Valdés: un nuevo modelo que apueste por la rentabilidad del destino
"Para la recuperación plena, tanto de visitantes como de ingresos, nos tenemos que ir al 23"
Publicada 25/01/22 07:01h- “La apuesta por la rentabilidad del destino tiene que ser parte de la transformación, ya que contribuye a la sostenibilidad social”
- "Los fondos de recuperación no son dinero para restituir pérdidas son una apuesta a futuro, una apuesta por modernizar el sector"
- "Un organismo internacional [OMT] no está en un país de manera caprichosa, está por un compromiso de ese país con el sector"
“Por primera vez en la historia de nuestro país hay dinero para acompañar una apuesta de transformación de nuestro modelo turístico”, afirma Fernando Valdés, secretario de Estado de Turismo. Los fondos europeos Next Generation han empezado a llegar al sector, lo que permite afrontar una nueva gestión, que hasta la fecha se había centrado en “estrategias de coordinación”, añade. Por tanto, hay disponibilidad de recursos para poner en marcha un modelo en el que prime la rentabilidad.
2021 ha dado un impulso al sector turístico, tras la grave crisis de 2020, pero ha acabado con la amenaza de ómicron. ¿Qué valoración hace de los últimos meses?
Ha sido un año difícil para el sector, afectado durante los primeros cinco meses por restricciones a la movilidad, pero, a partir de mayo, el turismo nacional fue el sostén de la oferta turística en nuestro país, mientras el internacional se activó a finales de junio o principios de julio. En 2021 se ha consolidado la recuperación y en 2022, y así hemos dirigido el plan anual de promoción de Turespaña, la apuesta es recuperar la movilidad de los mercados europeos.
En cuanto a los mercados lejanos, con la excepción de Latinoamérica que está recuperando cierta movilidad en el tránsito con nuestro país, tendremos que esperar a 2023 para volver a las cifras del 19 en el largo radio. En 2021 habremos recuperado el 50% del turismo internacional respecto a las cifras de 2019, también en el gasto. El gasto del turista internacional se ha comportado un poco mejor que en 2019, lo que viene a apuntar a una mayor apuesta por la rentabilidad de la oferta y eso es importante porque es un cambio en el modelo que queremos empezar a hacer efectivo.
¿En qué va a consistir el nuevo modelo?
La apuesta por la rentabilidad del destino tiene que ser parte de la transformación en la que estamos implicados. Contribuye a la apuesta por la sostenibilidad social, ya que el destino tiene que ser cada vez más sostenible, digitalizado e inclusivo. Cada vez más, lo realmente importante para el modelo turístico a futuro tiene que ser la rentabilidad, el gasto año a año, con independencia del número de visitantes. Tenemos que ganar competencia y competitividad a nivel internacional en materia de gasto, que España siga siendo de los países que capte mayor gasto en materia turística.
¿La transformación del modelo implicará, por tanto, prestar menos atención a las cifras de entrada de visitantes?
Nosotros no renunciamos a ni un solo turista. Como le oí una vez a alguno de nuestros grandes hoteleros, el único turista malo es el que no viene a España. Para que el sector sea más rentable, la palabra clave es la sostenibilidad, no solo desde el punto de vista medioambiental, también social y territorial, que nos permita abordar grandes retos, como el demográfico, la lucha contra la despoblación y apostar por una mayor desconcentración del turista, que la riqueza que genera el turismo no se concentre en determinadas plazas.
Tenemos suficiente oferta para seguir captando ese número de turistas, pero con un modelo más sostenible, de más calidad, y no estoy hablando necesariamente de un turismo de alto impacto
El que tradicionalmente viene con un paquete vacacional, lo va a seguir haciendo, pero el destino y el proveedor le tienen que ofrecer una mejor experiencia, sin que lo convierta en un turista premium, no todos tenemos que hacer una apuesta por España como un destino de lujo. Tenemos suficiente diversidad y profesionalidad para acaparar todo el espectro del turista, desde el segmento turoperado hasta un turista premium que es capaz de multiplicar por tres o por cuatro su gasto.
La apuesta es recuperar lo que teníamos en 2019 para construir a partir de ahí un modelo más sostenible, diversificado y más rentable
Estrategia para la recuperación
¿Qué estrategia va a desarrollar su departamento en 2022?
