El cambio climático acelera (y sus efectos sobre el turismo también)
La crisis energética amenaza los avance del sector en sostenibilidad
Publicada 25/07/22- "Tenemos un problema, pero también capacidad para solucionarlo o aminorar sus efectos", señala Jorge Olcina
- Lo que va a predominar en los próximos años y décadas son los veranos cálidos o muy cálidos, avanza
- El catedrático urge al sector turístico "a prepararse" para afrontar el gran desafío que supone el calentamiento global
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Estos días estamos escuchando una temible predicción sobre la canícula: que el verano de 2022 será el más fresco de los que nos queda por vivir. Una triste afirmación con la que no acaba de discrepar Olcina. "No se puede afirmar de forma tajante, pero es cierto que desde el año 2010 los procesos atmosféricos están resultando más anómalos de lo normal. Especialmente los relacionados con el calor y las lluvias intensas", destaca el también director del Laboratorio de Climatología de la UA.
"Llevamos varios años con veranos calurosos o muy calurosos y esto se está confirmando como una tendencia dentro del proceso de calentamiento climático que vive nuestro planeta", abunda Olcina
"Aunque el verano que viene pueda ser más fresco que los últimos vividos, eso sería un respiro momentáneo, porque los modelos climáticos señalan que lo que va a predominar en los próximos años y décadas son los veranos cálidos o muy cálidos", confirma.
Las previsiones apuntaban a un agravamiento de estos fenómenos extremos a partir de 2030, pero da la impresión de que se han acelerado este mismo verano, lo que constata catedrático de Análisis Geográfico, dado que, según explica, el proceso de calentamiento climático es acumulativo y los efectos sobre la circulación de la atmósfera son cada vez más acelerados.
"Es lo que tienen las atmósferas cálidas, como la que estamos generando con nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. La atmósfera no encuentra su equilibrio y reacciona con movimientos enérgicos de masas de aire. Y esto ocasiona fenómenos atmosféricos extremos cada vez más frecuentes", detalla
Adaptación del turismo
Este verano, España está viendo una recuperación del turismo, especialmente de los mercados internacionales, tras dos años lastrado por la pandemia, si bien Olcina llama al sector a no dormirse y "a prepararse" para afrontar el gran desafío que supone el calentamiento global.
Así, recomienda que los destinos de sol y playa adapten sus instalaciones a veranos más calurosos, con sistemas de refrigeración eficientes y mecanismos de ahorro de agua y energía, mientras que las ciudades deben plantear mayor extensión de zonas verdes y áreas de sombra en sus calles y avenidas.
Del mismo modo, otro de los sectores que se están viendo seriamente afectados este verano es el turismo rural, ante la ola de incendios forestales que azota a los espacios naturales este verano, por lo que Olcina apela a tomar medidas.
"Urge el desarrollo de planes de gestión forestal, de planificación real de la interfaz urbano-turística, que es una área esencial para asegurar la vida de las personas y de sus viviendas, en el medio rural y de montaña", destaca
También señala como crucial la inversión en medios de extinción, que "no puede reducirse, sino todo lo contrario. Necesitamos medios de extinción de incendios forestales que estén activos todo el año y con especial reforzamiento en los meses entre mayo y octubre", indica.
La crisis energética, un paso atrás
En la lucha contra la emergencia climática, el turismo es un sector clave para la reducción de emisiones, y según pone de relieve Olcina, muchos destinos ya están actuando de forma correcta en sus instalaciones y equipamientos. Unos avances que pone en peligro la actual crisis energética que ha provocado la guerra de Ucrania. "Estamos ante un problema global que va a obligar a soluciones que seguramente no van a beneficiar la consecución del objetivo de una economía descarbonatada en el plazo previsto", lamenta.
"Nadie contaba con que se pudiera producir una guerra en Europa oriental y que fuese a tener esta repercusión en el abastecimiento de energía. De manera que la Unión Europea va a tener que recalcular el calendario de reducciones de gases de efecto invernadero, porque a corto plazo el abastecimiento energético de Europa no está preparado para ser totalmente “verde” en los plazos previstos", confirma
No obstante, advierte de que tan pronto acabe la guerra de Ucrania y la utilización de los recursos de energía como arma de guerra por parte de Rusia, "la senda de la descarbonización es la única posible para reducir los efectos del cambio climático a medio y largo plazo. Esto debe explicarse bien a la sociedad", defiende el director del Laboratorio de Climatología.
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