La campaña electoral ha hecho que se recrudezca el enfrentamiento y las tensiones que han caracterizado las relaciones entre el Govern del Pacto y el sector hotelero en esta legislatura. El cruce de acusaciones entre el conseller de Turismo, Celestí Alomar, y el presidente del grupo hotelero Sol Meliá, Gabriel Escarrer, han servido para que de nuevo se sacaran los cuchillos por ambas partes, de tal modo que el PSOE dejaba ayer claro su apoyo a Alomar mientras que desde el sector hotelero y turístico se transmitía la solidaridad con Escarrer.
La campaña electoral ha hecho que se recrudezca el enfrentamiento y las tensiones que han caracterizado las relaciones entre el Govern del Pacto y el sector hotelero en esta legislatura. El cruce de acusaciones entre el conseller de Turismo, Celestí Alomar, y el presidente del grupo hotelero Sol Meliá, Gabriel Escarrer, han servido para que de nuevo se sacaran los cuchillos por ambas partes, de tal modo que el PSOE dejaba ayer claro su apoyo a Alomar mientras que desde el sector hotelero y turístico se transmitía la solidaridad con Escarrer.
El presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas. afirmó que las declaraciones de Alomar, en las que acusaba a Escarrer de explotar a sus empleado después de que el presidente de Sol Meliá afirmara que emigraría a Canarias si Alomar continuaba como conseller de Turismo, son una muestra de las "amenazas "y "persecuciones" que, según dijo, han sido objeto los hoteleros por parte del Govern del Pacto. El presidente de la Agrupación de Agencias de Viajes de Balears (AVIBA), Jaume Bauzá, se sumó a estas críticas y consideró que con sus declaraciones Alomar "se ha autoinmolado como posible futuro conseller". Añadió que "el sector tiene claro que tras las elecciones habrá que hablar con quien gobierne, pero difícilmente se puede dialogar con Alomar después de sus declaraciones"
Frente a ellos, el PSOE balear respaldó las declaraciones del conseller y afirmó que "en democracia no existen intocables" y que "Gabriel Escarrer, cuando entra en la batalla política y toma partido por una opción, ha de admitir el debate". A través de un comunicado, el PSOE sostuvo que el presidente de Sol Meliá "ha intervenido en la campaña electoral favoreciendo al PP con sus críticas, incluso de carácter personal, contra la política turística del Govern". Los socialistas consideran que "nadie ha de discutir el derecho de Escarrer a opinar libremente, pero tampoco nadie puede discutir el derecho del candidato Alomar a replicarle". El conseller de turismo ocupa el quinto puesto en la candidatura del PSOE de Mallorca al Parlament. Para Pere Cañellas, por el contrario, las declaraciones de Alomar demuestran su intolerancia hacia la libertad de expresión, la misma que ha impedido llegar a un acuerdo en política turística. Añadió que los hoteleros, como cualquier ciudadano, tienen el derecho a la libertad de expresión y recordó que la crítica de Escarrer es una denuncia que el sector ya ha formulado en muchas otras ocasiones. Por ello, consideró las aseveraciones de Alomar "totalmente censurables". Además, rechazó que la Federación Hotelera esté pidiendo el voto para el PP y precisó que en la entidad hay representantes de tendencias variadas, como "UM e incluso del PSM, y luego hay personas que son más conservadoras". Para Aviba, además de "miserables, suicidas y sectarias" las declaraciones de Alomar son "aborrecibles y totalmente exentas de un mínimo rigor democrático". Tras considerar que Alomar se ha descalificado a sí mismo de manera "definitiva, política y profesionalmente", Aviba pide al sector turístico "luchar por la defensa de su imagen, demonizada por quien se supone que debe defenderla como máximo responsable político del sector". Mientras que el candidato del PP al Govern, Jaume Matas, rehusó pronunciarse sobre esta polémica alegando que sólo quiere "debatir sobre programas electorales, aunque al socialista Francesc Antich parece que no le interesa", el PSOE dejó claro que comparte "la oportunidad" de las declaraciones del conseller. "El PSOE no recuerda que la derecha y la Federación Hotelera tuvieran una sensibilidad tan extrema cuando Piñero dijo en público que había que matar al conseller Alomar", concluyó. (V.E., Diario de Mallorca, 16/05/03)
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