Incertidumbre económica: motivos para el optimismo en el sector turístico
Por qué la industria turística podría evitar una desaceleración este invierno
Publicada 16/09/22- La inflación sigue siendo muy elevada pero con bajo nivel de desempleo y se mantiene el consumo, aunque en ciertas áreas
- Ante la actual situación es difícil para los inversores hoteleros decidir cómo actuar, según admiten desde Hospitality Insights
- Un bajo nivel de paro, junto a unos ahorros que aún siguen en los bolsillos y la posibilidad de que la crisis energética no sea tan grave
El propio New York Times reconoce que la economía estadounidense se encuentra en estos momentos ante señales confusas… y no es la única, con indicadores económicos apuntando en distintas direcciones, algunas de ellas contradictorias. La sensación generalizada es que la recesión está a la vuelta de la esquina, pero aún hay razones para el optimismo, según ha apuntado Patrick Whyte, editor de Hospitality Insights, del grupo organizador del foro de inversión hotelera IHIF.
La incertidumbre siempre ha provocado una caída en el gasto turístico, al menos en la anterior crisis financiera global, pero ahora no está ocurriendo igual… por el momento. Y es que, como aseguran los analistas de la firma especializada Bernstein, “viajar es principalmente una actividad de lujo, ya que el 70% del gasto en viaje procede del top tres de los ingresos más altos, menos afectados por la subida de los precios de la energía y con la mayor parte del exceso de ahorro”.
Asimismo hay evidencias, según han añadido las mismas fuentes, de que “se ha priorizado el gasto en viaje sobre otros discrecionales como salir a comer fuera, ya que el haber sido la actividad más restringida durante la pandemia ha generado una demanda acumulada”
Lo extraño es que los peores augurios suscitados por la guerra de Ucrania y sus efectos llegan en un momento dulce para el sector, con una de las mejores temporadas de verano de los últimos años gracias a la demanda acumulada tras la COVID; aunque los ADR (tarifa media diaria) han seguido el ritmo de la inflación y los expertos señalan que hay razones para pensar que podríamos estar a las puertas de una desaceleración económica diferente de las anteriores.
Bajos niveles de desempleo
El desempleo se encuentra en niveles históricamente bajos en muchas economías europeas, no en la española, que siempre se ha caracterizado por su elevado paro. Ello significa que, en líneas generales, muchas personas todavía tienen tiempo libre remunerado, lo que podría cambiar si hay una recesión en toda regla, pero por el momento la situación parece buena.
Para el director financiero de Marriott, Leeny Oberg, “la realidad es que estamos muy lejos de una situación que tenga un impacto significativo en la seguridad de la gente por su futuro laboral”
En este sentido los analistas de Bernstein han incidido en que “el principal factor que ha provocado la caída de la demanda de viajes en las crisis de consumo anteriores ha sido el aumento del desempleo”. Por ello es previsible que “mientras que los consumidores sigan teniendo la posibilidad de disfrutar de vacaciones pagadas, continuarán viajando, aunque con algunas limitaciones".
Altos niveles de ahorro
Uno de los efectos colaterales más diferenciales de la pandemia ha sido que ha permitido a los consumidores ahorrar más que nunca. El FMI (Fondo Monetario Internacional) ha revelado que los hogares de la zona euro atesoraron casi 1.000 millones de euros más en esos dos años de lo que hubieran logrado si la COVID nunca hubiera ocurrido.
Hay indicios de que el dinero ahorrado en este tiempo se está gastando ahora, pero es probable que aún quede una cantidad considerable a medida que nos acerquemos al invierno
¿Una alternativa para el almacenamiento de gas?
La guerra en Ucrania ha provocado una crisis energética en gran parte de Europa, con una escalada de precios para hogares y empresas que se prevé continúe al alza de cara al invierno, lo que ha generado especulaciones sobre a dónde podría conducir la situación, con algunos escenarios bastante alarmantes en el peor de los casos.
Pero Patrick Whyte se plantea “¿y si las cosas no fueran tan malas como se pensaba? Los analistas de Goldman Sachs han afirmado que los países europeos podrían soportar el impacto del corte del suministro de gas de Rusia este invierno” ante las medidas que están adoptando. Y va más allá: “Los precios podrían reducirse a más de la mitad este invierno si el tiempo no es demasiado duro”.
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