Tasa turística: el melón comienza a abrirse en España

La última región en subirse al carro de la tasa turística ha sido la Comunidad Valenciana. El pasado 14 de julio las Cortes iniciaron la tramitación de la ley para crear el impuesto valenciano sobre estancias turísticas con el apoyo de los tres partidos del Pacto del Botánico (PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos)

Esta tasa turística, que oscila entre los 50 céntimos y los 2 euros diarios según el tipo de alojamiento, la podrán aplicar los ayuntamientos valencianos de forma voluntaria y entrará en vigor un año después de que sea aprobada

Un gravamen al que, sin embargo, se muestra contrario el propio secretario autonómico de Turisme, el socialista Francesc Colomer, que abriga la esperanza de que aún se pueda recular durante el periodo de enmiendas y que, ante su rechazo frontal al tributo, incluso ha llegado a poner su cargo disposición del presidente valenciano, Ximo Puig.

Al igual que en otras regiones donde ya es un hecho, la tasa ha puesto también en pie de guerra a los hoteleros valencianos. La plataforma 'No a la tasa turística', impulsada por Hosbec clama contra su aplicación en un escenario de incertidumbre, con una economía debilitada, una inflación desbocada y un empobrecimiento generalizado de los ciudadanos españoles y europeos, por lo que confían en que los grupos parlamentarios “hagan un ejercicio de coherencia y responsabilidad” y aparquen sine die su tramitación.

En la Comunidad Valenciana se ha iniciado la tramitación de la ley para crear el impuesto sobre estancias turísticas.

Capitales andaluzas

Junto a la Comunidad Valenciana, el gravamen también se abre camino en algunas capitales andaluzas, con el objetivo de generar unos recursos económicos extra en estos momentos de turbulencias económicas.

Así, el alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz, ha promovido una iniciativa que busca el acuerdo de los grupos en el próximo pleno para reclamar al Gobierno de España y a la Junta de Andalucía un marco normativo que permita la implantación de esta medida.

"Siempre hemos defendido la aplicación de una tasa o un instrumento de fiscalidad turística en Sevilla, pero como Ayuntamiento no tenemos competencias", ha dicho Muñoz, que apuesta por seguir el modelo de otras grandes ciudades que no han visto reducido el número de visitantes por aplicar este impuesto

En Málaga, gobernada por el popular Francisco de la Torre con el apoyo de Cs, el Ayuntamiento ha descartado su cobro recientemente por no tener competencias para ello, pero no se cierra a explorar este impuesto en un futuro si cambia el marco normativo. Por ello, los populares sí respaldaron exigir a la Junta que estudie un marco normativo y el pleno aprobó por unanimidad pedir a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que evalúe una modificación de la Ley de Haciendas Locales para incorporar la tasa como instrumento fiscal.

En Granada, el consistorio del PSOE sí es favorable a implantar este impuesto, que en su opinión debería ir destinado a la promoción de la ciudad en los destinos internacionales, por ser estos los que aportan un mayor turismo de calidad, según detallaba Efe.

El Gobierno municipal entiende que la tasa contribuiría también a mejorar la oferta turística de la capital granadina para hacerla más competitiva y alcanzar la máxima calidad

En cuanto a Cádiz, su alcalde, José María González 'Kichi', estudió esta posibilidad e incluso llevó al pleno la propuesta de ponerla en marcha, pero fue rechazada, por lo que no se ha planteado dar más pasos en favor de esta opción por el momento.

El alcalde gaditano defendía que esta tasa revertiría en el desarrollo sostenible del turismo de la ciudad, para sostener o mejorar sus infraestructuras o actuaciones sobre el patrimonio.

San Sebastián

Por su parte, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, se ha mostrado partidario de "retomar" la propuesta de implantar un gravamen a las pernoctaciones que, según ha recordado, quedó aparcado como consecuencia de la pandemia de COVID-19.

El alcalde ha dicho que, desde el punto de vista competencial, "está claro que el Ayuntamiento no tiene facultades para poder crear una figura de estas características" y ha indicado que también existen dudas de que pueda hacerlo la Diputación.

Ha apuntado que "lo más claro" es que la potestad recaiga en el Parlamento Vasco en virtud de "las competencias que tiene en materia turística y medioambiental"

Ha indicado que "otra cosa es que, una vez habilitada la posibilidad, la gestión de un recurso de estas características pueda articularse a través de los municipios" que es lo que reclama San Sebastián.

Goia ha opinado que ha llegado el momento de poner sobre la mesa esta cuestión, una vez que el turismo en San Sebastián se ha recuperado tras la pandemia de COVID-19.

Cataluña la sube

Cataluña ya viene aplicando este impuesto desde 2012, si bien en octubre del pasado año, en pleno azote de la pandemia, la incrementó. Así, la cuota de la tasa turística en la comunidad pasaba a oscilar entre los 0,60 euros y 3 euros por persona y unidad de estancia, frente a los 0,45 y 2,25 que se cobraba un mes antes.

Mientras, en Barcelona pasaba de entre 0,65 y 2,25 euros a oscilar entre un euro y 3,50, en función del alojamiento

Pero el Govern catalán no es el único que grava las pernoctaciones en la Ciudad Condal. También el Ayuntamiento de Barcelona aplica un recargo municipal que se ha visto incrementado: de los 0,75 euros que se pagaban hasta diciembre de 2021 pasa a incrementarse a 1,75 euros este 2022, 2,75 en 2023 y 3,25 euros en 2024.

Y el alojamiento no es el único sector en el punto de mira de la administración a la hora de recaudar. El pasado 1 de julio, los autocares turísticos estrenaban recargo: deben abonar 2,5 euros mediante una app para realizar las paradas de carga o descarga de pasajeros en la Zona Bus de Barcelona.

Tampoco se escapan del tributo los cruceros: la tasa turística catalana grava con tres euros a los cruceros con estancia superior a doce horas y un euro para aquellos con estancia inferior a doce horas y el ayuntamiento de Barcelona también aplica un recargo que subirá hasta 2024

No obstante, el consistorio de Ada Colau quiere ir mucho más allá: ya ha anunciado un nuevo impuesto para actuar sobre la contaminación que provocan estos barcos.

Baleares

El Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) de Baleares, la llamada ecotasa, fue aprobado en enero de 2016 para la implementación de proyectos sostenibles que compensen el impacto medioambiental y territorial del turismo en Mallorca, Menorca, Formentera e Ibiza, si bien durante tres años ha financiado parte del gasto generado por la pandemia. Finalmente, este 2022 el dinero recaudado volverá a destinarse a medidas ambientales y a cumplir con su objetivo inicial.

En 2018 dobló su importe medio a los tres euros por persona y día y se extendió a los cruceristas que pisan suelo balear. Su coste fluctúa así entre uno y cuatro euros.

Asimismo, también Guipúzcoa planteó el gravamen antes de la pandemia, si bien a principios de este año se descartó finalmente por considerarlo "inoportuno" para el sector.

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