Angelo Gordon y Westmont se hacen con Room Mate

El juzgado ha autorizado la venta de Room Mate, la cadena fundada por Kike Sarasola, al fondo de inversión y a la hotelera, únicos postores, con una oferta valorada en 57 millones de euros.

La jueza Carmen González dice en su auto que "asumiendo las conclusiones de la administración concursal y teniendo en cuenta que la única solución alternativa al concurso de acreedores de Room Mate es la liquidación, con la consiguiente destrucción de puestos de trabajo, de la actividad empresarial y sin mejores perspectivas para los acreedores, ha de concederse la autorización de venta directa interesada", según recoge EFE.

Además, la jueza señala que "la oferta se realiza por un valor razonable y de mercado, pues se ajusta a la valoración de empresa en funcionamiento realizada por Baker Tilly", que recuerda que ha sido refrendada por la administración concursal. La transacción debe estar completada antes del próximo 15 de septiembre

Aunque la operación signifique la salvación de la empresa, lo cierto es que, según constatan desde Hospitality Insights, “marcará el fin de una era para la cadena, que ha luchado en los últimos años para diferenciarse de sus competidores más corporativos”. Una cadena que inició su andadura en 2005 y, según la última edición del Ranking Hosteltur de cadenas hoteleras, suma 27 hoteles con cerca de 2.200 habitaciones; además de la línea de negocio de Be Mate.

Ya el año pasado, cuando Room Mate evitó el concurso de acreedores con la ayuda del fondo de deuda del yerno de Juan Roig, Atitlan, su fundador y presidente reconocía que había tenido que recurrir a financiación alternativa porque “con los bancos no podemos endeudarnos más porque en nuestro sector no dan dinero, por lo que conseguir este crédito, con unas condiciones de mercado para un tipo de deuda como ésta, ha sido muy complicado”.

Room Mate también arrastra problemas con su segunda accionista, Sandra Ortega, hija de Amancio y propietaria del 31% del capital, y ya desde febrero de 2021 estudia alternativas a su salida de la empresa. Pero la situación se complicó aún más cuando Sandra Ortega se querelló contra su exgestor por Room Mate, mientras la cadena le acusaba de rigidez en el desahucio de dos de sus hoteles en Miami y Nueva York.

El rechazo de la SEPI a su rescate tampoco ha ayudado a reforzar su estabilidad (Room Mate pide 52 millones de euros a la SEPI y el sector suma al menos 1.300 millones).

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