El final de la moratoria concursal, un escenario incierto

El secretario general de CEHAT, Ramón Estalella, considera que "sería conveniente que se amplíe seis meses más, hasta el final del año, cuando se recuperen las cuentas de explotación de los hoteles porque parece que vamos a tener un buen verano". "Esto permitiría a las empresas generar tesorería para hacer frente a los pagos", añade.

Por otro lado, entiende que los bancos quieran también recuperar sus créditos. "Hay muchos intereses cruzados", subraya.

El secretario general defiende la necesidad de mantener la moratoria porque "tiene una protección importante para que puedas presentar un concurso, pero que evita que te puedan presentar un concurso de acreedores".

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De cualquier manera, Estalella no cree en absoluto que en caso de que se ponga fin a la moratoria se vaya a producir "una cascada de concurso de acreedores" de empresas, tal y como llevan alertando cada vez que se acerca el final de esta excepcionalidad.

Aunque reconoce que "es seguro que se van a ver empresas con problemas importantes, que buscarán refinanciación u otros sistemas, y algunas se venderán, pero no veremos ningún aluvión de concursos de acreedores", opina.

Incertidumbre legal

El presidente de Fetave, César Gutiérrez, también reclama la necesidad de que se amplía la moratoria dado que "la aplicación del actual marco normativo conducirá a la liquidación de un alto porcentaje de pymes".

Opina que ante la "incertidumbre legal existente" debería prorrogarse al menos hasta la aprobación del proyecto de nueva ley concursal o en su caso, durante un año hasta junio de 2023 para su aplicación en 2024 sobre los resultados de 2023.

"El mayor problema con el fin de la moratoria será para aquellas empresas que no puedan pagar, aquellas que son insolventes", advierte.

Gutiérrez habla de que el panorama que se dibuja a partir del 1 de julio es "preocupante" porque "puede afectar a un número elevado de empresas, y que muchas de ellas ni tan siquiera lo saben, lo cual es peor". Le consta que algunas grandes empresas del sector turístico están "muy preocupadas" por el futuro inmediato.

Qué pasará

Los efectos principales del fin de la moratoria concursal afectan a tres puntos, según explica Enrique Núñez, de Monlex Abogados, en HOSTELTUR:

1. Se activa nuevamente el deber legal de solicitar el concurso de acreedores voluntario por parte de aquellos deudores que se encuentren en situación de insolvencia.
   
   
2. Se admitirán a trámite las nuevas solicitudes de concurso necesario instados por los acreedores.
   
   
3. Se dará trámite a las solicitudes de concurso necesario que fueron instadas por los acreedores durante el periodo de la moratoria concursal si no se presenta por el deudor solicitud de concurso voluntario con anterioridad al fin de la moratoria.

Llegado el final de esta excepción, el empresario que se encuentra en situación de insolvencia (actual, inminente o potencial) debe tomar una decisión: o bien solicitar el concurso de acreedores voluntario con fecha máxima este 30 de junio.

Monlex aconseja a los empresarios que actúen de manera ágil y sin más demora, aprovechando el plazo "de las negociaciones" para reestructurar la deuda y realizar los ajustes necesarios bajo el adecuado asesoramiento jurídico y económico.

De esta manera podrán lograr la continuidad de sus empresas (si son viables), procurar la venta de unidades productivas o, en última instancia, instar una liquidación ordenada de su patrimonio empresarial.