Reconversión de destinos: estado de la cuestión tras dos años de pandemia
Los fondos europeos Next Generation pueden ser un revulsivo, pero por sí solos no bastarán para llevar a cabo profundas transformaciones
Publicada 24/01/22Artículo exclusivo para suscriptores Premium
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Un destino turístico no pierde competitividad ni entra en decadencia por casualidad. O simplemente porque “le pesen” los años.
En realidad, su pérdida de atractivo, la caída de la rentabilidad o el empeoramiento de sus indicadores sociales y medioambientales es el resultado directo de la “mala vida” que haya llevado ese destino a lo largo de los últimos 20-50 años, resume Eulogio Bordas, socio fundador de THR, una de las firmas consultoras en turismo más conocidas de España.
Las fases que llevan a esa decadencia son varias y siempre encontramos una serie de denominadores comunes. “Hay mala planificación, descontrol en la edificación (no necesariamente en su cantidad), degradación estética, banalización del entorno y de los negocios, descenso en la calidad de los servicios, etc. Al destino le cuesta vender a precios adecuados y esto reduce la rentabilidad de las inversiones, nuevas y de mantenimiento”, explica Bordas.
“En una siguiente fase se frena o para el proceso inversor, entonces apenas crece el empleo, se reducen los ingresos municipales por licencias de obra, empeoran muchos servicios públicos, etc. Después empieza la fuga de recursos humanos hacia otros destinos, se traspasan muchos negocios… Y el destino entra en la supervivencia por precio, lo que lleva a a menores costes, menor calidad, menores beneficios y a un empeoramiento de la situación. Más de 15 años en esta fase pueden hacer que la reconversión sea casi imposible”, afirma el socio fundador de THR.
Son muchos los destinos de sol y playa en España que sufren las consecuencias de una “mala vida” y de hecho todos estos problemas ya habían sido identificados en foros de debate, estudios, artículos académicos, etc, mucho antes de la pandemia.
Sin embargo, la urgencia por renovar los destinos maduros quedó en cierto modo aparcada o en stand-by a lo largo de la década 2009-2019, un período en el que España (gracias en parte a las crisis geopolíticas de otros destinos) dio un salto extraordinario, al pasar de 50 millones de llegadas de turistas extranjeros anuales a 83 millones.
Si el turismo no dejaba de subir año tras año ¿qué necesidad y prisas había por renovar los destinos?
La reconversión de los destinos no solo requiere millones de euros, sino también sumar miles de voluntades e intereses
Entonces llegó la pandemia en marzo de 2020 y el mundo se paró.
¿Cuál es el estado de la cuestión dos años después de la llegada del coronavirus? “En mi opinión, algunos destinos turísticos españoles siguen siendo competitivos, vibrantes y tendrán pronto una excelente recuperación. Otros, sin embargo, tienen serios problemas de competitividad o están en decadencia”, dice Eulogio Bordas.
“La pandemia comportará sin duda cambios en los consumidores, en los mercados y en la distribución digital, aunque no tantos ni de tanto calado como dicen algunos. Pero dejará al sector turístico en una situación financiera mala en muchos casos y muy mala en otros. Y los gestores de destinos turísticos tendrán dificultades serias para navegar la pospandemia”, añade.
De hecho, indica Eulogio Bordas, “el coste de la reconversión de un buen número de destinos es enorme en términos financieros, compleja en términos técnicos y sumamente difícil en términos de cooperación, gobernanza y liderazgo. Hace falta vocación de reconvertirse, cosa que en algunos casos no existe, una decidida ambición de mejora y una poderosa capacidad de cooperación entre centenares o miles de actores en cada municipio, dispuestos a esforzarse por ello de forma coordinada”.
“En síntesis, es imprescindible abordar la reconversión de muchos destinos turísticos, pero esto representa un esfuerzo cuya mayor parte debe proceder de los propios destinos. Los actores económicos, los sociales y los innovadores del destino, deberán ponerse de acuerdo. El Estado, en sus distintos niveles, debe apoyar estos procesos y, sobre todo, facilitarlos. Se trata, pues, de un triple reto: político, financiero y técnico. A nivel nacional, autonómico y local”, dice Eulogio Bordas.
Llegan los Next Generation
Para ayudar a los países miembros de la Unión Europea a superar la crisis provocada por la pandemia, los 27 acordaron impulsar un programa de ayudas conocido como fondos Next Generation.