La hoja de ruta es la que marca el Plan de Modernización y Competitividad del sector, que es el plan que sometimos a aprobación a la Comisión Europea para la percepción de los 3.400 millones de euros de Fondos de Recuperación Next Generation, que ya forman parte de nuestro tejido productivo. En dicho plan apuntábamos cuáles eran los retos y cómo atenderlos. Para hacer nuestro modelo rentable contamos con tres elementos fundamentales: la diversidad, la digitalización y la experiencia.
Una ventaja competitiva que tiene España es nuestra diversidad, y se va a hacer una apuesta muy ambiciosa de 1.898 millones de euros, que supone apostar tanto por el destino maduro como por el emergente y por el destino rural
La digitalización es fundamental, en la oferta y en la manera de relacionarnos con el turista, para que éste nos conozca antes, durante y después. El después es muy importante, que la marca España quede impresa en los 84 millones de visitantes que vinieron en 2019, que repitan. La apuesta a través de los medios digitales en la promoción y posicionamiento de la marca España a nivel internacional también es una palanca de competitividad. Vamos a impulsar una plataforma inteligente, que integrará toda la oferta del destino y todo lo que pueda ofrecer en cuanto a movilidad, seguridad o accesibilidad. Y el tercer elemento es desarrollar experiencias turísticas, que cada vez ocupan un espacio preferente en la decisión del viajero, para que sea una experiencia mucho más rica.
¿Se refiere al programa Experiencias Turismo España que presentaron en noviembre?
Sí. España tiene un reto en cuanto a la desestacionalización. La temporada alta concentra el 65% de nuestros visitantes, queremos que España siga siendo líder en sol y playa, pero también queremos hacer una apuesta por diversificar y colocar a nuestro país en los mercados internacionales como líder de distintas experiencias. Además de los mercados europeos, hay que tener en cuenta que Asia va a empezar a incorporar a millones de turistas a los flujos a medio plazo y es importante que España se convierta en líder en destino gastronómico, cultural y patrimonial, de turismo religioso, enoturismo, de compras…
Un plan ambicioso
Conseguir ese objetivo es un gran reto...
Son los planes territoriales que aprobamos en la Conferencia Sectorial de diciembre, los primeros 615 millones de esos más de 1.800 que antes mencionaba. Poner de acuerdo a todos los actores no es sencillo. Un plan de sostenibilidad empieza desde el momento en que la entidad local trabaja con todo el ecosistema turístico para hacer una propuesta de transformación del destino. Luego se incorpora a un plan territorial y éste pasa a una propuesta nacional de sostenibilidad. Uno de los elementos fundamentales que venimos reivindicando en esta estrategia es la gobernanza. En muchas ocasiones se dice que España tiene un problema porque tiene 17 modelos turísticos distintos, pero creemos que eso es una riqueza.
La apuesta por una gobernanza del turismo multinivel, donde estén representadas las comunidades autónomas, las entidades locales, el Estado, el sector y los principales operadores, es algo muy rico porque tiene en cuenta la diversidad del territorio
Es complejo, pero tenemos un sistema y una metodología y por primera vez en la historia de nuestro país hay dinero para acompañar estos planes. Tradicionalmente nuestras estrategias de turismo han sido sobre todo estrategias de coordinación para afrontar los grandes retos, pero por primera vez tenemos recursos para acompañar una apuesta de transformación de nuestro modelo turístico.
El sector confía en los fondos europeos para su recuperación. Una vez que la Conferencia Sectorial ha aprobado 169 proyectos para todo el territorio, ¿cuándo llegará ese dinero a los destinatarios?
A partir de enero, pero hay que tener en cuenta que los fondos de recuperación no son dinero para restituir pérdidas. Me parece normal, después de los meses tan difíciles que hemos pasado, que el empresariado vea en los fondos una tabla salvavidas, pero los fondos Next Generation son una apuesta de inversión a futuro por modernizar un destino maduro, por la formación… Estas inversiones son ya una realidad en todo nuestro destino y tejido productivo y entre todos tenemos que ser muy eficaces en su gestión.
La de 2021 ha sido una convocatoria extraordinaria. ¿Ya preparan la de este nuevo ejercicio?
