en términos globales del sector turístico en 2021 se han perdido 63.400 millones de euros respecto a 2019 en volumen de negocio y 42.400 millones de euros en ingresos en comparación a tiempos anteriores al inicio de la pandemia. El descenso en estas cifras ha resultado en la reducción de la aportación de la hostelería y del sector turístico de forma significativa. Si bien en 2019 la hostelería suponía el 6,4% del PIB español y el sector turístico en su conjunto alcanzaba el 12,5%, en 2020 ambos datos se redujeron hasta el 3,5% y el 5,5% respectivamente.

Impulso de la competitividad turística

Si a este descenso de productividad, le sumamos el aumento de la inflación, la competitividad de las empresas turísticas españolas se ve lastrada frente a otros territorios potencialmente competidores como son Grecia, Portugal o Italia, donde los precios no han experimentado una subida tan vertiginosa como en España.

Frente al IPC adelantado de diciembre de 2021 del 6,7%, los precios griegos se sitúan en el 4,4%, seguidos del 4,2% de los italianos y del 2,8% anotado en Portugal

Ante esta situación, Competur urge al Gobierno para implantar un Plan de Impulso del Sector Turístico que contemple medidas abordadas por diferentes países europeos como Reino Unido, Alemania, Grecia o Noruega como el establecimiento de un IVA superreducido temporal en hostelería, el mantenimiento del statu quo de los otros impuestos que gravan el consumo de productos en hostelería, la apertura de líneas de ayudas directas o la promoción de bonos al consumo.

Asimismo, las diferentes convocatorias resultantes del desarrollo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia deberán considerar la especial debilidad de las empresas turísticas a la hora de fijar los criterios para recibir dicha financiación, como ya se ha trasladado al Secretario de Estado de Turismo en el marco de la reunión mantenida con la Comisión de Turismo de la CEOE. Para ello, será imprescindible el establecimiento de un compromiso institucional para la participación activa de las partes implicadas en el desarrollo y pormenorización financiera del componente turístico.