Este plan supondrá para España la recepción de 140.000 millones de euros en transferencias y créditos durante el período 2021-2026.
De acuerdo con el plan diseñado por el gobierno español, el turismo ocupa la octava posición entre las 20 principales inversiones que se van a desarrollar en la primera fase del “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”, financiado por los fondos Next Generation UE.
Concretamente, el capítulo “Modernización y Competitividad del Sector Turístico” recibirá inversiones por un importe de 3.400 millones de euros durante el periodo 2021-2023.
De los 3.400 millones asignados al sector turístico, el reparto será el siguiente:
- 1.923 millones € van orientados a la “Transformación del modelo turístico hacia la sostenibilidad”
- 337 millones € se destinarán a “Programas de digitalización e inteligencia para destinos y sector turístico”
- 220 millones € servirán para “Estrategias de resiliencia turística para territorios extra-peninsulares”
- 920 millones € se dirigirán a “Actuaciones especiales en el ámbito de la competitividad”.
Es decir, por un lado habrá una serie de subvenciones (cerca de 1.900 millones de euros) para financiar los llamados “Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos” presentados por instituciones públicas como ayuntamientos, cabildos y gobiernos autonómicos. Para la primera convocatoria presentada en el ejercicio 2021, por ejemplo, se presentaron 506 solicitudes, de las cuales se han seleccionado 169. En marzo de 2022 el gobierno llevará a cabo la segunda convocatoria. Y habrá una tercera.
Según explicó la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto,“el futuro del turismo será sostenible o no será. Por eso en los próximos tres años vamos a invertir más de 1.900 millones de euros en nuestros destinos turísticos para reforzar su sostenibilidad en su triple dimensión: medioambiental, socioeconómica y territorial”.
En este sentido, añadió, “vamos a apoyar a nuestros destinos a transformarse en verdaderos polos de innovación y atracción turística más resistentes frente a retos como el cambio climático y la digitalización, y que contribuyan a diversificar nuestra oferta y desestacionalizar la demanda para atraer a un turista de mayor gasto”.
En todo caso, el programa de 1.900 millones de euros para planes de sostenibilidad incluirá diferentes tipos de destinos, incluyendo sol y playa, urbanos y rurales.
Dudas de las empresas
El resto de las ayudas asignadas al sector turístico se dirigirán a otros proyectos públicos y privados. Sin embargo, el 73% de los empresarios en realidad no saben cómo solicitar los fondos Next Generation, según advirtió un informe de las Cámaras de Comercio de España.
La complejidad en las convocatorias y plazos también preocupa a los expertos en subvenciones, los cuales animan a las empresas a asociarse entre ellas, sobre todo si se trata de pymes.
Este tipo de alianzas, explican, permitirán presentar proyectos solventes (ajustados a los criterios marcados por Bruselas) con el fin de captar este tipo de ayudas, sea para avanzar en la sostenibilidad, la digitalización, la diversificación de productos turísticos, etc.
Exceltur: “Tenemos destinos con 50 y 60 años y si no les ayudamos pueden dejar de ser competitivos en las próximas dos décadas”
En opinión del presidente de Exceltur y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, sin embargo, los fondos Next Generation no acaban de ser la respuesta que necesita el sector turístico español.
“Antes de hablar de Fondos Next Generation, hay que definir el modelo de turismo que queremos para las próximas décadas. Tenemos que hablar de una estrategia nacional de turismo que nos permita optimizar esa asignación de la manera más eficaz”, apuntó Escarrer.
De hecho, el presidente de Exceltur considera que habría sido una mejor alternativa contar con un “Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica” (PERTE) para el sector turístico. “Sabemos que en España no va a haber un PERTE para el turismo y no entendemos cómo no existe esta visión nacional”.
“Pensemos que nuestro sector tiene destinos ya con 50 o 60 años de antigüedad, y hay muchos destinos maduros que pueden estar obsoletos y si no les ayudamos pueden dejar de ser competitivos en los próximos 20 años”, advirtió Escarrer.
El mismo problema fue apuntado por Aurelio Vázquez, responsable de Operaciones para la Península y Baleares de Hotel Investments Partners (HIP), durante la jornada Perspectivas del Sector Turístico Balear para 2022.
Y es que las islas, recordó, “tienen un problema de oferta histórico con situaciones de sobra conocidas”. Problemas como la antigüedad de la planta hotelera, la obsolescencia de los destinos o el hecho de que el modelo actual está basado en “meter más carga de gente para mantener las rentas, algo a todas luces insostenible”.