Sí, habrá otra convocatoria, no de 615 millones, sino de 720, y nuestra idea es abrirla pronto, en enero o febrero. 2021 ha sido excepcional porque ha sido el primer año en el que aterrizaron los fondos europeos en los Presupuestos Generales del Estado. Hemos tenido que correr mucho, pero en el 22 y 23 esperamos que las cosas vayan con normalidad.
Dentro de los citados Presupuestos Generales, la dotación de su departamento incluye los créditos para iniciar el reacondicionamiento de Palacio de Congresos de la Castellana de Madrid. ¿Qué plazos manejan para el desarrollo del proyecto?
A lo largo de 2022 concluiremos el proyecto de obra e incluso esperamos publicar la licitación. Nos damos un plazo de unos 26-28 meses a partir de entonces para la rehabilitación del edificio B, que es donde va a tener su sede la Organización Mundial del Turismo (OMT), que prevemos que estará lista a finales de 2024. Además, para la explotación del palacio, en el ámbito congresual, nuestra idea es sacar una concesión de servicio por un largo periodo de tiempo. La concesionaria se encargará de la rehabilitación y la explotación de las instalaciones.
El compromiso de España
Hablando de la OMT, ¿llegaron a temer por la pérdida de esta sede ante la propuesta de Arabia Saudí de trasladarla a Riad?
La propuesta nunca fue oficial, aunque el propio ministro de Turismo saudí ha reconocido que se plantearon un posible cambio de sede. Nosotros siempre hemos defendido la importancia de que la sede de la OMT esté en España. Un organismo internacional no está en un país de manera caprichosa, está por un compromiso de ese país con el sector. España ha hecho siempre una apuesta por el multilateralismo y se entiende mal, desde el punto de vista del multilateralismo, que estados miembros de organizaciones, que representamos un interés común, andemos peleando por cuál es la sede. En el ámbito de Naciones Unidas no ha habido nunca un cambio de sede a pesar de que se habilita en los estatutos de sus distintas organizaciones. Más allá de tener o no miedo, lo que claramente demostró este Gobierno es el compromiso con la organización y con el turismo a nivel internacional.
¿Qué opina de la tasa turística? La Comunidad Valenciana ha anunciado que en 2022 desarrollará una ley para aplicar este impuesto el año siguiente.
Son debates que se tienen que tener en el ámbito de competencia que les corresponde, en el de las entidades locales o las comunidades autónomas, y creo que se tienen que resolver con el consenso más amplio. Tienen que ser soluciones en donde se planteen no solo cuáles son los objetivos a cubrir de esa tasa, sino las posibles externalidades negativas. Dicho esto, probablemente ahora no sea el mejor momento de pensar en tasas turísticas, cuando todavía nos estamos recuperando de la mayor crisis de la historia.
¿Cuándo volverá España a cifras prepandemia, en gasto y visitantes?
Tenemos que ver cómo recuperamos el turismo asiático que todavía está a cero, creo que tendremos que esperar a 2023 para recuperar las cifras. 2022 se va a parecer mucho a un año normal, con todas las cautelas, en flujos turísticos, pero para la recuperación plena, tanto de visitantes como de ingresos, nos tenemos que ir al 23.
El programa para mayores del Imserso corresponde a la Secretaría de Estado de Derechos Sociales, con la que su departamento mantiene conversaciones. ¿Se plantean introducir modificaciones en la próxima temporada?
Siempre nos hemos prestado a tener un debate abierto. Así lo hemos hecho con el sector antes de la última licitación, escuchando sus reivindicaciones. Hay que reconocer la inversión del sector y me parece de justicia que la mejora de la planta hotelera tiene que redundar en los precios. También hemos tenido una interlocución muy activa con el ministerio competente. El Imserso está condicionado todavía por la COVID y no creo que estemos en situación de abordar su revisión, pero junto con los competentes en la materia, la Secretaría de Estado de Turismo querrá participar en una mejora del mismo, que tiene la doble naturaleza de política social para nuestros mayores y de elemento de desestacionalización.
Esta entrevis forma parte de los contenidos de la última edición de la revista HOSTELTUR. Puede obtenerla en pdf en este enlace:
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