Bélgica cobrará un impuesto de salida al pasajero aéreo desde abril

Según información de la prensa belga, se aplicará un impuesto de 10 euros a los pasajeros de vuelos a destinos a menos de 500 km en línea recta de un aeropuerto belga; el cargo será de 2 euros si el destino final desde Bélgica se encuentra a más de 500 km, pero en el Espacio Económico Europeo (EEE) y de 4 euros si el destino final está fuera del EEE.

Este nuevo impuesto a la aviación fue anunciado por primera vez después de la reunión de presupuesto el 12 de octubre de 2021, dentro de la reforma fiscal que lleva a cabo el gobierno belga, destinada a reducir su déficit presupuestario y a aumentar sus ingresos en 300 millones de euros en 2022. Según los cálculos gubernamentales, el nuevo impuesto de salida contribuirá con 30 millones de euros en 2022 y con 40 millones de euros en 2023 y 2024.

En 2019, antes de la crisis generada por la pandemia de coronavirus, alrededor de un millón de personas viajaban desde el Aeropuerto de Bruselas a destinos de menos de 500 kilómetros, principalmente a tres aeropuertos hub europeos: Ámsterdam, Frankfurt y Londres.

El ministro de Movilidad de Bélgica, Georges Gilkinet, ha defendido la medida, señalando que ya existen impuestos similares en los Países Bajos y Francia.

Mientras, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) ha afirmado sobre el nuevo impuesto que, además de haber sido introducido con tan poca antelación, es un golpe para las aerolíneas, que se están recuperando lentamente de la pandemia.

"Desde el punto de vista medioambiental, el impuesto es un lavado verde ineficaz, ya que el dinero no se utilizará para ayudar a las aerolíneas a alcanzar el objetivo flynetzero. Le pedimos al gobierno que retrase la implementación y consulte sobre formas más efectivas de apoyar los objetivos"