El mercado británico registra un nivel de reservas inferior al del año pasado y los turoperadores que organizan los viajes de estos turistas aseguran que será el público joven el que, atraído por las discotecas ibicencas, salven el inicio de la temporada. Así lo aseguró el representante en las Pitiüses del mayorista Thomson, Jordi Iglesias, que gestiona gran parte de los paquetes turísticos de los visitantes del Reino Unido. «Las ventas van mal. El mercado británico no padece la crisis económica que hay en Alemania pero las reservas están por debajo que el año pasado. El mes de mayo ha sido malo y, hasta mediados de junio, cuando comiencen los programas para jóvenes, será difícil observar ningún tipo de recuperación», confirmó el agente del turoperador inglés.
El mercado británico registra un nivel de reservas inferior al del año pasado y los turoperadores que organizan los viajes de estos turistas aseguran que será el público joven el que, atraído por las discotecas ibicencas, salven el inicio de la temporada. Así lo aseguró el representante en las Pitiüses del mayorista Thomson, Jordi Iglesias, que gestiona gran parte de los paquetes turísticos de los visitantes del Reino Unido. «Las ventas van mal. El mercado británico no padece la crisis económica que hay en Alemania pero las reservas están por debajo que el año pasado. El mes de mayo ha sido malo y, hasta mediados de junio, cuando comiencen los programas para jóvenes, será difícil observar ningún tipo de recuperación», confirmó el agente del turoperador inglés.
Según Jordi Iglesias, ante este panorama, las ofertas son cada vez más agresivas y cada mayorista está librando su particular batalla para poder atraer más turistas a Eivissa y llenar, de esta manera, las plazas de avión y de hoteles que tienen contratadas para este verano. «En Internet cada día aparecen viajes más baratos, lo que nos obliga a pensar que las cosas no están funcionando bien porque llevamos en esta dinámica de tirar los precios desde hace más de un año», aseguró. «Estamos asistiendo, desgraciadamente, a un año de muchas ofertas», reconoció ayer el presidente de la Federación hotelera de Eivissa y Formentera, Pedro Matutes. No obstante, el empresario ibicenco manifestó que, a pesar de las malas previsiones iniciales para esta temporada, los últimos informes turísticos apuntan a una recuperación de las visitas que este tipo de turistas realiza a las Pitiüses cada verano. «El mercado británico no tiene nada que ver con el del año pasado. La situación no es la misma. Por los datos recibidos, se ha producido un incremento de reservas procedentes de Inglaterra. Se han tenido que hacer algunas ofertas y no se ha registrado un aumento de precios con respecto a 2002», indicó Pedro Matutes. El presidente de la Federación pitiusa también confirmó que a mediados de junio se notará una mejoría en la ocupación hotelera debido a la apertura de las principales discotecas de la isla. «En estas fechas se anima la oferta nocturna y algunas camas de determinadas zonas tendrán una mayor ocupación», indicó. No obstante, Pedro Matutes se mostró reacio a basar el éxito de la afluencia de visitantes británicos a Eivissa en los programas de jóvenes que se acercan buscando la oferta nocturna de la isla. «No hay que confiar exclusivamente en el mercado joven porque tal vez resulte un poco exagerado. Hay que recordar que este tipo de turismo, si bien puede ser significativo, es sólo una parte, ya que la mayor parte de los visitantes del Reino Unido son familias», apostilló el empresario. No compartió la misma opinión el presidente de la Federación hotelera de Sant Antoni, Joan Bufí, quien aseguró que oponerse a este tipo de clientes es rechazar turismo de calidad. «El turismo joven es lo que hemos estado buscando en los últimos años. Nuestras discotecas son conocidas en el mundo entero y visitantes de cualquier parte del mundo vienen a Eivissa atraídos por sus fiestas nocturnas. Sin duda, no se trata de hooligans sino de gente con un poder adquisitivo muy alto, que no viene porque haya encontrado una oferta, y que en tres días de estancia en la isla puede llegar a gastarse 3.000 euros», señaló el hotelero. Asimismo, Joan Bufí insistió en la necesidad de rediseñar la estrategia turística de las Pitiüses. «No entiendo cómo la gente puede oponerse a este tipo de clientes cuando muchos quisieran tenerlos. Nuestros clubs y discotecas son famosas en el mundo entero y la moda Ad lib tiene bastante renombre. Yo considero que todas estas cosas son super positivas. Hay que hacer las cosas bien y eso sólo se conseguirá con verdaderos profesionales del turismo porque, si aceptáramos este modelo de clientes, no tendríamos que hacer ofertas ni poner vuelos charter para llenar nuestros hoteles. Tenemos un destino preferido por una juventud que busca marcha y que está dispuesta a pagar sin necesitar ofertas. Con ella podemos conseguir una ocupación buena, digna y a un buen precio. ¿Qué pasa entonces para que esto no funcione?», cuestionó el hotelero de Sant Antoni. Finalmente, respecto a las ofertas realizadas por los turoperadores británicos, Joan Bufí constató la existencia de una competencia «desastrosa» entre mayoristas ingleses, que lanzan ofertas cada vez «más agresivas que no benefician nada». «Hay muchísima más oferta que demanda en todos los sentidos: desde turoperadores, aerolíneas de bajo coste hasta plazas hoteleras», concluyó el presidente de la Federación hotelera de Sant Antoni. (E.L., diario El Mundo-El Día de baleares, 02/06/03)
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