Turismo de nieve: los Pirineos esperan que el negocio remonte en Navidad
Las estaciones aragonesas y catalanas cierran un puente flojo con bajas ocupaciones
Publicada 12/12/11- La ocupación hotelera se ha situado entre el 25% y el 35%, mientras algunos establecimientos han permanecido cerrados, aunque también se ha notado ocupación en las segundas residencias
Los empresarios de las estaciones de esquí del Pirineo aragonés y catalán esperan que la campaña de Navidad permita "retomar el pulso" de los valles y la afluencia turística, tras un puente muy flojo que se ha cerrado con ocupaciones en torno al 30% por la falta de nieve.
Las previsiones más pesimistas de baja ocupación hotelera se han cumplido en los valles pirenaicos, con índices entre un 25% y un 30%, claramente inferiores a los registrados en años anteriores por estas fechas, debido a la falta de nieve. De hecho, según ha explicado a Efe el presidente de la Asociación Turística de Benasque, Jorge Llanas, “el 40% de los hoteles de la zona no han abierto por falta de reservas”.
Y es que la única estación del Pirineo aragonés que ha podido abrir sus instalaciones, aunque parcialmente, ha sido Cerler, con 10 kilómetros de pistas esquiables que han recibido alrededor de 7.000 esquiadores, mientras cerca de 1.000 personas han hecho uso turístico del telecabina de Panticosa. Aunque lejos de las cifras que las estaciones del Grupo suelen registrar durante estas fechas, “imposible de igualar esta temporada por falta de nieve”, Aramón reconoce el importante esfuerzo de sus trabajadores para mantener abiertas sus instalaciones.
Los hoteles cerrados se han repetido en el Valle de Tena y el Valle del Aragón, según han informado los presidentes de las asociaciones turísticas de ambos, Lorena Sánchez y Ángel Bandrés, respectivamente, aunque también se ha notado ocupación en las segundas residencias.
Pirineo de Lleida
La ocupación hotelera en el Pirineo de Lleida durante el puente de la Constitución y la Inmaculada también ha rondado el 35%, perjudicada por la falta de nieve, que ha obligado a posponer la apertura de las pistas de esquí de sus estaciones, salvo parcialmente las de Espot, Port Ainé y Boí Taüll. Este cierre también condiciona el número de plazas alojativas que se ofertan, ya que las 3.500 que hay a pie de pistas han permanecido cerradas, casi el 20% del total de de la demarcación.
La larga duración del puente tampoco ha beneficiado a la hotelería, según ha confirmado el presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Juan Antonio Serrano, porque “los turistas no se concentran en fechas concretas sino que se reparten a lo largo de toda la semana. El número total de pernoctaciones habrá bajado alrededor de un 40%, algo asumible teniendo en cuenta que no hay nieve, pero el porcentaje de ocupación baja mucho más porque el año pasado la gente se repartía en cuatro días y éste en ocho”.
Sin embargo, Serrano ha señalado que el hecho de que la temporada de esquí no haya arrancado no ha retrasado la apertura del resto de establecimientos: “puede haber algún caso muy concreto, pero en general abren todos aunque sea con poca ocupación, ya que son alojamientos familiares”.
El presidente de la Federación ha negado que este arranque de temporada pueda condicionar el balance final y ha recordado que sólo existe en España, mientras que en el resto de destinos de turismo de nieve de países como Austria, Francia, Suiza o Italia, la campaña no empieza oficialmente hasta Navidad. La ventaja del mercado español, concluye, “es que si el puente es bueno da más seguridad a la gente, reservan para Navidad con más tranquilidad, pero si no tampoco es catastrófico”.
Sierra Nevada, la excepción
La estación granadina ha cerrado el puente con la afluencia más elevada de los últimos años gracias a los 70.000 esquiadores que se han deslizado por sus 50 kilómetros de pistas abiertas, acompañados de 12.000 visitantes. Estas cifras han permitido a sus establecimientos hoteleros alcanzar una ocupación media del 80%, según los datos facilitados por el consejero andaluz de Turismo, Luciano Alonso.
El consejero ha destacado además la fluidez en pistas y remontes gracias al trabajo de Cetursa, la calidad de la nieve y los días de sol, que han hecho del puente de la Constitución el mejor escaparate para el resto de la temporada de invierno.
Navidad, la esperanza
Precisamente unos y otros miran al cielo con la esperanza de que llegue la nieve para las Navidades. Las previsiones meteorológicas son halagüeñas, ya que indican precipitaciones y una bajada de temperaturas que podría permitir su fabricación artificial. Asimismo las reservas para las fiestas, sobre todo para fin de año y Reyes, superan las del año pasado por estas fechas, por lo que reina el optimismo aunque todo dependerá del blanco elemento.
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