El turismo de caza, a la baja
La crisis y la pérdida de popularidad golpean un sector clave en zonas rurales
Publicada 15/12/11- El éxodo del medio rural al urbano deriva en que muchos jóvenes vean la caza "como algo cruel"
Cerca de 50.000 turistas extranjeros viajan cada año a España para practicar la caza. A ellos es necesario añadir decenas de miles cazadores españoles que se mueven de una Comunidad Autónoma a otra y que requieren servicios turísticos en sus viajes.
La crisis económica también ha afectado de lleno a este nicho del mercado.
Los turistas cinegéticos planifican sus viajes en función de las temporadas de caza y la posibilidad mayor o menor de cobrar piezas, según explica el profesor Juan Ignacio Rengifo Gallego, de la Universidad de Extremadura, en uno de los capítulos del libro “La actividad turística española, edición 2010”, obra editada por la Asociación Española de Expertos Científicos en Turismo, en colaboración con Fitur y la Editorial Universitaria Ramón Areces.
De este modo, pueden identificarse dos tipos de turistas cazadores: “los que procedieron del extranjero, cuyo número disminuyó en 2009 al igual que otros segmentos de mercado por el escenario de crisis, y los que se movieron entre unas comunidades y otras”.
De hecho, y según los datos de la encuesta Frontur, durante el año 2009 hubo 51.736 turistas extranjeros que practicaron la caza en España, dato que refleja una disminución con respecto a 2008, cuando se alcanzó la cifra de 54.692 cazadores. La mayoría proceden de otros países europeos.
Cazadores españoles
Al volumen de turistas extranjeros se suman los cazadores españoles que viajan de una región a otra.
Estos movimientos se detectan gracias a las licencias de caza concedidas por las Comunidades Autónomas.
En Extremadura, por ejemplo, un 15% de los poseedores de licencias de caza (11.850) residían fuera de esta comunidad.
Por otra parte, en Castilla y León existían cerca de 140.000 licencias de caza en el año 2009, un 40% de ellas a nombre de personas residentes en otras regiones. En esta comunidad, la caza mueve al año cerca de 150 millones de euros y genera cerca de 1.200 empleos directos, según datos ofrecidos por la Junta.
Pero durante una reciente edición de la Semana Ibérica de Caza y Pesca, Alonso Álvarez de Toledo y Urquijo, presidente de la Junta de Homologación de Trofeos de Castilla y León, reconocía que el "éxodo del medio rural al urbanita" deriva en que muchos jóvenes de las ciudades vean la caza "como algo cruel" por lo que está descendiendo el número de licencias.
En cualquier caso, el marqués de Valdueza defiende la "caza sostenible" como garante de la conservación de la naturaleza.
Crisis del sector
En toda Europa hay concedidas cerca de 7,4 millones de licencias de caza. Sólo en España, hay cerca de un millón de aficionados a la caza.
Tres comunidades tienen más de 100.000 licencias: Andalucía, Castilla la Mancha y Castilla y León.
Sin embargo, la crisis económica está haciendo mella en el turismo cinegético. Según la Real Federación Española de Caza, la facturación de la llamada “caza comercial” ha caído cerca de un 40% en 2011.
Esta asociación reconoce que, en los últimos años, las piezas de caza habían adquirido unos precios "que hacían inasequible su captura para muchos cazadores".
De este modo, la crisis económica y la caída de la demanda ha comportado un descenso en el precio de los cotos, monterías y batidas.
Desarrollo rural
Pero en ciertas zonas rurales, la caza tiene un peso muy importante peso económico, advierte la federación de cazadores.
En la provincia de Ciudad Real, por ejemplo, se ha abierto recientemente el Hotel Sallés La Caminera Golf &Spa resort, en la localidad de Torrenueva, que se define como el primer hotel a nivel nacional dedicado al turismo cinegético.
Entre otros servicios incluye: salón de cazadores; custodia de perros; custodia de armas; almuerzos camperos; despiece; envío a domicilio; taxidermia, etc.
La Real Federación Española de Caza indica que, en 2011, el número de cazadores extranjeros que viajan a España ha descendido de forma notable, al igual que también se ha observado un retroceso entre los empresarios de la construcción, que en los últimos años promovían muchas cacerías comerciales.
En 2009, y según el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, el número de capturas de especies cinegéticas en España rondó las 263.000 en el caso de la caza mayor (ciervos, corzos, cabra montés, gamos, rebecos, jabalíes…) y las 14,5 millones en el caso de la caza menor (liebres, conejos, perdices, tórtolas, codornices, etc).
Este reportaje ha sido publicado en la revista HOSTELTUR de diciembre y también puede descargarse en PDF como El turismo cinegético en España, a la baja.
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