Conclusiones del estudio "Vuelos de corta distancia y conectividad sostenible" del sector aéreo europeo

El cambio del tren por el avión trae beneficios medioambientales limitados

La investigación fue realizada por la consultora en economía y finanzas Oxera, por encargo de ACI Europe, A4E, ERA, ASD Europe y CANSO

Publicada 30/03/22
El cambio del tren por el avión trae beneficios medioambientales limitados

Con el aumento de los objetivos globales de descarbonización, el transporte ha sido objeto de un mayor escrutinio, y en particular la aviación comercial. Una solución que se ha propuesto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte es un cambio modal del avión al tren. Esto ya se ha fomentado tanto a través de inversiones masivas en infraestructura ferroviaria como mediante prohibiciones e impuestos sobre vuelos de corta distancia en ciertos países. Si bien las emisiones de CO₂ del tren por pasajero y kilómetro son inferiores a las producidas por los viajes aéreos, los beneficios atribuidos a cambiar los vuelos de corto radio por trayectos en ferrocarril son limitados y generan otros costes ambientales, sociales y económicos. Por otra parte, los vuelos de menos de 500 km de distancia representan entre el 1 y el 2% del total de las emisiones de la aviación de la Unión Europea.

Así lo muestra el estudio "Vuelos de corta distancia y conectividad sostenible", realizado por la consultora económica y financiera Oxera, por encargo de las principales asociaciones del sector aéreo europeo: Airline for Europe (A4E), el Consejo Internacional de Aeropuertos Europa (ACI Europe), la Asociación de Aerolíneas Regionales Europeas (ERA); ASD Europe que agrupa a las industrias europeas de aeronáutica, espacio, defensa y seguridad; la Organización de Servicios de Navegación Aérea Civil (CANSO) que piden un mayor equilibrio y precisión efectiva en el debate sobre la intermodalidad del transporte sostenible.

"Todos los modos de transporte tienen su papel que desempeñar; no se trata de aviación o ferrocarril, sino de aviación y ferrocarril"

El informe destaca el hecho de que el panorama es mucho más complejo que simplemente cambiar de un modo de transporte a otro. La construcción de nuevas líneas ferroviarias tiene un alto costo ambiental debido a las emisiones de CO₂ asociadas con la producción de cemento y acero, y las emisiones del combustible utilizado para la construcción de infraestructura. El estudio también identifica un impacto significativo en la biodiversidad y el daño a los hábitats de la vida silvestre como factores ambientales adicionales.

Para muchas rutas aéreas de corta distancia con una menor frecuencia de tráfico, o en aeropuertos sin una buena conexión ferroviaria de alta velocidad, el ferrocarril no puede ser económicamente viable, ya que se basa en un modelo comercial diferente con tasas de ocupación y velocidad más bajas. No hay garantía de que los pasajeros cambien del avión al tren y opten por viajar en automóvil, lo que podría conducir a mayores emisiones de CO₂.

Es importante destacar que la descarbonización de la aviación estará muy avanzada cuando se despliegue una infraestructura ferroviaria comparable, dice el informe. "Los aviones híbridos eléctricos se probarán primero en rutas regionales para 2030, lo que reducirá las emisiones de CO₂ en un 50% por vuelo en ese segmento del mercado". Por lo tanto, a medida que los sectores del ferrocarril y la aviación se descarbonicen, la brecha entre las emisiones de CO₂ del aire y del ferrocarril se reducirá aún más.

Además, como las rutas que tienen más probabilidades de descarbonizarse primero, los vuelos de corta distancia dentro de Europa desempeñarán un papel relevante en el despliegue de tecnologías disruptivas bajas en carbono, acelerando así un despliegue más amplio de descarbonización.

Los aeropuertos regionales y las aerolíneas son cruciales en el desarrollo económico y social de su región, ya que aseguran que las economías locales puedan acceder a centros económicos más grandes. "Son claves para la política de cohesión de la UE y herramientas esenciales para reducir las desigualdades territoriales y sociales", señala el estudio.

El Parlamento Europeo estima que el sector de la aviación sustenta alrededor de cinco millones de puestos de trabajo y aporta 110 000 millones de euros al PIB europeo al año. Si se incluyen los efectos indirectos, estas cifras ascienden a 12 millones de puestos de trabajo y al menos 700.000 millones de euros de PIB.

Por lo tanto, los directores de las asociaciones de aviación hacen un llamado a los legisladores para que tengan en cuenta estos factores ambientales, sociales y económicos al considerar cómo optimizar la descarbonización del transporte regional en Europa.

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