Obituario: Josep Maria Perramon, nuestro hombre en Moscú

Perramón no solo había sido el delegado de la ACT para Rusia, sino también para todas las repúblicas exsoviéticas. Fue un auténtico precursor, abriendo unos mercados emisores que hasta entonces habían estado completamente cerrados al mundo.

El gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se había disuelto en diciembre de 1991 y Josep Maria Perramon llegó a Moscú en 1992, una época aún muy turbulenta. "Tenía entonces 34 años y me tocó picar piedra", me explicó él mismo.

Por aquel entonces, Perramon había trabajado en Rusia como responsable del grupo Hispacorp, dedicada a la compra de celulosas y la consejería de Turismo de Cataluña se puso en contacto con él. "Tenían interés en tener un hombre en Moscú, para que fuera su antena para los países del Este”, me comentó Perramon en una de las muchas entrevistas que le hice.

“El año 1992 lo dediqué a los trámites y a estudiar ruso en la Universidad. Fue difícil conceder permisos para abrir una oficina de promoción turística, porque Cataluña no era un Estado ni yo era un diplomático. Pero tuve la suerte de que en aquella época el embajador de España en Moscú era Eugeni Bregulat. Él nos echó una mano vital. Sin él no habríamos podido abrir”, añadió.

Finalmente, en 1993 logró poner en marcha las oficinas en Moscú, Kiev y Riga, con personal local. "Era una apuesta por un mercado emergente. Se empezaban a dar pasaportes a los rusos y se intuía que tendría un gran potencial, como se ha demostrado con el tiempo".

Los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, indicaba, "nos dieron un punto de orientación" para que los rusos supieran situar la ciudad.

No obstante, él mismo recordaba una anécdota curiosa sobre aquellos complicados inicios: "En ruso, la C de Cataluña se pronuncia como S. Es decir, los rusos pronunciaban Satanlunya…Lo cual sonaba fatal ¡¡ja ja!! Así que después de hablar con los responsables de Turismo de la Generalitat, logré convencerles para cambiar el logo y poner Katalunya".

Imagen de archivo del estand de Cataluña en la feria MITT de Moscú de 2013.

Perramon siempre destacaba que "Cataluña fue la primera oficina de turismo que se acreditó en Moscú. Luego se acreditaron Egipto, Turquía, Grecia, Dubai…"

De hecho, la Oficina Española de Turismo en Moscú no se abriría hasta cinco años más tarde, en 1998, según recogió el BOE en la orden de 15 de junio de 1998 por la que se crearon las OET de Moscú y Singapur.

"Toda la ex URSS era un país cerrado a cal y canto. Pero al principio, sólo los más ricos podían hacerse un pasaporte (costaba unos 500 euros entonces), que eran precisamente los que llegaban a Cataluña a principios de los años 90 ¡Eran turistas sin tarjeta de crédito! Donde había un ruso, había dinero en efectivo. Esto sorprendía y captaba la atención de todo el sector. ¡Los rusos venían para vacaciones de 14 días!", recordaba Perramon, sobre los inicios del turismo ruso.

Según comentaba, en aquella época "no era una cuestión sólo de vender Cataluña como destino, sino de poner en marcha todos los trámites burocráticos (permisos de vuelo, tema de visados, etc) que permitirían a los rusos viajar al extranjero, tareas que una oficina de turismo en condiciones normales no acostumbra a hacer. ¿Qué pasó entonces? La embajada española nos dijo que no tenía medios suficientes para hacer los visados, por lo que tuvimos que ayudar nosotros en las tareas administrativas".

Dada la enormidad de la antigua Unión Soviética, a Josep Maria Perramon -cuyos amigos del sector turístico le conocían como "Perry"- le tocó realizar desplazamientos de distancias continentales y devorar miles de kilómetros. En 2008 explicaba: "Me muevo por toda la ex URSS para ir a vender Cataluña: por la Siberia, el Mar de Japón... Piensa que desde Irkutsh hasta Cataluña hay siete horas de vuelo, en un chárter directo, y a pesar de esas distancias, vienen turistas desde allí".

"Un empresario avanzado"

La Agencia Catalana de Turismo (ACT) ha emitido un comunicado donde recuerda a Josep Maria Perramon como "el artífice del éxito turístico de Cataluña en Rusia y en el resto de las ex repúblicas soviéticas".

"Fue un empresario avanzado que dio sus primeros pasos asumiendo desde 1993 el reto de la representación turística de Cataluña en aquellos mercados cuando ningún otro territorio contaba con representación en Moscú. Su labor de promoción, conjuntamente con el equipo que formó, ha sido clave para que Cataluña lidere en España la recepción de turismo ruso", indica la ACT.

"Además, Josep Maria Perramon, con su labor de representación, ha contribuido a que la ACT haya sido reconocida en múltiples ocasiones por parte de instituciones, ferias, turoperadores, agencias de viajes y medios de comunicación, destacando las distinciones de la Agencia Federal de Turismo (Rostourism), de la Asociación de Operadores Turísticos (ATOR) de la Federación de Rusia o de la Cámara de Comercio de la Federación de Rusia", indica la agencia oficial de promoción turística de Cataluña.

"Un embajador excepcional de Cataluña"

Quien también recuerda con mucho cariño la figura de Josep Maria Perramon es el hotelero Joan Gaspart, dado que hace años, cuando Gaspart era presidente de Turisme de Barcelona, coincidían en las ferias turísticas que se organizaban en Moscú.

"Perramon sido el mejor promotor de Cataluña en Rusia durante muchos años, abriendo mercados que prácticamente estaban cerrados y consiguiendo que muchas empresas catalanas entrasen en contacto con agencias de viajes rusas", dice Joan Gaspart.

"Siempre que viajábamos a Moscú para asistir a las ferias turísticas, Perramon nos acompañaba y recibía a todas las delegaciones. Fue un embajador excepcional y una de las personas que más ha hecho para que los turistas rusos viajasen a Cataluña", recuerda Gaspart con afecto.

La gran labor que Josep Maria Perramon realizó en Moscú también es destacada por Marian Muro, en la actualidad directora de Turisme de Barcelona y quien también ocupó el cargo de directora general de Turismo de la Generalitat.

"Fue la persona que abrió el mercado ruso en España. El posicionamiento de Cataluña en el mercado ruso no puede entenderse sin su figura. Su empatía y esa capacidad de encontrar puntos de conexión entre el mercado emisor de Rusia y Cataluña era único", recuerda Marián Muro.

Cuando "Perry" llegó a Rusia en 1992, el país atravesaba un momento de grandes esperanzas pero también de gran convulsión política e incertidumbre. El fallecimiento de Josep Maria Perramon, el pasado 4 de marzo, ha coincidido con otro momento histórico para la Federación Rusa -la invasión de Ucrania- que determinará su destino en los próximos años.