Un análisis de Xavier Canalis

Crisis económica y crisis turística se retroalimentan en el Mediterráneo oriental

Publicada 23/05/13
Crisis económica y crisis turística se retroalimentan en el Mediterráneo oriental

Análisis/ Grecia, Chipre, Egipto y Túnez tienen diferentes problemas pero comparten un mismo interés: recuperar turistas. Sin embargo, la crisis económica y la crisis turística comienzan a retroalimentarse peligrosamente en el Mediterráneo oriental y el norte de África.

El primer toque de atención lo encontramos en Grecia. Según los datos recopilados por la Organización Mundial del Turismo (OMT), los ingresos por turismo extranjero en dicho país ascendieron a 10.000 millones de euros en 2012, lo que significó una caída interanual del 11,6%.

Para un país como Grecia, donde el turismo contribuye al 15% del PIB, un descenso de dos dígitos en los ingresos turísticos es un golpe fatal para su economía, sometida ya a duros recortes a cambio del rescate. Recortes que a su vez se traducen en malestar social.

De hecho, esta misma semana los ministros de Economía de la UE han aprobado un tramo de 7.500 millones de euros de ayuda financiera para Grecia que se dividirá en dos pagos.

El primero, por valor de 4.200 millones, se desembolsará en los próximos días. Pero el resto no se desbloqueará hasta junio, siempre que el Gobierno de Atenas aplique las reformas económicas exigidas por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).

¿Qué clase de reformas? Mejorar la recaudación de impuestos, liberalizar profesiones protegidas, aumentar la competencia y empequeñecer la Administración pública.

Pérdida de interés de los turistas

Por otra parte, el informe Reiseanalyse 2013 sobre tendencias de viajes en el mercado emisor alemán, elaborado por la asociación de viajeros FUR, revela una alarmante pérdida de interés de los alemanes por viajar a Grecia en los próximos tres años.

Así, sólo un 19% de los potenciales turistas manifiesta interés por dicho destino, cuando hace tres años se elevaba hasta casi el 25%.

Según FUR, el hecho de que los turistas alemanes pierdan interés en viajar a Grecia se debe a los desórdenes políticos y económicos que han afectado al país en 2011 y 2012. Aunque probablemente también haya influido la creciente germanofobia desatada entre los helenos, cada vez más indignados por la política de austeridad y recortes que impone Berlín.

Gráfico: FUR. Click para ampliar imagen.Gráfico: FUR. Click para ampliar imagen.

Chipre

Por otra parte, la UE también ha dado luz verde al primer tramo (3.000 millones de euros) del rescate a Chipre. Sin embargo, Nicosia está aplicando con retraso las nuevas normas contra el blanqueo de dinero exigidas por la troika, por lo que las ayudas se seguirán dando a cuentagotas.

Debido a los primeros recortes del gasto público ya implantados tras el rescate, Chipre logró un superávit de 44,2 millones de euros en el primer trimestre, frente al déficit de hace un año. Ahora bien, de lado de los ingresos, la recaudación por IVA descendió un 28,5%.

En cualquier caso, el hecho de que Chipre implantara un corralito durante la primera semana en que estalló la crisis financiera causó un tremendo daño a la imagen turística de este país. Ver Chipre: recomiendan a los turistas llevar dinero extra tras el corralito.

Norte de África

El mismo informe de FUR también detecta una caída de la demanda hacia Egipto y Túnez, países afectados por la Primavera árabe, lo que de momento ha beneficiado a destinos rivales como Turquía y España.

Según la OMT, los ingresos por turismo extranjero en Egipto alcanzaron una cifra récord de 9.700 millones de euros en 2010, pero en 2011 cayeron hasta 6.700 millones (-31%). En 2012 se registró un repunte de los ingresos, llegando a los 7.700 millones de euros.

El problema es que ahora mismo Egipto está sufriendo la peor crisis económica desde la década de 1930, según han advertido los economistas egipcios más destacados (ver Egypt 'suffering worst economic crisis since 1930s', The Guardian, 16 de mayo).

El desempleo se ha disparado, así como los precios de alimentos básicos y del combustible diésel, que ya no pueden recibir tantos subsidios como antes. Mientras, la libra egipcia se ha depreciado un 12% frente al dólar desde diciembre, lo que a su vez encarece las importaciones.

Egipto está negociando un crédito con el FMI por valor de 3.700 millones de dólares pero muchos en el país consideran que no será suficiente. Lo básico, dicen, sería restablecer la confianza de los mercados y que volviera el turismo. ¿Pero cómo lograrlo, si el malestar en el país va a más? Es una peligrosa espiral.

Policías en el centro de El Cairo, tras unos disturbios el pasado 28 de enero. #shu#Policías en el centro de El Cairo, tras unos disturbios el pasado 28 de enero. Imagen Shutterstock

Por otra parte, las televisiones de toda Europa han mostrado esta semana imágenes de disturbios en Túnez, donde se han enfrentada salafistas con agentes de policía.

Según la OMT, los ingresos por turismo extranjero en Túnez llegaron a 1.700 millones de euros en 2012. Una cifra aún por debajo de los 2.055 millones de euros que se lograron en 2010.

En suma, el verano 2013 no pinta bien para varios destinos del Mediterráneo oriental y el norte de África.

Y atención con lo que pueda pasar en Turquía. El pasado 11 de mayo, dos coches bomba causaron 40 muertos en una ciudad turca fronteriza con Siria, donde prosigue la guerra civil. La autoría del atentado no está nada clara, lo que eleva la incertidumbre en la región.

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