Manual para la adaptación de destinos al cambio climático: descarga el PDF

¿Cómo nace este manual?

En verano de 2020, en plena pandemia, la Agencia Valenciana de Turismo nos contactó para este trabajo. En ese momento, aprovechan muy bien el tiempo para activar proyectos internamente y salir de la pandemia más preparados, alineados con su plan estratégico de turismo 2020-2025. En ese contexto, identifican un ámbito de actuaciones necesarias sobre el cambio climático y adaptación de los destinos, porque el litoral Mediterráneo está sufriendo muchísimo los efectos del calentamiento global.

Pau Pitarch, socio de la firma consultora Pax Genuine Tourism Advisors.

"El cambio climático se relaciona con el aumento de temperaturas, pero también con unas tormentas que antes no teníamos y que se cargan el litoral y las playas"

¿En qué consistió su trabajo como consultores?

Partiendo de metodologías de investigación, textos académicos, entrevistas en profundidad, etc, pusimos en marcha un trabajo de campo para saber exactamente cuál era la línea base de conocimiento de los gestores de destinos sobre los tópicos relacionados con el cambio climático, la mitigación y la adaptación.

¿Cuántas personas fueron entrevistadas?

65 personas, representantes de los municipios, consejos comarcales, diputaciones, etc, que forman parte de la red de Destinos Inteligentes de la Comunidad Valenciana. La encuesta se llevó a cabo durante el otoño de 2020 y la participación fue muy alta, probablemente porque todo el mundo estaba muy sensible a estas cuestiones

¿Y qué revelan las encuestas?

En primer lugar, que existe un gran desconocimiento sobre los conceptos.

Pero más o menos todo el mundo sabe lo que es el cambio climático...

Sí, el cambio climático se relaciona con el aumento de temperaturas, pero también con unas tormentas que antes no teníamos y que se cargan el litoral y las playas, que desaparecen año tras año. También se relaciona con que cada vez hay menos nieve. Entonces el planteamiento es: ¿Cómo me adapto a esto?

Es decir, entendemos lo que es el cambio climático, pero nos cuesta comprender más cómo le hacemos frente...

Exacto. Todos entendemos que si generamos menos emisiones de C02, en principio reducimos el calentamiento global. Eso es la mitigación. Pero, desgraciadamente, sus efectos ya no lo vamos a parar solo con la mitigación.

¿Por qué?

Debido a la velocidad que damos, el promedio de aumento de temperatura será de un grado y medio para el año 2050 y eso significa que se van a replicar los efectos drásticos de clima.

La cuestión es que ya no podemos parar el cambio climático, aunque evidentemente tenemos que seguir reduciendo las emisiones y podemos compensarlas con proyectos de plantación forestal, etcétera. Pero hay otra gran elemento en esta cuestión: mientras vamos combatiendo el cambio climático, ¿cómo adaptó mi destino turístico? Ese era el reto del proyecto.

Por tanto, ¿tendemos a confundir los términos “mitigación” y “adaptación”?

Esa confusión existe, sí. La mitigación es cómo puedo reducir mis emisiones, pero eso no significa que me adapte.

¿Qué significa entonces adaptarse?

La adaptación de un destino turístico es muy amplia. Por ejemplo, ¿Cómo creo infraestructuras de ingeniería para controlar los aguaceros que cada vez más se producen como si esto fuera el trópico?

¿Cómo adaptarse a eso?

Hoy en día existen soluciones de ingeniería y de arquitectura urbana, donde creas parques urbanos que funcionan como lagos inundables en el momento en que cae una tromba de agua. Gracias a que ese parque es inundable, controlas el cauce del agua y luego poco a poco vas sacando el agua. También puedes hacer evidentemente la adaptación en los productos turísticos.

¿Un ejemplo rápido?

No tengas zumo de naranja en tu buffet de desayuno del hotel si no es temporada de naranjas.

Pero imagino que las estrategias de adaptación obligan a tocar muchas teclas dentro de un destino turístico...

Por eso la clave fundamental de la adaptación es la gobernanza, nos guste o no. ¿De qué sirve que hablemos de adaptación al cambio climático si un destino no ha trabajado en un plan de desarrollo turístico o en una visión de qué quiere ser turísticamente? Si eres un destino turístico donde los actores no han madurado suficientemente, es difícil que en tu ecuación de gestión las partes implicadas entiendan además cómo adaptarse al cambio climático.

¿Y esa gobernanza qué quiere decir?

Significa generar cogobernanza, colaboración público-privada, crear comunidad... Porque cuanto mejor comuniquemos y más sensibilicemos, menos emisiones haremos y mejor nos adaptaremos.

Supongo que toda esta hoja de ruta de adaptación al cambio climático implica tocar muchas teclas dentro de un destino, lo que implica mucha coordinación interna. Pero ese es un punto crítico, porque vuestra encuesta detecta que aquí los hilos no conectan… ¿Entonces, qué puede hacerse?

A partir de las conclusiones del trabajo de campo, nos pusimos a redactar el manual de recomendaciones, pensado de una forma práctica y entendible, dirigido sobre todo a esa persona que está detrás del destino y tiene que implantar el resultado. Es una guía de 80 páginas. El manual está dividido en capítulos que son los ejes de la adaptación de un destino turístico: gobernanza de manera transversal, recursos naturales, culturales, espacios urbanos, producto y movilidad.

Los fenómenos climáticos extremos suponen una amenaza para el sector turístico. Foto: Adobe Stock

"El grado de gobernanza turística en muchos destinos -y más cuando metes el vector cambio climático- todavía está muy verde"

¿Hasta qué punto esta encuesta que habéis hecho a 65 destinos de la Comunidad Valenciana, básicamente municipios, crees que puede ser extrapolable a otros destinos de España?

Totalmente extrapolable, al cien por cien. Conozco cuál es el grado de desarrollo de los destinos turísticos y evidentemente hay algunos más maduros y otros más emergentes, pero el grado de gobernanza turística en muchos destinos -y más cuando metes el vector cambio climático- todavía está muy verde. Y queda poco tiempo hasta 2030, cuando deben haberse cumplido los Objetivos de Desarrollo sostenible. Además, el manual es una herramienta extrapolable a cualquier destino del Mediterráneo.

Muchos destinos ya están trabajando en estrategias de mitigación y de adaptación al cambio climático. ¿Qué les recomendaría?

El primer consejo es comunicar muy bien lo que ya tienen a disposición del turista. Por ejemplo: si tenemos en nuestro destino un conjunto de oferta accesible para ir a pie; si existe una buena oferta de movilidad; si contamos con una serie de restaurantes que ofrecen producto kilómetro cero; o si existen actividades donde el turista pueda contribuir a la limpieza del fondo marino. Si tienes dinámicas de este tipo en tu destino, comunícalas. Pero hay que hacerlo bien, de lo contrario caemos en green washing, un simple lavado de cara. Pero a día de hoy, hay muchos destinos a los que les falta comunicar la sostenibilidad.

En numerosos municipios del litoral e islas de España hay grupos de voluntarios locales que limpian playas. ¿Cree, por ejemplo, que los hoteleros y sus clientes podrían implicarse en este tipo de medidas?

Podrían y de hecho ya hay muchos grupos hoteleros y empresas del sector turístico que, como parte de su responsabilidad social corporativa, incorporan este tipo de proyectos.