Por dichos motivos, Aurelio Vázquez llamó a tener “altura política” para no desaprovechar la oportunidad que representan los fondos Next Generation. “Nos jugamos el futuro de los 10 o 15 próximos años”, indicó.
Preguntas por resolver
Llegados a este punto, Eulogio Bordas considera que el sector turístico español debe hacerse una serie de preguntas. Por ejemplo:
- ¿Tienen todos los destinos las mismas posibilidades de reconvertirse?
- ¿En qué destinos deberían concentrarse los esfuerzos de reconversión?
- ¿Puede/debe el Estado hacerse cargo de la reconversión? ¿De toda?
- ¿Tiene sentido abordar la reconversión sin un plan consensuado?
Al final y al cabo, “reconvertir un destino turístico es cambiar, total o parcialmente, su modelo de negocio para hacerlo más competitivo. Y esto requiere ineludiblemente liderazgo, gobernanza, compromiso generalizado, mucha cooperación…y dinero”, recuerda Eulogio Bordas.
Y aquí podríamos añadir una pregunta más: ¿3.400 millones de euros serían suficientes para llevar a cabo la transformación de los destinos maduros?
Tengamos en cuenta además que ese dinero, en realidad, se repartirá por toda la geografía española, beneficiando tanto destinos de playa, como de interior, ciudades, etc.
Por ejemplo, un Plan de sostenibilidad turística para un "destino de sol y playa muy internacionalizado" puede recibir 8 millones de euros, según la información facilitada por el gobierno. Un destino "rural costero" recibiría dos millones de euros para su plan de sostenibilidad, la misma cantidad que un "destino rural con identidad turística". Para un destino de "sol y playa mixto/estacional", la cantidad a recibir sería de tres millones de euros, siempre y cuando su plan de sostenibilidad reciba luz verde de la comunidad autónoma respectiva y del Ministerio.
Así pues, el monto global de 3.400 millones de euros "es una cifra importante, pero por sí sola no puede reconvertir el sector turístico español. Para eso harían falta, como mínimo, unos 200.000 millones a lo largo de 5-10 años", dice Eulogio Bordas.
Los Next Generation por sí solos no serán suficientes, pero pueden iniciar un camino y desarrollar nuevos modelos de liderazgo y financiación
Por dicho motivo, dice Bordas, el sector turístico tendría que plantearse seriamente otra pregunta de cuya respuesta dependerá su futuro: ¿Cómo podría crearse un fondo nacional de reconversión de 8.000 millones/año durante 10 años, que pudiera “activar” otros 120.000 millones privados?
En cualquier caso, concluye Bordas, “los Next Generation sí pueden ser muy útiles para iniciar el camino y desarrollar algunos 'facilitadores' que ayuden a modernizar los modelos de negocio y desarrollar nuevos modelos de liderazgo, gobernanza, planificación y financiación con la visión puesta en la recuperación de la competitividad turística”.
Por todo ello, “el Gobierno debe estar vigilante y ser riguroso en la concesión de ayudas y en el control del uso eficaz de las mismas”.
Cuatro ejes de actuación prioritarios
Los 1.900 millones de euros que España destinará a planes de sostenibilidad turística (financiados con los fondos europeos Next Generation) beneficiarán tanto a destinos de sol y playa, como urbanos y rurales.
Pero en todos los casos habrá cuatro ejes de actuación prioritarios, según informó el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
El primer eje será la “transición verde y sostenible” e incluirá rehabilitación de patrimonio, creación de zonas verdes, esponjamiento, soterramiento de cableado, mejora de fachadas, mejora de la gestión de vertidos, planes de saneamiento integral, adaptación al cambio climático, etc.
El segundo eje será la eficiencia energética. Se financiará la implantación de tecnologías ambientales, planes de movilidad urbana, cicloturismo,, etc.
El tercer eje es la transición digital, por lo que se dará prioridad a redes wifi, internet de las cosas, análisis de datos, promoción y formación online...
El cuarto eje se centrará en la competitividad e incluirá medidas de accesibilidad, estudios de la demanda, puesta en valor de productos locales, sistemas de evaluación de resultados, protocolos de seguridad e higiene, etc.
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Este reportaje ha sido publicado en la revista HOSTELTUR de enero y puede descargarse como documento PDF haciendo click en el siguiente botón de enlace:
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